¿Qué es una urgencia médica?
Una urgencia médica es toda situación ocasionada por un evento súbito que implica un peligro para la vida y que requiere una actuación médica inmediata.
Una emergencia médica es toda aquella urgencia médica que debe ser atendida en cuestión de minutos por el riesgo inminente de perder la vida.
¿Qué deberíamos saber sobre las urgencias médicas?
- A dónde acudir en caso de una urgencia o emergencia médica
El conocimiento de a dónde acudir en caso de un problema de salud en casa debe ser un concepto social básico.
Reconocer rápidamente los signos de emergencia, diferenciarlos de los síntomas comunes y tener a mano el número telefónico de urgencias son puntos cruciales en este concepto.
Asimismo, saber cuándo es prudente transportar a una persona enferma y cuándo es mejor esperar que llegue el personal sanitario puede evitar complicaciones innecesarias.
De todas maneras, toda persona debería considerar tomar un curso de primeros auxilios para aprender qué hacer ante las emergencias médicas más apremiantes como un atragantamiento, una parada cardiaca, una hemorragia sin control, un ahogamiento, etc. - Uso racional de los servicios médicos de emergencia
El utilizar los servicios asistenciales sanitarios inadecuadamente produce uno de los mayores gastos del sistema sanitario público que, por supuesto, es detraído del presupuesto general.
Al utilizar inadecuadamente estos servicios estamos disminuyendo recursos para la inversión en áreas tales como la investigación e inversión en mejores medios en la atención en urgencias cuando es realmente necesario.
Además, la congestión (atasco) en los servicios de urgencias que esto supone nos restará a todos la posibilidad de ser atendido inmediatamente por los técnicos de la salud con todos los medios que hemos ahorrado previamente.
Una vez más, el saber diferenciar entre un signo de emergencia y un síntoma común ayuda a tomar una decisión más acertada. - Importancia del autocuidado y la preservación de la salud
Todo indica que, si se educa, estimula e informa a la población de las posibles alternativas y opciones de su asistencia (cuidados en centros más baratos, o cuidados domésticos) sería posible un ahorro del costo sanitario a corto plazo y una mejora en la atención sanitaria que requerimos todos en algún momento.
Es importante, además, el autocuidado, el llevar a cabo una serie de acciones generales destinadas a mejorar nuestra propia salud, que nos hagan menos candidatos a requerir asistencia sanitaria (dieta adecuada, buena higiene, vigilar la salud bucodental...).
La gestión de la demanda no debe suponer simplemente una disminución de la misma, sino que debe implicar un control de la salud personal de los usuarios para que reduzca el inapropiado uso de los servicios sanitarios.
Las estrategias del control de la demanda deben comprender servicios de triage (clasificación de las enfermedades) telefónico atendido por personal entrenado y con bases de datos informáticos.
En estos servicios, se puede dispensar información sobre enfermedades, educación sanitaria, alternativas de apoyo en grupos ante situaciones crónicas, evaluaciones de procedimientos, rentabilidad de los mismos, riesgos, etc. para que los usuarios de salud dispongan de la suficiente información para poder tomar decisiones apropiadas en cada momento.
Una vez hecha esta reflexión debemos conocer cómo debemos enfrentarnos a varios tipos de urgencias.
¿Qué urgencias precisan atención hospitalaria inmediata?
Existen varios signos de emergencia que han sido claramente establecidos por las asociaciones médicas.
Sin embargo, si aparece cualquier evento repentino que la persona considere anormal y peligroso para su vida, es mejor consultar al servicio de urgencias.
En general, se considera que se debe consultar lo más pronto posible al servicio de urgencias o llamar al número de emergencias y esperar al personal sanitario en las siguientes situaciones:
- Parada cardiorespiratoria: Pérdida súbita de la conciencia sin que se note que la persona respire o no se perciba el pulso cardiaco en el cuello (pulso carotideo)
- Traumatismo importante (habrá hemorragia visible o pérdida de consciencia), en especial si hay golpes en la cabeza o en la columna vertebral, quemaduras, ahogamiento, heridas profundas o sospecha de fracturas
- Dificultad severa para respirar
- Atragantamiento: Incluso si se logra que la persona expulse el objeto de la garganta, es necesaria una valoración médica después del evento
- Cualquier hemorragia abundante que sea persistente
En caso de estar capacitado en primeros auxilios y RCP (Resucitación Cardiopulmonar) o si se está seguro de poder hacer algo sin ponerse en peligro ni empeorar la situación, se debe actuar según el caso mientras el personal médico toma el control.
Fuera de estos casos, el resto pueden esperar unos segundos o minutos, sin que por ello empeore significativamente el pronóstico, mientras se establece el diagnóstico como las siguientes situaciones que suponen un peligro vital si no se diagnostican precozmente:
- Dolor abdominal súbito e intenso (posible apendicitis)
- Intoxicaciones y envenenamientos
- Desorientación en tiempo espacio o no reconocimiento a familiares, etc.
- Pérdida súbita de fuerza muscular, dificultad para hablar
- Cambios súbitos en la visión de uno o ambos ojos
- Comportamientos suicidas u homicidas
- Diarrea y vómitos persistentes
En niños, ancianos o personas debilitadas por otras enfermedades, es posible que sea necesario recurrir a los servicios de urgencias incluso si los síntomas no son tan severos, pero son nuevos o súbitos.
Se debe considerar no trasladar al paciente, sino esperar al personal sanitario en caso de que se sospeche de una lesión en el cuello o haya fracturas evidentes que no se puedan inmovilizar de manera adecuada.
También se debe considerar esperar la ayuda en caso de que haya peligro para las personas acompañantes si trasladan a la persona enferma.
¿Cuáles son las urgencias atendidas por otros recursos?
Las urgencias que deben ser atendidas por otros recursos, como ambulatorios, asistencia domiciliaria, etc. son:
- Situaciones sin peligro en plazo breve, pero en las que es importante el diagnóstico precoz por la epidemiología. Por ello es urgente diagnosticar una tuberculosis en una hemoptisis.
- Situaciones banales en las que el médico debe actuar para tranquilizar al enfermo y familiares, evaluando si los síntomas carecen o no de importancia (fiebre, dolor de garganta, dolor de espalda, erupción cutánea, vómitos, golpes no intensos sin herida, molestias de oído, tos, diarrea, irritabilidad, dolor abdominal no intenso, conjuntivitis, estreñimiento, ...).
- Urgencia social. A veces esta es la justificación única de la asistencia por no haber otros medios (no sanitarios) de solución a un problema.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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