¿Qué es el vértigo?
El vértigo es una combinación de falta de estabilidad o equilibrio acompañada de la sensación de que las cosas giran alrededor (o la persona alrededor de las cosas) y por ello también puede asociarse a náuseas, vómitos e inseguridad al andar.
Puede darse de manera fisiológica (normal) después de que se ha estado sometido a un movimiento giratorio continuo, por ejemplo, al dar vueltas sobre uno mismo o en un juego giratorio de un parque de diversiones.
El vértigo patológico (anormal) ocurre sin este estímulo.
Como la causa del vértigo se relaciona con el nervio auditivo, puede asociarse con síntomas como sordera y acúfenos o tinnitus (pitidos o zumbidos en los oídos).
En ocasiones, se utiliza el término mareo para describir las molestias del vértigo, pero se considera que vértigo y mareo son dos trastornos diferentes. En el mareo, la persona siente que se va a desmayar. En el vértigo, el desequilibrio le hace pensar que se va a caer, pero no hay pérdida de conciencia.
¿Cuáles son los dos principales tipos de vértigo?
El vértigo se puede clasificar según la zona donde se produzca la alteración principalmente en dos:
- Vértigo periférico: Afectación del laberinto (órgano del equilibrio que se encuentra en el oído interno). Es el más frecuente y en ocasiones puede no tener una causa clara.
- Vértigo central: Afectación del nervio auditivo (que es el que lleva la información desde el oído al cerebro) o afectación de núcleos auditivos del cerebro (donde dicha información se procesa).
Además de estos dos tipos de vértigo existen también:
- Vértigo mixto: Se afectan ambas estructuras. Es muy raro. Ocurre con problemas severos de circulación sanguínea, intoxicaciones que afecten nervios y cerebro o tumores grandes.
- Síndromes vertiginosos no vestibulares: El oído no está involucrado. Los tres principales tipos son:
- Vértigos visuales: Por problemas de la vista como estrabismo, fórmula incorrecta de los lentes, que un ojo vea más que el otro y otros problemas similares.
- Vértigos psicógenos: Por ejemplo, vértigo de las alturas con miedo a caer al vacío, al viajar en avión, claustrofobia (miedo a los sitios cerrados), agorafobia (miedo a los sitios abiertos), otras fobias.
- Vértigos neurológicos: De otras partes del sistema nervioso no relacionadas con el oído. Puede ocurrir en algunos tipos de epilepsia, absceso cerebral, tumores. Son difíciles de distinguir de los vértigos centrales.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
Las causas del vértigo son diversas, pudiendo destacar:
- Infecciones de oído medio e interno
- Traumatismos en la cabeza
- Algunos virus
- Medicamentos
- Falta de circulación sanguínea
- Tumores del nervio acústico
- Desconocidas
¿Cuáles son los principales vértigos periféricos?
Entre los diferentes vértigos periféricos se pueden destacar:
- Vértigo postural benigno (Vértigo postural paroxístico benigno): es el más frecuente de los vértigos. Son cuadros de segundos de duración relacionados con los cambios de posición. Aparece en cierto movimiento o posición durante unas semanas para luego desaparecer. Suele repetirse durante años.
- Neuritis vestibular (neuronitis vesticular): es un cuadro agudo e intenso acompañado de todo el contexto de vértigo con náuseas, vómitos e inestabilidad que empeora con los movimientos de cabeza o cambios de posición y que mejora al fijar la mirada en un lugar. Puede haber nistagmo (movimientos espontáneos rápidos de los ojos) y acúfenos (pitidos o zumbidos en el oído). Suele durar unos días y cede espontáneamente. Es normal que vuelva a aparecer en brotes y deja alteraciones residuales de inestabilidad en la marcha.
- Laberintitis: se produce al inflamarse el laberinto por causas infecciosas (virus o bacterias). En este caso se produce vértigo, asociado a dolor de cabeza, fiebre u otros signos de infección. Se debe tratar la causa infecciosa para que ceda el vértigo.
- Fístulas perilinfáticas: suelen ser debidas a lesiones traumáticas (tos o estornudos) o hiperbáricas (buceo). Se presenta como un vértigo de posición y falta de audición que es variable, dura unos días y cede solo.
- Síndrome de Ménière (vértigo de Ménière): son cuadros de vértigo de minutos u horas de duración que se asocian a acúfenos (pitidos o zumbidos en el oído), sensación de opresión en el oído y falta de audición. Entre los ataques suele persistir una inestabilidad al andar, y como los cuadros son recurrentes suele ser incapacitante tanto por la falta de audición como porque el aumento de esta inestabilidad se hace permanente.
- Mareo a causa del movimiento o cinetosis: Producido al viajar en vehículos en movimiento.
¿Cuáles son los principales vértigos centrales?
Entre los diferentes vértigos centrales se pueden destacar:
- Vértigos secundarios a afecciones vasculares cerebrales: como en estos casos las lesiones son cerebrales, se asocian a alteraciones en el habla, alteraciones de los movimientos de la cara, visión disminuida y parálisis de extremidades.
- Vértigos en el contexto de una jaqueca o migraña: éstos son fáciles de diagnosticar por ser un dolor de cabeza que se siente como pulsos o golpes de horas de duración y con antecedentes familiares de los mismos síntomas.
- Vértigos secundarios a tumores cerebrales: dan vértigo progresivo con síntomas nerviosos focales (zonas específicas del cuerpo paralizadas o adormecidas, visión o audición disminuidas), ataxia (falta de coordinación en los movimientos), dolor de cabeza.
- Vértigos secundarios a eventos que afectan todo o la mayor parte del cerebro: Esclerosis múltiple, epilepsia, tumor cerebral o cerebeloso, traumatismo severo, intoxicaciones o efectos de medicamentos.
¿Cómo se puede detectar?
Para el diagnóstico del vértigo, se realiza un detallado interrogatorio al paciente y un examen físico completo con énfasis en la evaluación del oído, el equilibrio y la marcha.
Este examen incluye las pruebas vestibulares que evalúan la aparición o variación del vértigo o de nistagmo (movimientos espontáneos de los ojos que son rítmicos y con características muy específicas) al poner la cabeza en diferentes posiciones.
Para diferenciar ambos tipos generales de vértigo nos debemos fijar en el nistagmo, la intensidad del vértigo y el desencadenante. En el siguiente cuadro se ven las características principales de cada tipo:
VÉRTIGO PERIFÉRICO | VÉRTIGO CENTRAL |
Nistagmo transitorio | Nistagmo persistente |
Nistagmo dirección fija | Nistagmo variable |
Vértigo intenso | Vértigo leve |
Posicional | No posicional |
Posteriormente se realizan exámenes como:
- Audiometría: Medición de la audición en ambos oídos.
- Electronistagmografía o videonistagmografía: un estudio de los movimientos del ojo, aparte del realizado durante la exploración física directa. En esta prueba se recogen, mediante unos electrodos, los movimientos de los ojos ante diferentes estímulos (calor, presión) y quedan registrados en un gráfico o en un video para su análisis.
- Resonancia nuclear magnética de cerebro si se sospecha vértigo central.
- Posturografía de plataforma móvil: El equilibrio se mide en una plataforma que registra los movimientos posturales al ponerse de pie encima de ella.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Depende del momento de presentación del vértigo y del tipo de vértigo:
- En el episodio agudo o en el servicio de urgencias: Medicamentos antihistamínicos, anticolinérgicos, y antieméticos. Los más frecuentes son la Betahistina, la Tietilperazina y el Sulpirida. Algunas veces se usan glucocorticoides.
- Se recomienda la terapia de rehabilitación vestibular en los vértigos periféricos para evitar el uso excesivo de medicamentos que después impidan al cuerpo recuperarse por sí mismo. Consiste en un conjunto de ejercicios realizados por el profesional de terapia física que buscan que la persona se acostumbre de manera paulatina a tener diferentes posiciones en el cuello y la cabeza sin que se produzca el vértigo. Es molesta porque se produce el vértigo, pero en muchos casos es muy efectiva.
- Cuando el cuadro es muy intenso, se realizan tratamientos quirúrgicos con drenaje de la linfa mediante incisiones en el laberinto, la laberintectomía y otras veces la sección de nervio auditivo y vestibular.
- Los vértigos centrales y los síndromes vertiginosos no vestibulares requieren manejo específico de la enfermedad que los produce.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico