Soy una mujer de 26 años y tengo vello en cara, barbilla y pecho ¿A qué se debe?

Pregunta

Tengo 26 años, tengo vello en la cara, barbilla y pecho, pero son débiles. Hace 6 meses fui al ginecólogo por si acaso fuera un problema de ovario, pero tenía una inflamación. He ido por segunda vez a la revisión y ya no tengo nada, entonces descartó la posibilidad de que sea un problema de ovarios.

Mi temor es que el vello se me ponga fuerte ¿Puedo ocurrir esto? Mi ginecóloga me ha dicho que puede ser hereditario, no le ha dado importancia. Veo algunas mujeres que tienen el vello muy fuerte y abundante, ¿Puede que yo a la larga esté como ellas, con el vello fuerte?

Respuesta

Se define el hirsutismo como un aumento en la cantidad, distribución y tamaño del vello terminal o aparición de vello en lugares donde no son habituales en la mujer (aunque sea normal en el varón). El hirsutismo es una alteración que, por tanto, afecta a la mujer adulta. Se denomina vello terminal al que depende para su aparición y crecimiento de las hormonas sexuales (axilar y pubiano en la mujer) y hay que distinguirlo del vello lanuginoso, que no viene determinado sexualmente y que está presente en brazos y piernas.

Hay que reseñar que tanto el vello terminal como el lanuginoso, vienen determinado por factores personales, familiares y raciales. El vello es más abundante, fuerte y oscuro en razas de piel y pelo oscuro, como la mediterránea, y menos abundante y perceptible en razas de piel y cabello claro, como los nórdicos. Así mismo, según las razas, la percepción subjetiva de la presencia de hirsutismo es variable. Así se percibe como hirsutismo alarmante un poco de vello oscuro en una mujer de piel clara y cabello rubio, que en una mujer mediterránea de piel y cabello oscuro. Por tanto, la percepción del hirsutismo tiene gran determinante subjetivo y psicológico y depende de la imagen de su propio cuerpo que tenga cada mujer, dado que la aparición de vello se asocia con virilidad o pérdida de feminidad.

También hay que distinguir el hirsutismo de la virilización, que suele ser indicio de un problema serio, usualmente tumoral y que, aparte de producir un hirsutismo intenso, se asocia con alopecia frontal, voz grave, atrofia mamaria, desarrollo muscular, hipertrofia de clítoris y hasta cambios en la dirección de la conducta sexual.

El hirsutismo, aparte de racial o familiar, o como aquel cambio en la distribución y cantidad de vello de nuevo comienzo, suele ser producido por 3 causas diferentes:

1º Causa suprarenal.

2º Causa ovárica.

3º Causa local (folículo piloso).

El hirsutismo indica un disbalance entre las hormonas masculinizantes y las hormonas feminizantes, en la mujer. La aparición de caracteres sexuales secundarios (morfotipo femenino, mamas, distribución de grasas, etc.) depende de la presencia adecuada de estrógenos ováricos, pero la aparición del vello axilar y pubiano depende de la presencia de moderadas cantidades de esteroides suprarrenales. Tanto en un caso como en otro, si se altera la producción hormonal suprarrenal u ovárica se produce hirsutismo, que suele ir asociado en las formas más intensas, de alteraciones menstruales (ciclos largos con menstruaciones abundantes, etc.), obesidad, aumento del sebo, acné, caída del cabello de la zona frontal, y a veces, secreción láctea por las mamas si la prolactina está elevada.

Por tanto, en los hirsutismos no constitucionales, es decir, los de nuevo comienzo, es mandatorio el estudio por un endocrinólogo.

La causa más frecuente suele ser el llamado síndrome del ovario poliquístico, aparte del idiopático por reactividad del folículo piloso. Otras causas menos frecuentes son por déficits enzimáticos de la suprarrenal, aumento de la prolactina y muchos más raros, las causas tumorales suprarrenales y ováricas.

El tratamiento farmacológico, dirigido a la causa que lo produce, debe asociarse con métodos depilatorios, como la depilación termogalvánica o la fotodepilación (láser); en los casos leves, es más sencillo, la depilación directa y la decoloración.