¿Qué es un bloqueo cardiaco?
Un bloqueo cardiaco es un retraso en el funcionamiento de los impulsos eléctricos que controlan los latidos del corazón.
Un bloqueo cardiaco se considera un tipo de arritmia cardiaca.
Muchos bloqueos cardiacos pueden no necesitar tratamiento, pero si se considera que existe el riesgo de una parada cardiaca, será necesario colocar un aparato que normalice el ritmo cardiaco llamado marcapasos.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
El corazón se rige por impulsos bio-eléctricos generados por las células-marcapasos del nódulo sinusal, en la aurícula derecha.
Dichos impulsos bio-eléctricos viajan desde la aurícula a otro nódulo o conjunto de células en la unión de aurículas con ventrículos, que se llama nódulo AV (aurículoventricular), y de ahí al resto del corazón por una "ruta" de tejido especializado que se llama haz de His.
En los bloqueos cardíacos, los impulsos eléctricos pasan a través del nódulo AV y del haz de His muy lentamente, o intermitentemente, o no pasan en absoluto.
Pueden ocurrir por cicatrización en las "rutas" o vías de conducción, por enfermedad coronaria, por enfermedades congénitas del corazón, o por efecto de ciertas drogas y medicamentos como digital, calcioantagonistas, betabloqueantes y otros, así como en algunas infecciones como la enfermedad de Lyme o la mononucleosis.
¿Cuáles son los síntomas de los bloqueos cardiacos?
Un bloqueo cardiaco puede no producir ningún síntoma.
En caso de aparecer síntomas puede haber dolor en el pecho, dificultad para respirar y debilidad o cansancio extremos.
Son signos urgentes y requieren atención inmediata la pérdida de conocimiento (síncope) y las convulsiones.
¿Qué tipos existen?
Los bloqueos cardiacos por lo general se diagnostican en un electrocardiograma básico que se ha realizado como parte del estudio de una bradicardia (pulso menor de 60 latidos por minuto) o de algún síntoma específico como dolor en el pecho, dificultad para respirar o síncope.
Muchas veces, también se utilizan registros de electrocardiograma en casa como el Holter o se revisa el ritmo cardiaco por medio de un teléfono móvil o fijo gracias al electrocardiograma transmitido por telemetría.
Según estos hallazgos, los bloqueos cardíacos se dividen en grados:
Bloqueo de primer grado: No da síntomas y no se trata; es sólo un hallazgo en el electrocardiograma ECG, un retraso ligero en la transmisión del impulso de aurículas a ventrículos.
Bloqueo de segundo grado: Algunos de los impulsos no pasan en absoluto a los ventrículos, y el resultado es un pulso irregular. En algunos casos, se trata la causa que los produce (medicaciones, etc.); en otros, es necesario poner un marcapasos.
El bloqueo AV de segundo grado de tipo Wenckebach, en especial el que se produce durante el sueño, puede considerarse normal en algunas personas jóvenes y en deportistas profesionales.
Este bloqueo, así como el de primer grado, también se pueden presentar en niños sin necesidad de realizar tratamiento.
Los bloqueos de segundo grado son particularmente peligrosos si han sido resultado de un daño del corazón después de un infarto de miocardio.
Bloqueo de tercer grado: Es un bloqueo total, de modo que no llega ningún impulso a los ventrículos y éstos tienen que latir por sí solos, a una frecuencia tan lenta que no es suficiente para bombear la sangre al cerebro o a otras zonas. Pueden dar lugar a pérdidas de conocimiento.
En los niños, estos bloqueos de tercer grado se deben a daños congénitos en el sistema de conducción del corazón, a veces sin causa clara y a veces por enfermedades autoinmunes en la madre durante el embarazo.
En adultos, pueden ser consecuencia de procedimientos realizados en el corazón como cirugías o enfermedades como miocarditis, enfermedad de Chagas, tumores, nódulos reumatoides, estenosis aórtica, mixedema, amiloidosis y otras.
Ante un bloqueo de tercer grado siempre hay que poner un marcapasos artificial que genere los impulsos eléctricos que el corazón no puede producir (ver imagen).
Figura 1: Electrocardiograma de un Bloqueo A-V de tercer grado.
Figura2: Marcapasos insertados en el corazón, en la imagen se ven dos tipos. La pila para su funcionamiento va aplicada debajo de la piel.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico