Medicamentos diuréticos

Introducción

Los medicamentos diuréticos actúan en el riñón reduciendo el volumen sanguíneo y aumentando la tasa de excreción de orina.

La reducción del volumen sanguíneo conduce a una disminución en la presión arterial. Por ello, los diuréticos son medicamentos usados habitualmente en el tratamiento de la hipertensión arterial.

Los diuréticos aumentan la eliminación de sal y agua por la orina. Al tomar diuréticos se orina más frecuentemente y especialmente tras la toma de líquidos.

Como efecto adverso pueden provocar la pérdida de potasio. Además, hay que tener cuidado con la pérdida de líquidos en ancianos y personas con problemas renales ya que puede causar estados de deshidratación.

Tipos de diuréticos

Existen varios tipos de diuréticos que pueden clasificarse según su mecanismo de acción:

• Tiazidas o diuréticos tiazídicos
• Diuréticos de asa o de alto techo
• Diuréticos ahorradores de potasio
• Diuréticos osmóticos
• Inhibidores de la anhidrasa carbónica

Tiazidas o diuréticos tiazídicos

Las tiazidas son el medicamento de primera elección para tratar la hipertensión en el adulto, Normalmente no se utilizan solos (en monoterapia) sino asociados a otros medicamentos antihipertensivos (como un IECA o un ARA II).

Actúan a nivel del túbulo contorneado distal del riñón aumentando la excreción de sodio y agua. A su vez, producen una pérdida de potasio, que puede ser intensa.

Tienen efectos secundarios a largo plazo no despreciables como el aumento del ácido úrico en la sangre, descompensación de electrólitos (sales), etc.

Las principales tiazidas son la hidroclorotiazida, la clortalidona, la indapamida, la clorotiazida o la metolazona.

Las tiazidas también se usan en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca o la prevención de cálculos renales.

Las tiazidas no son eficaces en caso de insuficiencia renal avanzada (creatinina sérica mayor de 2,5 mg/dl o depuración de creatinina menor de 30 ml/min/1,73 m2.). En este caso se suelen utilizar diuréticos de asa o de alto techo.

Uno de los problemas que han tenido en los últimos años ha sido que las presentaciones en altas dosis se han asociado a aumento de resistencia a la insulina y generación de diabetes mellitus tipo 2, lo que a veces hace que se descontinúen, aunque en dosis menores todos sus efectos secundarios tienden a disminuir.

Diuréticos de asa o de alto techo

Actúan bloqueando la reabsorción de cloro y sodio en el asa de Henle, una parte del riñón donde se produce la mayor parte de la reabsorción de agua y electrolitos. Al bloquear esta reabsorción aumentan la eliminación de sal a través de la orina.

En la hipertensión arterial no complicada no son muy utilizados.

Su principal indicación es en las enfermedades que presenten edema (retención excesiva de líquidos) como insuficiencia cardiaca, cirrosis, síndrome nefrótico o edema pulmonar.

Los principales diuréticos de este grupo son la furosemida, torasemida y bumetanida.

Pueden provocar una perdida significativa de potasio en el organismo.

A veces se usan para junto con la clortalidona (diurético tiazídico) para tratar la hipertensión arterial muy resistente asociada a enfermedad renal crónica avanzada.

Diuréticos ahorradores de potasio

Aumentan la excreción de agua y sal por la orina sin afectar al potasio.

Los principales son la amilorida, espironolactona o triamtereno.

Estos diuréticos se usan en el tratamiento de la hipertensión arterial en combinación con otros diuréticos para prevenir posibles bajos niveles de potasio.

La espironolactona puede usarse también para el tratamiento del hirsutismo o el síndrome de ovarios poliquísticos. Como efecto secundario la espironolactona puede causar ginecomastia (crecimiento de las glándulas mamarias en varones).

Diuréticos osmóticos

Aumenta la osmolaridad del líquido tubular aumentando el filtrado renal y por consiguiente el volumen de orina.

No se utilizan para la hipertensión arterial. Están indicados para pacientes con aumento de la presión intracraneal o aumento de la presión intraocular.

El principal medicamento de este grupo es el Manitol.

Inhibidores de la anhidrasa carbónica

Aumentan la eliminación de agua y electrolitos a través de la orina al bloquear la acción de la enzima anhidrasa carbónica.

Los inhibidores de la anhidrasa carbónica tampoco se utilizan en el tratamiento de la hipertensión arterial. Se prescriben para el mal de altura, el glaucoma, la alcalosis metabólica o la hipertensión intracraneal (por ejemplo, en el seudotumor cerebral).

El principal medicamento de este grupo es la acetazolamida.

Como efecto secundario pueden causar acidosis metabólica y provocar reacciones alérgicas en algunos pacientes.

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