¿Qué son los medicamentos antiulcerosos?
Los medicamentos antiulcerosos se emplean principalmente en el tratamiento de la úlcera gástrica y la úlcera duodenal.
Su objetivo es aliviar los síntomas, contribuir a la cicatrización de la úlcera y prevenir que sangre y, una vez curada, evitar que vuelva a aparecer.
Las úlceras gástricas y duodenales parecen estar relacionadas con la presencia de la bacteria Helicobacter pylori y, por tanto, si se detecta la presencia de la bacteria, una terapia orientada a su eliminación es muy eficaz para el tratamiento de las úlceras.
El tratamiento de erradicación del Helicobacter pylori siempre incluye un medicamento antiulcerosos tipo inhibidor de la bomba de protones.
¿Qué tipos de antiulcerosos se emplean actualmente?
Los principales grupos de antiulcerosos que se emplean actualmente son:
- Inhibidores de la bomba de protones
- Antagonistas del receptor H2 o antihistamínicos H2
- Protectores de la mucosa
- Otros (dicitrato bismutato tripotásico, acexamato de zinc, pirenzepina)
Los medicamentos antiulcerosos actúan de manera diferente a los medicamentos antiácidos. En ocasiones, se utilizan de manera simultánea para potenciar el efecto, sobre todo la eliminación de los síntomas molestos.
Asimismo, en ocasiones los antiulcerosos, se utilizan al mismo tiempo con medicamentos que mejoran los movimientos digestivos, por ejemplo, en el caso del reflujo gastroesofágico.
¿Qué son los inhibidores de la bomba de protones?
Los inhibidores de la bomba de protones son el omeprazol, lansoprazol, esomeprazol, pantoprazol, dexlansoprazol y rabeprazol.
Son los medicamentos antiulcerosos más utilizados por su potencia: disminuyen hasta el 90% la producción de ácido en el estómago.
Producen la inhibición de la "bomba de protones", que constituye el elemento principal del mecanismo secretor de ácido en el estómago. Esta inhibición es irreversible y, por lo tanto, el efecto terapéutico dura mucho más de lo que podría esperarse de la corta presencia en el cuerpo de estos medicamentos.
Los índices de curación son similares a los de los antihistamínicos H2 en úlcera gástrica, pero son algo mejores en úlcera duodenal y significativamente mejores en esofagitis por reflujo.
Son medicamentos muy eficaces. Su característica principal que la diferencia de los antihistamínicos H2 es que el periodo de curación es corto produciendo al tiempo el alivio de la sintomatología y el proceso de cicatrización. Los efectos secundarios de importancia no superan el 1% de los casos.
Los inhibidores de la bomba de protones se administran de varias maneras: cápsulas, tabletas de liberación prolongada, suspensión líquida y ampolletas para administración intravenosa.
Las principales indicaciones de estos medicamentos son:
- Úlcera gástrica
- Úlcera duodenal
- Úlceras sangrantes
- Prevención de úlceras asociadas a los AINEs como la aspirina®
- Erradicación de la bacteria Helicobacter pylori
- Reflujo gastroesofágico
- Esofagitis erosiva de difícil manejo
- Síndrome de Zollinger-Ellison
Es muy raro que se presenten efectos adversos, aunque a veces, alteran la función de otros medicamentos como los anticoagulantes.
Por ello, y como son medicamentos muy conocidos y que se venden casi todos sin receta médica, se debe tener mucha precaución con la automedicación.
No se recomienda tomar estos medicamentos sin una prescripción médica en la que se especifiquen la dosis y el tiempo de duración del tratamiento para que sean realmente útiles y se eviten complicaciones.
¿Qué son los antihistamínicos H2?
Los antagonistas del receptor H2 o antihistamínicos H2 (cimetidina, ranitidina, famotidina, nizatidina) producen la inhibición de la secreción ácida por bloqueo de los receptores específicos de producción de ácido (H2 de la histamina). No presentan diferencias significativas entre ellos.
