
¿En qué consiste el cáncer de huesos?
El cáncer de huesos más frecuente es la metástasis, es decir, la implantación en el hueso de un cáncer preexistente en otra zona del cuerpo, más frecuentemente en casos de cáncer de mama y cáncer de próstata.
Sin embargo, también es posible desarrollar tumores primarios del hueso, originados allí desde un principio. Estos cánceres de hueso son muy poco comunes y por ello, difíciles de diagnosticar.
Los cánceres primarios de hueso más frecuentes son el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing.
¿Cuáles son los principales tipos de cáncer de huesos?
Los principales cánceres primarios de hueso son:
- El osteosarcoma es una enfermedad en la que se encuentran células cancerosas (malignas) en el hueso. El osteosarcoma ocurre más a menudo en adolescentes y adultos jóvenes. En niños ocurre más frecuentemente en los huesos de la rodilla. Otros sitios frecuentes son el hombro y la pierna, pero en adultos mayores pueden aparecer en cualquier hueso. Suele dar metástasis a los pulmones.
- El sarcoma de Ewing (tumor neuroectodérmico primitivo) es otro tipo de cáncer de hueso, mucho más raro; las células cancerosas del sarcoma de Ewing son totalmente distintas al microscopio que las del osteosarcoma. El sarcoma de Ewing ocurre con mayor frecuencia en adolescentes, y las áreas más comunes en que ocurre son la pelvis, la pierna (fémur), el brazo (húmero) y las costillas. También se disemina con mayor frecuencia a los pulmones.
- El condrosarcoma es un cáncer que se desarrolla en los cartílagos que son tejidos más blandos que el hueso y unidos a este. Las zonas principales de formación son en la pelvis, los hombros y las piernas en personas mayores de 40 años.
- El condroma es un tumor muy poco frecuente de la columna vertebral que se presenta en personas mayores en la zona del sacro y a veces en el cuello. Las personas con una enfermedad hereditaria llamada esclerosis tuberosa tienen más riesgo de condroma en la infancia.
Otros tipos de cáncer de huesos más inusuales son el fibrohistiocitoma maligno (MFH) y el fibrosarcoma.
Otros tumores malignos del hueso se desarrollan a partir de tumores benignos que, por razones desconocidas, comienzan a destruir el hueso y a veces incluso se diseminan por la sangre como el tumor de células gigante de hueso (también llamado osteoclastoma) y el osteoblastoma.
Como en todos los procesos cancerosos, la probabilidad de recuperación (pronóstico) y la elección de tratamiento dependerán del tamaño, localización, tipo y estadio del cáncer, el tiempo transcurrido desde el inicio de síntomas, y del estado de salud en general.
¿Por qué se produce el cáncer de huesos?
Los factores de riesgo para desarrollar cáncer de huesos son:
- Trastornos genéticos: no es claro por qué en algunas familias se pueden presentar varios casos de osteosarcoma. Los niños con un cáncer del ojo llamado retinoblastoma también tienen mayor riesgo por presentar un gen anormal.
- Antecedente de enfermedad de Paget que es una enfermedad hereditaria que deforma los huesos.
- Exposición a radiaciones: en especial la radioterapia por otros cánceres y la exposición a sustancias radiactivas como el radio y el estroncio.
- Antecedente de quimioterapia: en especial los medicamentos alquilantes.
- Antecedente de trasplante de médula ósea.
No se ha comprobado que los traumatismos o fracturas puedan causar cáncer de hueso. Lo que sí pueden hacer estos eventos es fijar la atención en un hueso que no es normal y así detectar el cáncer de manera incidental, por ejemplo al realizar unos rayos X.
¿Qué síntomas se presentan en el cáncer de huesos?
El cáncer primario de huesos a veces no produce ningún síntoma.
Una persona con cáncer de huesos puede presentar los siguientes síntomas:
- Dolor.
- Tumefacción o masa, por lo general blanda y tibia en el sitio de un hueso.
- Fiebre de origen desconocido.
- Fracturas espontáneas o muy fáciles.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de huesos?
Existen varios exámenes que pueden ayudar a diagnosticar el cáncer de huesos.
El examen de certeza es la comprobación de las características cancerosas en la biopsia de hueso.
La biopsia de hueso es un examen que se puede hacer con una aguja, extirpando todo el tumor o extrayendo solo una parte de él. Es un procedimiento complejo que debe realizar un oncólogo ortopedista experto. El patólogo determinará el diagnóstico final con diferentes pruebas realizadas sobre la muestra.
Para determinar el sitio en donde se realizará el procedimiento de toma de esta biopsia se realizan imágenes como:
- Radiografías.
- Gammagrafía ósea.
- Tomografía computarizada TC.
- Resonancia Magnética Nuclear RMN.
- Tomografía por emisión de positrones TEP.
- Angiografía.
Algunos exámenes de sangre también pueden orientar el diagnóstico como:
¿Cómo se clasifica el cáncer de huesos por estadios?
