Pregunta
En el mes de julio a mi madre, de 73 años de edad, le detectaron una anemia bastante severa. Ella se quejaba de debilidad y agotamiento, y al mandarle un análisis de sangre su médico de cabecera descubrió que estaba muy baja de hierro (hasta ahora no se ha podido determinar la causa de esta anemia), además de un nivel de velocidad en la sangre anormalmente alto.
Nada más detectársele la anemia, el médico de cabecera le prescribió un tratamiento de hierro, y la remitió a la consulta del hematólogo. A finales de agosto se le hizo otro análisis, y se apreció una elevación bastante acusada del nivel de hierro.
A finales del mes de septiembre mi madre sufrió un episodio de colon irritable –así se le diagnosticó por el especialista privado del aparato digestivo que la viene tratando habitualmente-, con dolor de vientre, náuseas y malestar. El referido especialista ordenó un nuevo análisis de sangre, apreciándose un nivel de hierro otra vez bajo, y un nivel del marcador tumoral CA 19.9 superior al normal (de 166,6). En la familia de mi madre tres de sus hermanas han fallecido en los últimos años de cáncer de colon.
A la vista del nivel del CA 19.9, se le han practicado a mi madre las siguientes pruebas:
- TAC torácico-abdomino-pélvica.
- Ecografía de páncreas e hígado.
- Colonoscopia.
No se ha encontrado absolutamente nada anormal –excepto que tiene una bronquiecstasia en un pulmón, del cual viene siendo tratada por su neumólogo sin mayores complicaciones-.
El hematólogo de la Seguridad Social viene controlando la evolución de mi madre por medio de análisis de sangre periódicos: Pues bien, en el último análisis, el marcador CA 19.9, está situado en un valor de 252,2. En cuanto al hierro, el valor ahora mismo es normal, si bien todavía sigue tomando hierro por prescripción del hematólogo. Ella se encuentra muy bien, y hace vida perfectamente normal.
El motivo de mi consulta, en consecuencia, es el siguiente: Puesto que el médico de cabecera y el hematólogo de la Seguridad Social (además del especialista privado del aparato digestivo), no han diagnosticado, a la vista de las pruebas practicadas, ningún tipo de cáncer, pero sin embargo el marcador CA. 19.9 está en valores cada vez más elevados y superiores a los índices normales, solicito que por el especialista competente se determine si es conveniente practicar alguna prueba adicional para descartar la existencia de algún tipo de cáncer; o bien, en su caso, se valore si puede haber alguna explicación que justifique los referidos niveles de CA 19.9, o si este marcador puede avisar de la existencia de otro tipo de dolencia, que no sea cancerígena.
Respuesta
En primer lugar quisiera agradecer su consulta y la claridad con que ésta se expone. Es fácil entender que con los antecedentes familiares de su madre exista una lógica preocupación en relación con la existencia de un tumor. Si a esto se añade el cuadro clínico de anemia y la elevación analítica de un parámetro como el CA 19-9 empleado para la detección y control de los tumores (fundamentalmente pancreáticos) puede general una inquietud importante.
Pero por otro lado se le han realizado un número importante de pruebas encaminadas a descartar estos procesos por un lado estudios de imagen como la ecografía y el TAC que son los indicados para evaluar las lesiones del hígado, renales o pancreáticas y por otro lado la colonoscopia encaminada a descartar los tumores en el colon.
No hace referencia al estudio del tracto digestivo superior, es decir al esófago y estómago mediante una gastroscopia porque me imagino que la tendrá realizada o estará pendiente (para completar el estudio digestivo), ya que es frecuente la anemia producida por hernias del hiato esofágico, o nos despejaría las dudas existentes con problemas en el estómago o duodeno.
El carbohidrato 19-9 (CA 19-9) es una determinación analítica empleada como marcador tumoral, es decir que en algunos casos de cánceres pueden aumentar o también y en el caso del CA 19-9 pueden servirnos para controlar un tumor, sobre todo pancreático, que ya se quitó; como control de recidivas o nuevas apariciones del tumor.
Esta es la misión fundamental pero lo más importante es conocer que el CA 19-9 no siempre está relacionado con tumores de páncreas. Su principal aplicación como marcador tumoral es en tumores digestivos, en especial el carcinoma de páncreas, en el que presenta una sensibilidad entre el 20 % en los tumores menores de 3 cm y el 85 % en los casos avanzados. El CA 19-9 también es útil en el carcinoma gástrico (sensibilidad del 27 % en enfermedad local y del 70 % en neoplasias avanzadas) en combinación con el CEA y el TAG-72, en neoplasias ováricas (carcinomas mucinosos e indiferenciados) en combinación con el CA 125, y en adenocarcinomas o carcinomas indiferenciados de células grandes pulmonares.
En el cáncer colorrectal, algunos autores aconsejan su empleo junto con el CEA, si bien parece que el incremento de sensibilidad obtenido es escaso.
Existen otros proceso no cancerosos entre los que se encuentran las inflamaciones o alteraciones en la determinación (ingesta de otros fármacos, desnutrición) en los que también pueden verse aumentados los valores del CA 19-9: los trastornos no cancerosos que pueden elevar los niveles de CA 19-9 incluyen el cálculo biliar, pancreatitis, cirrosis del hígado, y colecistitis, insuficiencia renal, etc. Por no extenderme demasiado concluir que los datos objetivos que tenemos de su madre (a la espera del resultado de la gastroscopia) indican que en la actualidad no se detecta ningún tumor.
Su especialista tendrá en mente todos estos procesos y establecerá los controles adecuados para realizar la correcta valoración de ese preocupante dato analítico.
Dr. Javier Ortiz Lacorzana
Autor original