Pregunta
Mi pareja presenta lesiones similares a las del molusco contagioso. Presenta pápulas pequeñas, aperladas, en abdomen inferior a nivel de fosas iliacas son múltiples, en la cara interna de los muslos presenta dos o tres en cada muslo. Refiere prurito, y en algunas zonas esta inflamado y de color rojo, pero las lesiones no son umbilicadas. Yo no presento sintomatología ni ninguna lesión.
Un urólogo le diagnosticó molusco contagioso a simple vista, sin necesidad de realizarle biopsia. Inicio tratamiento hace dos días con Retinol A 0.025%.
Las preguntas son: ¿Puede ser transmitida por fomites? ¿Puedo ser transmisora asintomática? ¿Puede ser alguna lesión por picadura de insecto como chinches, garrapatas, moscas, etc.? ¿Debo tratarme yo también aunque no presente sintomatología ni lesiones? El refiere que probablemente yo fui la transmisora aunque sea asintomática.
¿Tiene recidivas o alguna consecuencia y puede haber complicaciones graves? Si es muy común en niños y desaparece con el tiempo, ¿Es posible que en adulto también se autolimite?
Respuesta
El molusco contagioso es una lesión cutánea producida por un virus. El virus que produce el molusco contagioso únicamente infecta a los humanos, no a los animales.
La descripción que hace de las lesiones indica que son compatibles con molusco contagioso. Las lesiones no son siempre umbilicadas, y para su diagnóstico no suele ser necesaria la realización de biopsia en casi ninguna ocasión. Si además le ha valorado el urólogo, lo más probable es que estemos ante un diagnóstico correcto.
Para poder adquirir esta enfermedad hay que estar en contacto con otra persona que también la tenga y así los virus pasan de unas personas a otras. Es una enfermedad muy frecuente, especialmente entre niños que tienen la piel seca y que acuden a piscinas, lo que favorece el contacto directo de la piel de unos individuos con otros.
Entre los adultos, otra posibilidad de contacto de la piel de un individuo infectado con otra persona es mediante el contacto íntimo que se produce durante las relaciones sexuales. Pero, evidentemente, no es la única manera de contacto de la piel de las personas infectadas a las que no lo están. Sólo afecta a la piel, no a las partes internas del cuerpo. Cuando una persona tiene molusco contagioso, puede transmitir el virus de unas partes de su piel a otras así como a otras personas que estén en contacto directo con las zonas infectadas.
Existen varias alternativas para el tratamiento del molusco contagioso: el curetaje (arrancado de las lesiones mediante un aparato llamado cureta) y la aplicación de diferentes productos que queman las lesiones (como por ejemplo, el retinol) suelen ser los más utilizados.
En ocasiones, se eliminan todas las zonas infectadas, pero puede ocurrir que el virus haya llegado a otra parte de la piel y se esté desarrollando, pero que no haya dado tiempo para que pueda observarse con claridad. En esas circunstancias pueden aparecer algunas lesiones nuevas en los días o semanas posteriores al tratamiento. Cuando sucede esto, se tratan las nuevas lesiones y se soluciona el problema de manera definitiva.
En ocasiones, las lesiones son muy pequeñas y difíciles de apreciar por quien la padece, con lo que habría que realizar una exploración detallada de toda la superficie corporal para descartar totalmente que una persona no padece esta enfermedad.
Otra posibilidad que sucede en los pacientes con molusco contagioso, es que el propio sistema inmunitario del que lo padece elimine los virus y las lesiones de manera espontánea, sin necesidad de realizar tratamiento. Pero como no hay manera para determinar si esta evolución va a ocurrir y, si lo hace, cuándo, la mejor alternativa ante un paciente con molusco contagioso es tratarle.
El molusco contagioso únicamente se puede transmitir a otras personas cuando se tienen las lesiones. Si no se tienen lesiones, no se puede transmitir.
En resumen, el molusco contagioso es una enfermedad benigna, leve, que no necesita análisis, que se contagia de unas zonas de la piel a otras y de la piel de unas personas a otras, que es imposible determinar con exactitud la persona que ha podido contagiar, pero que no debe importarle ya que tiene un tratamiento sencillo y eficaz.
Dr. Jesús Gardeazabal García
Autor original