Una vez detectado el cáncer de huesos, sea osteosarcoma o sarcoma de Ewing, se deberán hacer más exámenes para determinar si las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo.
En la actualidad, no existe un sistema de clasificación para el cáncer de huesos. En su lugar, la mayoría de los pacientes se agrupa dependiendo de si el cáncer se halla en una sola parte del cuerpo (enfermedad localizada) o si se ha diseminado de una parte del cuerpo a otra (enfermedad diseminada). También puede ocurrir que el cáncer vuelva a aparecer una vez curado, bien en el hueso o en otra zona (recidiva).
El osteosarcoma se disemina a los pulmones con mayor frecuencia. También puede diseminarse a otros huesos.
El sarcoma de Ewing se disemina más a menudo a los pulmones, a otros huesos y a la médula ósea (el tejido esponjoso dentro de los huesos largos del cuerpo que produce los glóbulos rojos y blancos de la sangre). También puede diseminarse a los ganglios linfáticos (estructuras pequeñas en forma de alubia que se encuentran a lo largo de todo el cuerpo y que producen y almacenan células del sistema de defensa) o al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
¿Cuál es el tratamiento recomendado para el cáncer óseo?
Como en todos los procesos cancerosos, el tratamiento del cáncer de huesos es totalmente individualizado y exige la colaboración estrecha de traumatólogos y oncólogos.
Tratamiento del osteosarcoma
- Osteosarcoma localizado. El tratamiento podría consistir en alguno de los siguientes:
- Cirugía para extirpar el cáncer seguida por quimioterapia adyuvante (Generalmente es necesaria la amputación de brazo o pierna).
- Quimioterapia seguida de cirugía seguida de quimioterapia adyuvante.
- Osteosarcoma diseminado. El tratamiento podría consistir en alguno de los siguientes:
- Cirugía para extirpar el cáncer seguida por quimioterapia adyuvante. La cirugía puede incluir la extirpación del cáncer diseminado a los pulmones. Algunas veces se necesita más de una operación para quitar todo el cáncer.
- Quimioterapia seguida de cirugía seguida de quimioterapia adyuvante.
- Osteosarcoma recurrente (Recidiva). El tratamiento dependerá de dónde recurrió el cáncer, qué clase de tratamiento se administró anteriormente y algunos otros factores. Un ensayo clínico con quimioterapia de combinación podría ser una opción de tratamiento razonable.
Tratamiento del sarcoma de Ewing (tumor neuroectodérmico primitivo)
- Sarcoma de Ewing localizado. El tratamiento dependerá de dónde se encuentra situado el cáncer en el cuerpo. Si el cáncer está en el codo, las rodillas, la mandíbula, cráneo, cara, hombro, esternón o vértebras, el tratamiento podría consistir en alguno de los siguientes:
- Quimioterapia de combinación.
- Cirugía y quimioterapia de combinación.
- Radioterapia y quimioterapia de combinación.
- Un ensayo clínico de quimioterapia y nuevas formas de administrar radioterapia.
- Un ensayo clínico de quimioterapia seguida por cirugía, con o sin radioterapia.
- También se están evaluando nuevas dosis y combinaciones de quimioterapia en ensayos clínicos.
- Sarcoma de Ewing diseminado. El tratamiento podría consistir en alguno de los siguientes:
- Quimioterapia de combinación.
- Radioterapia más quimioterapia de combinación.
- Quimioterapia de combinación más cirugía para extirpar el cáncer que se ha diseminado a los pulmones.
- Se están evaluando en ensayos clínicos nuevas dosis y combinaciones de quimioterapia con o sin tratamiento de radiación.
- Sarcoma de Ewing recurrente (Recidiva). El tratamiento dependerá de dónde recurrió el cáncer, qué clase de tratamiento se administró anteriormente y otros factores individuales del paciente. Se podría administrar radioterapia para reducir los síntomas. Siempre se están evaluando nuevos tratamientos en ensayos clínicos.
Tratamiento de los tipos inusuales de cáncer de huesos:
- Condrosarcoma: Si está localizado se puede tratar con legrado más crioterapia. Si está avanzado será necesario realizar amputación de la zona afectada y luego radioterapia. La quimioterapia no es útil.
- Condroma: El tratamiento quirúrgico es difícil porque afecta la columna vertebral y se busca no dañar la médula espinal ni los nervios. Se trata de resecar la mayor parte del tumor y luego se trata con radioterapia. También se puede hacer quimioterapia dirigida.
- Fibrohistiocitoma maligno: Se trata igual que el osteoasarcoma.
- Fibrosarcoma: Cirugía radical y radioterapia.
- Tumores de hueso de células gigantes: Se suelen tratar también como los osteosarcomas con cirugía amplia y quimioterapia. A veces cuando está muy localizado se puede hacer legrado y crioterapia. Cuando se encuentra en sitios difíciles de operar se usa radioterapia, pero se procura evitarla porque favorece el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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