¿Cómo puedo prevenirme?
- Evitar realizar una actividad física intensa cuando el asma del día a día no está controlada, si se tiene una infección respiratoria, si se notan pitos o se tiene mucha tos.
- Cuando se utiliza el medidor de flujo máximo, nunca hacer ejercicio si se registran flujos anormalmente bajos.
- Evitar siempre que sea posible los ambientes fríos y secos. Si se tuviera que hacer ejercicio en esas condiciones, usar una mascarilla tipo quirúrgico, a poder ser con filtro valvular (mascarilla tipo 3M). En determinados deportes, el efecto mascarilla puede conseguirse mediante un casco.
- Evitar el ejercicio en ambientes contaminados o con humo.
- Evitar hacer ejercicios muy intensos o de mucha duración, especialmente mientras no se haya alcanzado una buena condición física y no se conozcan los límites personales del ejercicio.
¿Cómo manejar una crisis durante el ejercicio?
- Tranquilizar al niño. Si el pánico acompaña a la disnea, se añadirá una situación de hiperventilación excesiva, que puede llevar a una alcalosis respiratoria precoz, con síntomas de parestesias e incluso tetania (espasmos musculares).
- Dejar de hacer el ejercicio, o ralentizarlo hasta el mínimo tolerado.
- Permitir que se pueda respirar bien. Los compañeros no deben situarse alrededor de la persona que tiene el ataque.
- Tomar las medicinas broncodilatadoras -por lo general fármacos ß-miméticos "de rescate" o acción rápida- lo antes posible.
- Iniciar la respiración silbante. Fruncir los labios como si se fuera a silbar. Este tipo de respiración permite que el aire pueda salir de los pulmones y evita la respiración rápida, superficial e ineficaz de la hiperventilación.
- Cuando se solucione la crisis, tratar de volver de nuevo a la clase para terminarla si no se está muy cansado, pero hacer el ejercicio de manera más suave. Si el niño no se recupera como en otras ocasiones, se debe tomar otra dosis de broncodilatador y consultar a un médico o acudir a un centro sanitario.
¿Qué farmacos son adecuados?
El AIE puede ser sólo un factor que indica mal manejo de fondo de un asma bronquial severo o inestable. En estos casos, el tratamiento correcto de mantenimiento (esteroides inhalados, etc) contribuye a que el AIE se atenúe o se cure. Pero cuando el AIE ocurre a pesar de todo, o bien se presenta como un hecho aislado, se emplean los siguientes fármacos:
- Beta-2 adrenérgicos. Son los fármacos más eficaces en la prevención del AIE. La vía inhalada es la de elección, y la única permitida en deporte de competición. Los de acción corta -salbutamol (Ventolin®), terbutalina (Terbasmin®)- se inhalan de 15 a 30 minutos antes del ejercicio y tienen una duración de acción de 4 a 6 horas. Los de acción prolongada como el salmeterol (Beglan®, Serevent®, Inaspir®, Betamican®) o el formoterol (Oxis®, Neblik®, Foradil®) se inhalan entre 30 minutos y 1 hora antes, y su duración de acción es inicialmente de unas 9 a 12 horas, aunque tiende a disminuir con el tiempo. Los ß-adrenérgicos orales (Ventolin®, Terbasmin®, Respiroma®, Ventolase®, Bambec®, etc) se utilizan como alternativa cuando no es posible la vía inhalada; tienen efectos adversos más frecuentes y las dosis requeridas son más altas; no están permitidos en competiciones.
- Cromonas. El cromoglicato (Intal®) inhibe la degranulación de mastocitos y es capaz de prevenir el AIE en 60-70 % de los pacientes. El nedocromil sódico (Ildor®, Brionil®, Cetimil®, Tilad®) tiene efectos similares. Tienen la ventaja añadida sobtre los ß-miméticos de prevenir la reacción asmática tardía.
- Anticolinérgicos. (Atrovent®) A dosis de 80 µg, es capaz de inhibir el AIE por sí solo en algunos pacientes. Se usa también asociado a fenoterol (Combivent®).
- Inhibidores de leucotrienos. Montelukast (Singulair®) y zafirlukast (Accolate®) son nuevos antiinflamatorios específicamente dirigidos contra la síntesis o la acción de los leucotrienos (mediadores lípidos broncoconstrictores y proinflamatorios) en el árbol bronquial. En estudios preliminares, montelukast ha demostrado inhibir el AIE en 3 de cada 4 pacientes durante períodos de hasta 20 horas, aunque quizá aún es pronto para definir el papel de estos medicamentos en el arsenal de fármacos a utilizar en el AIE. De momento, no están permitidos en el deporte de competición.
Los atletas y deportistas de competición deben saber que toda medicación que tomen debe declararse, y estar siempre permitida por las normativas del Comité Olímpico Internacional.
¿Qué medicación necesita el deportista asmático?
(BOE 25/2/1997)
Debe adjuntarse historial clínico con antecedentes, estado clínico y tratamiento actual y resultados de la prueba de broncoconstricción por el esfuerzo.
Beta2 agonistas permitidos: Sólo están permitidos en forma de inhalación en aerosol, y se precisa una notificación escrita dirigida a la comisión médica del C.O.I. o el organismo federativo pertinente sobre su utilización. Se permiten:
- Terbutalina (Terbasmin®)
- Salbutamol (Ventolin®, Butoasma®),
- Salmeterol (Beglan®, Serevent®, Inaspir®, Betamican®)
NO se permiten:
Fenoterol, Procaterol, Formoterol
ß-agonistas orales o parenterales.
Corticoides: En forma de aerosol, o inhalador nasal, y siempre con una notificación escrita del médico que lo prescribe a los mismos organismos.
NO se permiten: Corticoides sistémicos.
Otras medicaciones antiasmáticas permitidas: No precisan notificación, aunque asimismo se aconseja:
- Nedocromil sódico
- Cromoglicato disódico *
- Bromuro de Ipratropio *
- Aminofilina y teofilina (A dosis terapéuticas)
- Antihistamínicos*
NO se permiten: Inhibidores de leucotrienos
"Descongestivos" adrenérgicos (efedrina, pseudoefedrina, …)
Se aconseja no usar los que son "compuestos" dado que pueden llevar sustancias (fenoterol u otros ß-miméticos no permitidos, pseudoefedrina, etc), que sean consideradas dopaje positivo o hacer que la concentración de otras (aminofilinas) alcance los niveles de positividad.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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