Pregunta
Hace unos meses empecé a consultar sobre las enfermedades venéreas y en especial, sobre el papiloma humano. Verifiqué los síntomas, las características y vi fotografías de la enfermedad porque me preocupa lo que me está pasando.
Empecé a detectar verruguitas muy pequeñas con cabecita blanca en el pene alrededor del glande, en la base, y esto me preocupó. Lo dejé durante muchos meses, no crecieron, se mantienen del mismo tamaño, pero hace unas semanas me empezaron a salir unos granitos que solamente se notan en el glande cuando el pene está erecto.
Empecé hace dos días a ponerme Canesten con la esperanza de que estos granitos desaparezcan.
Aclaro que no tengo la circuncisión hecha y sólo tengo una pareja sexual. Además, jamás he tenido relaciones sexuales con prostitutas.
¿Me puedo poner talco para evitar tanta humedad? ¿Sigo poniéndome la crema Canesten? ¿Es alguna enfermedad peligrosa? ¿A qué tipo de especialista puedo acudir, dermatólogo, urólogo?
No tengo comezón (picor), siento un poco de irritación, y en ocasiones, mal olor auque el aseo sea diario.
Respuesta
Por lo que me comenta usted tiene una entidad llamada pápulas perladas del pene.
Las pápulas perladas son unos pequeños puntos blancos, con apariencia de verrugas o verruguitas, los cuales aparecen en el pene, prioritariamente por la zona de la base del glande y tienen una coloración algo más blanquecina que el color de la piel.
Estos pequeños puntos no son considerados como una enfermedad, son asintomáticos, es decir, no provocan ningún síntoma y son habituales en un número importante de hombres varones.
Al contrario que los papilomas no son contagiosos y no se presentan de la misma forma, por lo que no es necesario preocuparse ni tratarse de ellos.
El resto de los datos que aporta acerca de la humedad de la zona, la aparición de zonas más irritadas, algún día de mal olor, etc., corresponden a las circunstancias habituales que aparecen en el pene de los varones no circuncidados.
En estas circunstancias, se acumula la humedad y favorece la aparición de pequeñas irritaciones y molestias que son absolutamente normales.
En general no requieren tratamiento, sino el mantenimiento de la higiene normal de la zona con la limpieza habitual en la ducha sin excesivo frotamiento ni aplicación de jabones para no añadir irritaciones a una zona de piel tan sensible.
En resumen, por los datos que aporta no tiene ningún motivo de preocupación. Si tiene alguna duda o los datos que le aporto no coinciden con su problema le recomiendo que acuda a un dermatólogo.
Dr. Jesús Gardeazabal García
Autor original