Son algo menos potentes que los inhibidores de la bomba de protones: disminuyen el 70% de la acidez del estómago.
Pueden usarse en una o dos tomas diarias con eficacia similar y la administración puede ser por vía oral, intramuscular o intravenosa.
Los más modernos tienen menos efectos adversos que la cimetidina, ya que no alteran el metabolismo del hígado, siendo esto preferible en ancianos y cuando se utilizan a la vez otros medicamentos (antialérgicos, teofilina, etc.), pero son ventajas poco significativas si tenemos en cuenta que los efectos adversos no superan el 3% de los casos.
Los antihistamínicos H2 se utilizan sobre todo para la cicatrización de úlceras gastroduodenales y para la prevención de úlceras de estrés.
Es posible que generen tolerancia, es decir que después de cierto tiempo de terapia ya no funcionen tan bien. Por esto, han ido siendo reemplazados por los inhibidores de la bomba de protones.
¿Cuáles son los medicamentos antiulcerosos protectores de la mucosa?
Los medicamentos que aumentan las defensas de la mucosa gastrointestinal ante la agresión del ácido clorhídrico son:
- Sucralfate o sucralfato: actúa formando como un parche que se deposita en la úlcera y esto impide el ataque de los ácidos del estómago en la zona dañada. Estos medicamentos no se absorben.
- Misoprostol: es una prostaglandina. Aumenta la resistencia de la pared del estómago a los ácidos y a dosis altas bloquean la secreción de ácidos. De eficacia similar a los otros grupos de antiulcerosos pero de más efectos secundarios, ya que suele aparecer diarrea en un 10% de los casos. No se puede utilizar en el embarazo por generar abortos. Si parecen ser más efectivos en la prevención de ulceras producidas por los antiinflamatorios.
- Medicamentos antiácidos: es un grupo variado de medicamentos en los que se incluye el bicarbonato de sodio, carbonato de calcio, la simeticona y combinaciones de otras sales como los hidróxidos de aluminio y magnesio, entre otros. Suelen ser de venta libre y mejoran los síntomas, pero no suelen curar la enfermedad de base.
¿Qué otros medicamentos antiulcerosos existen?
Otros ácidos supresores y citoprotectores son:
- El dicitrato bismutato tripotásico además de producir una tapa protectora de la mucosa, puede tener un efecto inhibidor de la bacteria Helicobacter pylori, que se cree está relacionado con la etiología de la úlcera.
- Otro protector es el acexamato de zinc, que parece también estabilizar los mastocitos e inhibir la secreción de histamina.
- La pirenzepina produce un bloqueo nervioso (colinérgico) de la secreción de ácidos, por ello también produce sequedad de boca (3,9%) y visión borrosa (1,7%).
¿Cómo son las pautas del tratamiento con antiulcerosos?
El tratamiento con medicamentos antiulcerosos depende de la enfermedad que se haya diagnosticado.
Existen diferentes pautas de tratamiento que serán establecidas por el médico según se trate de:
- Tratamiento del reflujo gastroesofágico: el objetivo es prevenir la esofagitis erosiva que puede llevar al esófago de Barret y al cáncer de esófago. Se ha visto que esto se logra con los inhibidores de la bomba de protones en tratamientos de 8 a 12 semanas.
- Tratamiento de la úlcera gastroduodenal o úlcera péptica: se busca la curación de la úlcera y la erradicación de H.pylori si es necesario.
- Tratamiento de las úlceras relacionadas con antiinflamatorios no esteroides (AINEs): también funcionan mejor los inhibidores de la bomba de protones.
- Tratamiento de la dispepsia funcional.
- Tratamiento del síndrome de Zollinger-Ellison.
- Tratamiento de los trastornos esofágicos funcionales.
Para el tratamiento de la úlcera se realiza normalmente un tratamiento en periodo agudo de 1 o 2 meses.
