¿Qué es un aneurisma de aorta?
Un aneurisma de aorta es en ensanchamiento anormal de la arteria aorta, la arteria más importante del organismo que lleva sangre rica en oxígeno del corazón al resto del cuerpo.
Un aneurisma es un ensanchamiento anormal de las paredes de una arteria.
Una pared arterial debilitada va ensanchándose a medida que le es bombeada sangre, y acaba creándose una especie de globo con forma de huevo, con una pared muy débil.
Un aneurisma se puede dar en cualquier arteria del organismo, pero se producen de modo más frecuente en la aorta (la arteria más grande del organismo), especialmente entre el nivel de los riñones y el de las grandes arterias de las piernas (aneurisma de aorta abdominal).
También se pueden dar en la parte superior de la aorta (aneurisma de aorta torácica), mucho más peligrosos que los abdominales, por su mayor tendencia a disecar, es decir, a romper toda la pared de la arteria aorta, lo que pone la vida en serio peligro.
¿Por qué se produce un aneurisma de aorta?
Existen varias enfermedades en las cuales la pared de la aorta se debilita y se produce el aneurisma:
- Causas degenerativas:
Por daño progresivo de la arteria como:- Edad
- Sexo masculino: por presentar enfermedades cardiovasculares desde edades más tempranas que las mujeres
- Colesterol elevado en sangre
- Hipertensión arterial
- Fumar: aumenta principalmente los aneurismas aórticos abdominales
- Aterosclerosis
- Causas genéticas o del desarrollo:
Por enfermedades hereditarias o que alteran la elastina o el colágeno y afectan la formación de los órganos como:- Síndrome de Marfan
- Síndrome de Loeys-Dietz
- Síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV
- Síndrome de Turner
- Síndrome familiar de aneurisma de arteria torácica
- Válvula aórtica bicúspide
- Otras causas:
- Disección aórtica crónica.
- Aortitis: se presenta inflamación de la arteria en vasculitis como las que se producen en la arteritis de Takayasu, espondilitis anquilosante, artritis reumatoidea, artritis psoriásica, síndrome de Behcet y otras.
- Infecciones: principalmente sífilis, tuberculosis e infecciones de la sangre por otras bacterias y hongos que infectan la aorta.
- Traumas: Tanto en heridas penetrantes como en traumas cerrados en el tórax se puede presentar una lesión de la aorta.
¿Cuáles son los síntomas del aneurisma de aorta?
El aneurisma de aorta puede no producir ningún síntoma.
Los aneurismas de la aorta torácica casi nunca presentan síntomas. Sin embargo, a veces hacen presión a otros órganos y puede presentarse:
- Dolor en el tórax.
- Disnea (dificultad para respirar).
- Tos.
- Ronquera en la voz.
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Inflamación de la cara, el cuello y a veces los brazos si hace presión sobre una vena cava.
Los aneurismas de la aorta abdominal pueden producir raras veces síntomas que se consideran una urgencia médica por indicar una inminencia de ruptura:
- Dolor abdominal
- Sensación de pulsaciones en el abdomen
- Dolor en la región de la espalda baja (zona lumbar)
- Dolor en el escroto (piel que cubre el testículo)
¿Cómo se diagnostica el aneurisma de aorta?
A veces se presentan algunos síntomas o alteraciones en una radiografía de tórax que sugieren, sobre todo el aneurisma aórtico torácico.
El aneurisma aórtico abdominal lo puede sospechar el médico al examen físico si palpa una masa no dolorosa en el abdomen que pulsa al ritmo del corazón.
A veces, se puede sospechar un aneurisma de aorta calcificado en una radiografía simple de abdomen.
Los mejores exámenes para el diagnóstico y seguimiento del aneurisma de aorta son:
- Ecografía abdominal: valora los aneurismas aórticos abdominales en su tamaño y formación de coágulos y también puede predecir el riesgo de tener un aneurisma aórtico abdominal en el futuro. Se sugiere que todo varón mayor de 65 años que haya sido fumador se realice por lo menos una ecografía abdominal de chequeo para descartar un aneurisma de aorta.
- Tomografía Computarizada o TC con contraste (torácico o abdominal según sea el caso).
- Resonancia Nuclear Magnética con contraste.
- Aortografía.
- Ecocardiograma transesofágico.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Tanto en aorta abdominal como en aorta torácica, la rotura de un aneurisma produce un cuadro agudo de shock, con peligro de muerte.
La rotura puede sobrevenir mediante un proceso que se llama disección, por el cual la pared de la arteria se rasga a lo largo como una tela (aneurisma disecante de aorta).
Este cuadro, cuando sucede en la aorta torácica, se precede de un intenso dolor torácico similar al de un ataque al corazón, y de una extrema ansiedad o sensación de muerte inminente.
La posibilidad de que un aneurisma aórtico se rompa depende del tamaño de la dilatación y de si ha producido algún síntoma antes.
El diámetro normal de la aorta de un adulto está entre 2 y 3 cm.
Los aneurismas de la aorta torácica menores de 4 cm tienen un riesgo de ruptura de 2% en el primer año; los que miden más de 6 cm tiene un riesgo de 7%.
En cuanto a los aneurismas aórticos abdominales, el riesgo de ruptura en los siguientes cinco años es de 1 a 2% si miden menos de 5 cm, pero de 20 a 40% si miden más de 5 cm.
Además, los aneurismas abdominales se asocian con placas de aterosclerosis y pueden generar embolismo arterial, es decir formación de coágulos que van a arterias más pequeñas produciendo mucho daño.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Si se descubre a tiempo, un aneurisma puede ser tratado sin mayores problemas.
Hay dos tipos de manejo de los aneurismas de aorta:
Observación
Si el aneurisma es pequeño, y está localizado en aorta abdominal, se puede seguir la evolución sin más mediante ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas nucleares con medio de contraste cada 6 a 12 meses, sin más cambios en su vida.
En casos específicos y de acuerdo al criterio médico se pueden utilizar medicamentos que disminuyan el riesgo de ruptura del aneurisma como betabloqueadores y estatinas dependiendo de cada paciente.
Cirugía
Si el aneurisma es grande, se está expandiendo, o su localización es peligrosa o la persona tiene enfermedades con alto riesgo de ruptura como el síndrome de Marfan, el tratamiento consiste en sustituir la porción aneurismática de la arteria por otra arteria artificial de material sintético.
La operación es relativamente segura si se hace antes de la ruptura del aneurisma, pero los operados después de la ruptura del aneurisma tienen un pronóstico peor: menos de la mitad llegan a sobrevivir.
También puede tratarse mediante la colocación de una prótesis expansible por dentro del vaso sin necesidad de cirugía abierta (a través de los vasos de las extremidades).
El aneurisma permanecerá, pero la sangre circulará por el interior de la prótesis.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico