El dermatólogo me ha recetado un champú y vitaminas para la caída del pelo. En un centro capilar me aplicarían láser y masajes ¿Son realmente efectivos?

Pregunta

He notado caída del pelo. He acudido al dermatólogo y me ha dado un tratamiento a base de champú, ampollas y vitaminas.

Mientras esperaba su diagnóstico acudí a un centro capilar. Allí el tratamiento es esencialmente lo mismo, pero aplican láser y masajes para, según he entendido, activar la circulación y así poder recuperar parte del pelo perdido. ¿Es esto cierto, o es suficiente con el tratamiento del especialista y los masajes que uno mismo se pueda dar?

La verdad es que estoy bastante confusa, y confieso que me empiezo a obsesionar con esta caída, cosa que supongo no es nada bueno.

Respuesta

En primer lugar, me gustaría transmitirle un mensaje de tranquilidad. A lo largo de la vida todas las mujeres van disminuyendo progresivamente la cantidad de pelo que tienen en el cuero cabelludo sin que eso suponga que el destino final de la mayoría de ellas sea el quedarse calva ni con cuatro pelos, es decir, forma parte de los cambios que se producen de forma natural en todas las personas con el paso de los años. De esta manera, se tienen menos pelos a los 20 años que a los 10; y menos a los 30 que a los 20 y así sucesivamente. La mayoría de las veces, esa disminución progresiva del pelo pasa desapercibida hasta que en un momento determinado coincidiendo con el comentario de una peluquera, el paso por una situación de estrés u otras circunstancias a veces no conocidas, desencadenan la alarma a la paciente.

Por eso, la mayoría de las veces el tratamiento consiste en informar de la naturaleza normal del proceso y acompañarlo de algunas vitaminas por vía oral o local que ayuden a que no falte nada para que el pelo pueda tener un metabolismo normal. Si has acudido al dermatólogo y te ha indicado este tratamiento es porque seguramente te encuentras en estas circunstancias no alarmantes. Y, como en otros aspectos de la vida, siempre hay personas o grupos de personas que prometen resultados milagrosos en aquellas enfermedades que no tienen curación (no es tu caso porque tu problema no es una enfermedad) o en personas que se encuentran en una situación de preocupación importante que les predispone a pagar grandes cantidades de dinero por tratamientos supuestamente milagrosos y que nunca se corresponden con lo que prometen.

En resumen, tranquila. Sigue los consejos de tu especialista y no hagas caso a los supuestos remedios milagrosos (no existen y además no los necesitas) sin ninguna base científica. Los masajes y el láser no tienen ningún mecanismo que mejore la eficacia de los otros tratamientos que te han aconsejado. No te preocupes ni obsesiones, no tienes motivo. Si tienes dudas, acude a tu dermatólogo para que te las aclare.