Medicamentos ansiolíticos

¿Qué son los ansiolíticos?

Los medicamentos ansiolíticos son un grupo de fármacos que producen enlentecimiento de las funciones nerviosas, por lo que producen relajación o sensación de calma.

Algunos de ellos se utilizan en situaciones de urgencia, ya que actúan de manera rápida, pero la mayoría requiere varios días e incluso semanas de tratamiento para ver los resultados.

En cualquier caso, la recomendación principal es ser valorado por el médico que será quien prescriba el medicamento apropiado y luego realizar seguimientos con un especialista en psiquiatría.

Los trastornos del estado de ánimo como la ansiedad requieren tratamientos a largo plazo, así como terapias adicionales a los fármacos.

Los medicamentos ansiolíticos se utilizan para tratar:

• Trastorno de angustia con agorafobia
• Trastorno de ansiedad generalizada
• Trastorno de ansiedad social
• Trastorno obsesivo compulsivo TOC
• Cuadros de pánico
• Insomnio
• Convulsiones

¿Qué tipos de ansiolíticos existen?

Los ansiolíticos se pueden clasificar en:

• Medicamentos que también se usan como antidepresivos: Se usan en la actualidad como primera línea en caso de ansiedad.

  Son medicamentos que no sirven en caso de necesitar un efecto rápido porque empiezan a actuar lentamente en el tiempo. De hecho, se comienzan a administrar de manera progresiva porque en ocasiones incluso aumentan la sensación de ansiedad.

  A pesar de esto, son los fármacos que mejor controlan las enfermedades relacionadas con la ansiedad en el largo plazo, además de disminuir notablemente el síntoma de depresión.

  Son principalmente:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: Se pueden utilizar para trastorno de ansiedad asociados a depresión y trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pueden producir disfunciones sexuales y, en algunos casos, aumentar el riesgo de suicidio. Los principales medicamentos de este tipo son: citalopram, escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, sertralina y vilazodona.
  • Inhibidores de la recaptación de la serotonina-norepinefrina: Se usan en los mismos casos que los anteriores con efectos secundarios similares. Los principales son: venlafaxina, desvenlafaxina, duloxetina, milnaciprán y levomilnaciprán.

• Benzodiacepinas: Utilizadas en servicios de urgencias, por lo general.

• Barbitúricos: El barbitúrico más común es el fenobarbital.

• Antagonistas beta adrenérgicos: Por ejemplo, el propranolol y el nadolol.

• Otros ansiolíticos: Se usan para ciertos fines como el clometiazol, doxilamina, hidroxizina, zolpidem o zopiclona.

¿Qué son las benzodiacepinas?

Las benzodiacepinas son medicamentos de acción muy rápida que suelen utilizarse en situaciones de urgencia.

Sin embargo, se utilizan menos en la actualidad como medicamentos ansiolíticos por la facilidad con la que producen dependencia y abuso, porque pueden producir alteraciones en la memoria y porque no sirven para tratar la depresión que por lo general está asociada en casos de ansiedad.

Las benzodiazepinas además de por su efecto ansiolítico, a través de la inhibición de los circuitos neuronales en el sistema límbico, se usan también:

• Como relajantes musculares para tratar los espasmos musculares.
• Como agentes amnésicos para procedimientos endoscópicos (colonoscopia, endoscopia superior, etc.).
• Para el estado epiléptico (por ejemplo, el lorazepam y el diazepam).
• Para la abstinencia del alcohol (el lorazepam se usa para la prevención y el tratamiento del delirium tremens).
• Para terrores nocturnos y sonambulismo.
• Coma agentes anticonvulsivos.

Se puede diferenciar las benzodiazepinas con propiedades ansiolíticas por la duración de su acción.

Los principales tipos de benzodiacepinas por su duración son:

• De acción larga (40 a 200 horas): Las más usadas son el diazepam, el clorazepato y el flurazepam.
• De acción intermedia (20 a 40 horas): Se encuentran en este grupo el clonazepam y el bromazepam.
• De acción corta (5 a 20 horas): En este grupo están el lorazepam, el lormetazepam y el alprazolam.
• De acción muy corta (1 a 2 horas): Como por ejemplo el triazolam y el midazolam.

Por ejemplo, el triazolam es una benzodiazepina de corta duración (2- 4 horas) que se usa como inductor del sueño y, sin embargo, debemos utilizar otra medicación en la falta de sueño por despertar prematuro.

Debe tenerse cuidado al usar estos medicamentos si hay previamente:

• Enfermedades hepáticas
• Abuso de alcohol
• Enfermedades cerebrales
• Escasa salivación en los niños
• Glaucoma
• Hiperactividad
• Enfermedades renales o del pulmón
• Miastenia gravis
• Porfirias
• Embarazo
• Apnea del sueño

Durante el tratamiento pueden aparecer:

• Convulsiones
• Fiebre
• Temblores
• Debilidad muscular
• Pérdida de reflejos
• Astenia intensa
• Movimientos involuntarios
• Respiración entrecortada
• Sequedad de mucosas (oral - conjuntival - nasal)
• Piel eritematosa
• Hipotensión
• Pulso lento
• Alteraciones mentales leves o incluso, confusión y coma

Las benzodiazepinas causan dependencia por lo que deben usarse en tratamientos cortos en el tiempo.

Al suspender un tratamiento con benzodiazepinas pasan unas tres semanas hasta que el cuerpo se deshabitúa. Durante este tiempo se puede notar una piel muy sensible al dolor, molestias intestinales, alteraciones en la visión, hipotensión, cuadros de confusión y alteraciones del sueño.

No debe administrarse con alcohol, ya que se potencia su actividad, ni son aconsejables durante el embarazo y lactancia, por pasar al feto y recién nacido a través de la placenta y leche materna.

Con alprazolam se suele ver alterada la libido y la erección, incluso con falta de orgasmo.

El clonazepam (una benzodiazepina usada como antiepiléptico) parece producir aumento de la libido y en los hombres puede producir ginecomastia.

Con diazepam y quazepam se altera la libido y aparecen alteraciones en los ciclos menstruales en las mujeres e impotencia en los hombres.

Barbitúricos

Los barbitúricos son medicamentos derivados del ácido barbitúrico que afectan al sistema nervioso central produciendo un efecto relajante o anestésico.

Tienen propiedades ansiolíticas, pero también hipnóticas y anticonvulsivas.

Son medicamentos que pueden generar dependencia o adicción por lo que se prefiere el uso de benzodiazepinas que también son menos tóxicas en caso de sobredosis.

Actualmente son poco utilizados, aunque aún se usan para tratar problemas como:

• Migrañas
• Epilepsia
• Sedación

Antagonistas beta adrenérgicos

Se utilizan, por ejemplo, para suprimir los síntomas de miedo a hablar en público, pero pueden producir hipotensión arterial. Ejemplos son el propranolol y el nadolol.

El propranolol se usa también para tratar la fobia social y se recomienda tomarlo una o dos horas antes de la situación temida.

Otros ansiolíticos

Existen otros medicamentos que tienen efectos ansiolíticos:

• Clometiazol: Se usa en personas de edad avanzada para la inquietud, la agitación o el insomnio grave cuando otros tratamientos no han sido eficaces o están contraindicados.
• Doxilamina: Tiene efectos sedantes siendo adecuado para inducir el sueño.
• Hidroxizina: Se usa para tratar la ansiedad en adultos.
• Zolpidem: Es un hipnótico que se usa para el tratamiento a corto plazo del insomnio en adultos, cuando el insomnio está debilitando o causando ansiedad grave.
• Zopiclona: Es un agente inductor del sueño que se usa para el tratamiento a corto plazo del insomnio en adultos.

Componentes activos y nombres comerciales de medicamentos ansiolíticos