Pregunta
Tengo una rotoescoliosis en la columna vertebral en las vértebras lumbares L4-L5.
Además, en la parte dorsal tengo una vértebra dislocada respecto a otra.
He estado haciendo ejercicios de natación pero necesito información respecto a esto.
Respuesta
La escoliosis es una alteración de la columna vertebral tan frecuente, que podríamos decir que lo raro es no padecerla. Consiste en que la columna vertebral presenta una curvatura lateral anómala.
La rotoescoliosis o escoliosis rotatoria es un tipo de escoliosis severa en que además de la curvatura lateral se produce un alto grado de rotación de la misma. Esta rotación de la columna puede acarrear que se produzcan desalineación de la pelvis, las costillas y los hombros. El término de rotoescoliosis suele reservarse para decribir las escoliosis con un grado de rotación elevado pero dado que todas las escoliosis en mayor o menor medida tienen un cierto grado de rotación a veces se utiliza como sinonimo de la escoliosis.
Lo adecuado seria que la columna constituyera un eje, visto de frente, totalmente vertical. Sin embargo, a veces, y de forma congénita, alguna o algunas vértebras no se desarrollan bien, sino que adoptan una forma triangular o de cuña de modo que se desvían los restantes segmentos vertebrales.
En otros casos, y también de forma congénita, podemos presentar una pierna más larga que otra, generalmente con rotación lateral e inclinación de la cadera, con la consecuente escoliosis para mantener derecho el eje del cuerpo.
Otras veces, la escoliosis la provocamos nosotros mismos por mantener una postura inadecuada de nuestra espalda, frecuentemente, por ejemplo, en mujeres que llevan pesados bolsos siempre sobre el mismo hombro.
Esta situación origina una doble curva en la columna y que los músculos que la rodean, que deberían darla estabilidad, están mucho más tensos, contracturados, a uno u otro lado de la misma, de modo que con su tensión desigual tiran de las vértebras y acrecientan el grado de escoliosis.
Una primera medida a tener en cuenta es la conveniencia de acudir a un masajista experimentado para que relaje la musculatura paravertebral, pues es imprescindible llevar descanso a esa zona. Un osteópata puede también reducir las tan frecuentes luxaciones vertebrales, fruto de la tensión muscular, que tan frecuentemente también pinzan algún nervio espinal.
Una vez con nuestra musculatura en condiciones vamos a entrenar sin provocar más tensión en esa zona. Para ello es fundamental cuidar la técnica de ejecución de los ejercicios:
- En el trabajo de elevación de tronco para abdominal, las piernas siempre se mantienen ligeramente dobladas, y la espalda conserva una suave curva durante todo el recorrido.
- La espalda y el glúteo siempre permanecen bien pegados al banco en cualquier ejercicio que realicemos sentados.
- Para los ejercicios efectuados en bancos planos encogeremos las rodillas y podremos apoyar los pies sobre el banco, de modo que nuestra espalda quede completamente plana sobre el banco.
- Nunca levantar grandes pesos por encima de la cabeza para no estresar la zona lumbar, ni cervical.
- Nunca cargar más peso en un brazo que en otro.
- Al levantar pesos grandes, mantenerlos cerca de nuestro cuerpo.
- Mantener el glúteo apretado en todos los ejercicios.
- No hacer movimientos bruscos.
- Fortalecer la cintura abdominal.
- Usar un alza apropiada en caso de tener una pierna más corta que otra, al menos al hacer ejercicios de sentadilla, pues, en caso contrario, siempre haremos más fuerza con una pierna que con otra, y primero lesionaremos la rodilla, y luego la zona lumbar.
- Acostumbrarnos a mantener una postura adecuada de nuestra espalda.
Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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