¿Qué es la gota?
La gota es una enfermedad metabólica persistente en la cual el ácido úrico de la sangre aumenta y se deposita en las articulaciones produciendo inflamación con dolor, sobre todo en los pies y las piernas.
Se presenta principalmente en hombres en edad madura y mujeres postmenopáusicas.
La relación con otras enfermedades crónicas como la obesidad, la hipertensión, la hiperlipemia (aumento de colesterol y triglicéridos en la sangre) y la diabetes es muy frecuente, por lo que las complicaciones de éstas también aparecen en esta enfermedad (accidentes vasculares cerebrales y ataques cardiacos).
Otra de las complicaciones graves a largo plazo y que se busca evitar es el daño del riñón producido por los cálculos de ácido úrico.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
El ácido úrico es un producto de degradación de unos compuestos llamados purinas, presentes en varios alimentos.
No todas las personas con ácido úrico en sangre elevado (hiperuricemia) generan gota. Solo el 20-30% lo harán, no es claro por qué.
El exceso de ácido úrico en el cuerpo se da por:
- La falta de su eliminación por el riñón: por causas hereditarias o desconocidas.
- Por un aumento en su producción asociado a:
- Exceso de ingesta de alimentos ricos en purinas: vísceras de animales, mariscos y carnes rojas. (No es claro si los vegetales ricos en purinas son perjudiciales).
- Bebidas con exceso de fructosa.
- Alcohol, sobre todo la cerveza.
- Medicamentos como la aspirina y diuréticos como la hidroclorotiazida.
- Medicamentos usados después de trasplantes.
Al aumentar el ácido úrico se produce su depósito en forma de cristales afilados en las articulaciones, sobre todo de partes inferiores del cuerpo (pies y piernas).
Este depósito produce una inflamación de las articulaciones con un dolor intenso que se llama ataque de gota agudo.
Otra parte de los cristales se elimina por la orina produciendo cálculos renales.
Si los ataques de gota son persistentes y los niveles de ácido úrico no bajan, se producen lesiones deformantes en las articulaciones, los llamados tofos gotosos.
¿Cómo es la evolución de un ataque de gota?
Un ataque de gota suele iniciarse en las noches, con un dolor intenso acompañado con calor e hinchazón de la articulación afectada. El dolor se intensifica con punzadas durante un periodo de 8 a 12 horas.
Los ataques iniciales afectan normalmente a una única articulación y en la mitad de los casos el primer ataque afecta a la primera articulación metatarsofalángica (situada en la base del dedo gordo del pie).
Otras articulaciones frecuentemente afectadas incluyen la parte media del pie, el tobillo, el talón y la rodilla.
La muñeca, los dedos y los codos suelen verse afectados por ataques posteriores en la evolución de la enfermedad.
El dolor es muy intenso y la persona no puede soportar ningún peso en la parte afectada. A la mayoría les resulta difícil o imposible caminar.
El ataque agudo puede ir acompañado de fiebre, escalofríos y malestar general.
¿Cómo se puede detectar?
El diagnóstico de la gota se comienza a sospechar por la aparición del ataque de gota agudo.
Se confirma con un análisis del ácido úrico en la sangre, que se encuentra elevado.
El diagnóstico de certeza se hace con un análisis del líquido sinovial (se extrae con una aguja de la articulación) para ver si hay cristales de ácido úrico.
La radiografía y la ecografía de la articulación suelen mostrar la acumulación de líquido en las artritis agudas y crónicas y los tofos gotosos en una artritis crónica.
¿Cuál es el tratamiento recomendado durante el ataque agudo?
Las crisis de gota aguda o artritis gotosa se tratan con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), siendo a menudo necesario administrar dosis elevadas.
La colchicina se usaba como medicamento antigotoso en dosis altas, pero tiene el inconveniente de producir diarrea. Ahora se utiliza en dosis bajas con éxito.
El frío en la articulación (paños mojados con agua helada) y el reposo son muy útiles también en el ataque agudo.
Los fármacos que bajan el ácido úrico empeoran los episodios de gota aguda y nunca deben administrarse durante estas crisis.
Una vez controlada la artritis aguda, hay que disminuir los valores de ácido úrico circulantes mediante cambios en el estilo de vida o medicamentos.
¿Cuáles son las recomendaciones generales para tratar la gota?
Se recomienda, en primer lugar, disminuir la exposición a todo lo que se sabe con certeza que aumenta el ácido úrico en la sangre como:
- El estrés
- Las bebidas azucaradas (por su contenido de fructosa)
- La cerveza con y sin alcohol
- Alcohol en general
- Carnes rojas, mariscos y vísceras
- La utilización de contrastes radiológicos iodados
- Medicamentos como los diuréticos tiazídicos como la hidroclorotiazida, la aspirina a dosis bajas, y las teofilinas
Al eliminar estos factores la bajada del ácido úrico en la sangre puede ser suficiente y no precisar de mayores actuaciones.
En el caso de que la hiperuricemia (ácido úrico elevado) sea secundaria a otras enfermedades habrá que tratarlas siempre que sea posible y si es por medicamentos, por ejemplo, diuréticos, intentar sustituirlos por otros con efecto similar y que no produzcan hiperuricemia.
La disminución de purinas en la dieta no tiene mucho efecto en los niveles de ácido úrico, así que la dieta no necesita ser muy estricta, en especial si se están tomado medicamentos.
La importancia de la alimentación adecuada radica en que el aumento de hiperuricemia se asocia con el llamado síndrome metabólico e implica riesgos cardiovasculares importantes.
Por lo tanto, si existe obesidad hay que tratarla y hay que corregir las alteraciones de las grasas en sangre (colesterol, triglicéridos) y la diabetes.
Si hay cálculos renales, se recomienda beber abundantes líquidos, sobre todo en las épocas del año que hace mucho calor, ya que la orina está más concentrada y es más fácil que se formen cristales, que pueden servir para que se inicie la formación de una piedra en las vías urinarias o el riñón.
La decisión de tratar a los pacientes con medicamentos que disminuyen los niveles de ácido úrico debe quedar en manos del médico, según las circunstancias particulares de cada caso.
¿Cuál es el tratamiento de mantenimiento con medicamentos?
En el caso de tratar de reducir el ácido úrico con medicamentos hay dos clases de medicamentos de mantenimiento útiles:
- Fármacos antigotosos: Medicamentos que bloquean la producción de ácido úrico por el organismo (Alopurinol).
- Medicamentos uricosúricos (que aumentan la eliminación renal de ácido úrico) como el probenecid o la sulfinpirazona.
Al iniciar el tratamiento con alguno de estos medicamentos se puede provocar la aparición de un ataque de gota, por lo que se suele asociar al principio con la colchicina a dosis bajas como prevención de estos ataques de artritis.
Se hace seguimiento con exámenes de ácido úrico en sangre para ir adecuando la dosis de los medicamentos.
El tratamiento de la gota es muy largo y generalmente para toda la vida, lo que debe ser comprendido por los pacientes.
En algunas ocasiones, al corregir factores que contribuyen ácido úrico elevado como la obesidad, el consumo de alcohol y seguir una dieta balanceada, los pacientes pueden reducir al mínimo los medicamentos.
Las personas con elevación del ácido úrico sin complicaciones, por lo general, no necesitan tratamiento con fármacos.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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