Como al suspenderlos hay un porcentaje alto de recaídas, se suele hacer un tratamiento de mantenimiento a mitad de dosis (por la noche) durante largos periodos de tiempo. De este modo las recidivas son del 8,5% al 2,5% mensuales, algo mayores en la úlcera gástrica que en la duodenal.
El tratamiento con antiácidos, sucralfato o pirenzepina es parecido al de antagonistas H2 en eficacia, siendo la única excepción el dicitrato bismutato tripotásico con índices de recaídas menores del 25% a los 12 meses, lo cual parece estar en relación a su actuación contra el Helicobacter pylori.
La eficacia del omeprazol y del misoprostol son similares a los anti H2. Por ello las recaídas se tratan bien haciendo un mantenimiento o bien realizando pautas de choque ocasionales siendo a veces necesario alternar medicamentos.
¿Cuál es la terapia de erradicación del helicobacter pylori?
Parece ser que el Helicobacter pylori es fundamental en la enfermedad ulcerosa, por ello los tratamientos encaminados a tratar de erradicar esta bacteria de la pared del estómago son muy eficaces para evitar las recidivas.
Los regímenes de tratamiento para la erradicación de esta bacteria cambian constantemente porque, como ocurre con todos los microorganismos, se va formando resistencia a los antibióticos hasta que ya no funcionan.
Es importante que la prescripción del tratamiento sea dada por un médico que conozca la susceptibilidad a los antibióticos en la zona geográfica donde se viva.
Por ejemplo, en la actualidad existen cuatro tipos de terapia antibiótica:
- Terapia triple: Un inhibidor de la bomba de protones + Claritromicina + Amoxicilina (o Metronidazol) por 10 a 14 días.
- Terapia cuádruple: Un inhibidor de la bomba de protones + metronidazol + bismuto subsalicilato + tetraciclina por 10 a 14 días.
- Terapia secuencial: Un inhibidor de la bomba de protones + amoxicilina por 5 días seguido por un inhibidor de la bomba de protones + claritromicina y tinidazol (o metronidazol) por otros cinco días.
- Otra: Un inhibidor de la bomba de protones + amoxicilina + levofloxacina por 10 días.
Todos los inhibidores de la bomba de protones se pueden utilizar, aunque todos tienen dosis diferentes.
Componentes activos y nombres comerciales de medicamentos antiulcerosos
- Inhibidores de la bomba de protones
- Dexlansoprazol
- Esomeprazol
- Axiago®
- Emanera®
- Esomeprazol ALTER®
- Esomeprazol ARISTO®
- Esomeprazol CINFA®
- Esomeprazol COMBIX®
- Esomeprazol DAVUR®
- Esomeprazol DEMO®
- Esomeprazol KERN PHARMA®
- Esomeprazol KRKA®
- Esomeprazol MABO®
- Esomeprazol NORMOGEN®
- Esomeprazol NORMON®
- Esomeprazol PENSA®
- Esomeprazol RATIOPHARM®
- Esomeprazol SANDOZ®
- Esomeprazol STADA®
- Esomeprazol SUN®
- Esomeprazol TECNIGEN®
- Esomeprazol TEVA®
- Esomeprazol TEVAGEN®
- Esomeprazol VIATRIS®
- Esomeprazol VIR®
- Nexium®
- Nexium Mups®
- Lansoprazol
- Duomate®
