¿Qué es el parto por cesárea?
La cesárea es la intervención quirúrgica que permite la salida o nacimiento de un feto mediante una incisión abdominal.
En la intervención, la madre está en todo momento despierta, y selectivamente anestesiada para no sentir dolor, por lo que puede ver y oír a su bebé.
La cesárea consiste en practicar una incisión en la zona abdominal inferior, y otra en el útero. Tras vaciar la bolsa de líquido amniótico, se extrae el bebé.
Una cesárea se realiza cuando el parto vaginal no es posible o conlleva algún riesgo para la madre o el feto.
¿Cuál es la técnica para realizar la cesárea?
La cesárea puede ser un procedimiento que se programa con tiempo o una intervención de urgencia.
En los casos de cesárea programada, se suele sedar levemente a la mujer, evitar el consumo de alimentos sólidos en las 6 a 8 horas antes del procedimiento y de líquidos en las 2 horas previas.
Tanto en los procedimientos programados como de urgencia, se tiene una estrecha vigilancia de los signos vitales de la madre y del latido cardiaco del bebé y existe un equipo de obstetricia y otro de pediatría listos para cualquier situación de emergencia.
Se suele colocar una sonda en la vejiga urinaria para colapsarla durante la cirugía que luego se usa para vigilar la función del riñón. Se suele dejar muy poco tiempo para evitar infecciones urinarias.
La cirugía se realiza normalmente con la madre despierta, pero sin dolor por la aplicación de anestesia desde el pecho a las piernas (anestesia epidural o anestesia espinal).
Se realiza una incisión por encima del pubis en el abdomen inferior.
Al quedar expuesto el útero (matriz) se abre mediante otra incisión y se libera el líquido amniótico y posteriormente se extrae el bebé.
La boca del bebé y la nariz se limpian de fluidos y el cordón umbilical se liga (ata) y se corta.
Posteriormente el recién nacido se entrega al pediatra o enfermera quien asegurará que respira adecuadamente y le realizará el test de Apgar (valoración del recién nacido de 0 a 10) al minuto y a los 5 minutos. Se procura que el contacto con la madre sea lo más temprano posible.
Se puede realizar el procedimiento de esterilización quirúrgica de inmediato si la mujer así lo desea.
Por último, se cierra la herida y se trasladan madre e hijo a recuperación, juntos en la medida de lo posible.
¿Para qué casos está indicada la cesárea?
Algunas de las razones de indicación de la cesárea son:
- Indicaciones fetales
- Sufrimiento fetal agudo (SFA) por aporte disminuido de oxígeno al feto.
- Taquicardia o bradicardia fetales (el corazón late con excesiva o insuficiente rapidez).
- Posición anormal del bebé:
- De nalgas y primípara (presentación de nalgas).
- Presentación transversa.
- Presentación de cara.
- Anomalías congénitas.
- Gestación múltiple.
- Indicaciones maternales
- Antecedente de cesárea
- Relativas al útero
- Útero demasiado pequeño, cicatrizado, o deforme.
- Antecedente de cirugía del útero que dejó cicatriz.
- Masas o cáncer en la pelvis.
- Relativas al cérvix (cuello del útero)
- Cérvix demasiado relajado (incompetencia cervical).
- Presencia de infección activa por herpes genital en la madre.
- Relativos a la placenta y cordón umbilical
- Placenta que ocluye el cérvix (placenta previa), o de inserción baja.
- Desprendimiento prematuro de placenta (placenta abruptio).
- Prolapso de cordón (salida del cordón por el canal vaginal).
- Anormalidades congénitas del cordón umbilical.
- Peligro para la madre (angustia maternal)
- La cabeza del feto es demasiado grande para pasar a través de la pelvis de la madre (desproporción cefalopélvica).
- Trabajo de parto muy prolongado.
- Madre de edad avanzada (añosa), más de 40 años.
- Presencia de una enfermedad importante asociada: toxemia, preeclampsia, eclampsia, hipertensión, enfermedades cardiacas, enfermedades pulmonares, aneurisma cerebral, etc.
- Muerte materna inminente con feto vivo.
Una indicación polémica es la cesárea sin indicación médica a petición de la madre o a petición del médico por diferentes razones personales o profesionales. Es necesario evaluar concienzudamente el riesgo de la cirugía en cada caso individual.
¿Con qué frecuencia se realiza la intervención de cesárea?
Las cesáreas son bastante frecuentes (hasta casi un 32% de todos los nacimientos en U.S.A. en el año 2023 y un 26% en España) porque los médicos pueden tener más seguridad para la madre y el bebé, mediante este procedimiento que con el parto vaginal.
Algunos tocólogos creen que la cesárea es de elección en caso de presentación de nalgas, presentación anterior, madre añosa, aunque a veces es mejor optar por el parto vaginal.
En un hospital con calidad asistencial correcta el índice de cesáreas entre el total de recién nacidos no debe ser mayor del 15%, según las tendencias de la Calidad Asistencial en los Hospitales.
¿Cuáles son las posibles complicaciones tras una cesárea?
La mayoría de las madres y los niños se recuperan bien, con pocos problemas tras una cesárea.
Los riesgos son los de cualquier intervención bajo anestesia:
- Reacciones a la medicación.
- Problemas respiratorios.
- Dentro de la cirugía, como en todo procedimiento, es posible que se presenten lesiones por ejemplo desgarros en el útero, en la vejiga o en el intestino.
- Hemorragias.
- Infecciones (Infección del útero, herida, etc.).
En general, las complicaciones durante o después de la cirugía se deben a problemas de salud previos como la hipertensión, la diabetes y otros.
Cuando se realiza una cesárea en una mujer que ya había tenido esta cirugía, existe el riesgo de que la placenta no se expulse (placenta accreta o adherida) y haya necesidad de realizar una histerectomía (extracción total del útero).
En el bebé, el riesgo de daño es muy bajo. Podría haber algún tipo de traumatismo en la piel, las clavículas o la cara al extraerlo del útero en los casos en los que se había intentado un parto normal y el feto ya estaba encajado, pero es muy infrecuente.
¿Cuál suele ser el periodo de convalecencia?
La recuperación después de una cesárea requiere más tiempo que la recuperación después de un parto vaginal.
Después de una cesárea, es común permanecer en el hospital entre 3 y 4 días y que la recuperación completa lleve de 4 a 6 semanas.
Por lo general, la hospitalización por un parto vaginal es de 2 días, y la recuperación completa requiere menos tiempo que en un parto por cesárea.
Se recomienda caminar desde el primer día de la intervención para mejorar y acortar la recuperación.
Para el dolor de la incisión se suelen recomendar analgésicos.
Es recomendable optar por un método efectivo de contracepción de inmediato y, en caso de desear otro embarazo, esperar por lo menos 18 meses para evitar riesgos de ruptura del útero en un futuro parto.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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