- Estomil®
- Estomil flas®
- Lansoprazol ALMUS®
- Lansoprazol ALTER®
- Lansoprazol ARISTO®
- Lansoprazol AUROVITAS®
- Lansoprazol CINFA®
- Lansoprazol CINFAMED®
- Lansoprazol COMBIX®
- Lansoprazol DAVUR®
- Lansoprazol KERN PHARMA®
- Lansoprazol MABO®
- Lansoprazol NORMON®
- Lansoprazol PENSA®
- Lansoprazol QUALIGEN®
- Lansoprazol SALVAT®
- Lansoprazol SANDOZ®
- Lansoprazol STADA®
- Lansoprazol TARBIS®
- Lansoprazol TECNIGEN®
- Lansoprazol TEVA®
- Lansoprazol VIATRIS®
- Lansoprazol VIR®
- Lanzol®
- Monolitum®
- Monolitum flas®
- Opiren®
- Opiren flas®
- Pro Ulco®
- Omeprazol
- Arapride®
- Aulcer®
- Belmazol®
- Dolintol®
- Gastrimut®
- Improzol®
- Losec®
- Nuclosina®
- Omapren®
- Omekaste®
- Omeprazol ABDRUG®
- Omeprazol ALMUS®
- Omeprazol ALTER®
- Omeprazol ARISTO®
- Omeprazol ARISTOGEN®
- Omeprazol AUROVITAS®
- Omeprazol CINFA®
- Omeprazol CINFAMED®
- Omeprazol COMBIX®
- Omeprazol DAVUR®
- Omeprazol GOBENS®
- Omeprazol HEALTHKERN®
- Omeprazol KERN PHARMA®
- Omeprazol KORHISPANA®
- Omeprazol KRKA®
- Omeprazol MABO®
- Omeprazol NORMON®
- Omeprazol PENSA®
- Omeprazol QUALIGEN®
- Omeprazol RECNIGEN®
- Omeprazol SANDOZ®
- Omeprazol SERRACLINICS®
- Omeprazol STADA®
- Omeprazol SUN®
- Omeprazol TARBIS®
- Omeprazol TEVA®
- Omeprazol VIATRIS®
- Omeprazol VIR®
- Omeprotect®
- Parizac®
- Pepticum®
- Ulceral®
- Ulcesep®
- Pantoprazol
- Alapanzol®
- Anagastra®
- Citrel®
- Nolpaza®
- Normogastrol®
- Pantecta®
- Pantoprazol ALMUS®
- Pantoprazol ALTER®
- Pantoprazol ARISTO®
- Pantoprazol AUROVITAS®
- Pantoprazol CINFA®
- Pantoprazol COMBIX®
- Pantoprazol DAVUR®
- Pantoprazol DURBAN®
- Pantoprazol HIKMA®
- Pantoprazol KERN PHARMA®
- Pantoprazol KRKA®
- Pantoprazol MABO®
- Pantoprazol NORMON®
- Pantoprazol PENSA®
- Pantoprazol QUALIGEN®
- Pantoprazol RECORDATI®
- Pantoprazol SANDOZ®
- Pantoprazol SERRACLINICS®
- Pantoprazol STADA®
- Pantoprazol SUN®
- Pantoprazol TARBIS®
- Pantoprazol TECNIGEN®
- Pantoprazol TEVA®
- Pantoprazol VIATRIS®
- Pantoprazol VIR®
- Rabeprazol
- Aciphex®
- Pariet®
- Rabeprazol ALTER®
- Rabeprazol AUROVITAS®
- Rabeprazol CINFA®
- Rabeprazol COMBIX®
- Rabeprazol KERN PHARMA®
- Rabeprazol KRKA®
- Rabeprazol MYLAN®
- Rabeprazol NORMON®
- Rabeprazol QUALIGEN®
- Rabeprazol RATIO®
- Rabeprazol SANDOZ®
- Rabeprazol STADA®
- Rabeprazol TARBIS®
- Rabeprazol TECNIGEN®
- Antihistaminicos h2
- Cimetidina
- Famotidina
- Famotidina ARISTO®
- Famotidina CINFA®
- Famotidina NORMON®
- Pepcid®
- Nizatidina
- Ranitidina
- Ranitidina Normon®
- Protectores de la mucosa
- Misoprostol
- Angusta®
- Cytotec®
- Misofar®
- Misoone®
- Sucralfato
- Carafate®
- Misoprostol
- Otros antiulcerosos
- Acexamato de zinc (Zinc acexamato)
- Copinal ®
- Dicitratobismutato tripotásico (Subcitrato bismuto)
- Gastrodenol ®
- Pirenzepina
- Gastrozepin®
- Acexamato de zinc (Zinc acexamato)
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico