Calcio en sangre

¿Qué es el calcio?

El calcio es un ion con diversas funciones de vital importancia para el mantenimiento de la arquitectura ósea, la transmisión neuromuscular, la coagulación de la sangre y la multiplicación de las células en el cuerpo humano.

La falta de calcio produce excitación de los músculos y de los nervios. Al contrario, el exceso de calcio produce una relajación de los mismos.

El calcio se adquiere por la dieta, ya que el cuerpo no lo puede producir.

Luego, gracias a la vitamina D, se fija y almacena principalmente en los huesos y los dientes en donde se convertirá desde la infancia en la reserva de calcio para toda la vida.

El exceso de calcio se elimina por la orina tras filtrarse en los riñones.

La hormona paratiroidea produce una elevación de los niveles de calcio ya que hace aumentar su absorción intestinal, disminuyendo su salida por el riñón hacia la orina, y aumentando la reabsorción del hueso.

¿Para qué se mide en un análisis?

El análisis de calcio en la sangre sirve de ayuda en el diagnóstico de enfermedades óseas y para evaluar trastornos de las glándulas paratiroides.

También sirve para evaluar la función renal, detectar trastornos endocrinos (enfermedades de la tiroides, la glándula suprarrenal y otras) y evaluar problemas gastrointestinales relacionados con la absorción de calcio.

Además, el examen de calcio en sangre forma parte del seguimiento de los tratamientos que se realizan en estas enfermedades y que pueden aumentar o disminuir sus niveles de manera indeseable, ya que suelen afectar el funcionamiento de los nervios y los músculos.

¿Qué procedimiento se seguirá?

El estudio del calcio en sangre se realiza en los análisis de rutina donde se extrae una muestra de sangre que es analizada en los laboratorios.

Se extrae una muestra de sangre venosa mediante una jeringa o la aplicación de un tubo con vacío. La obtención mediante un pinchazo de la vena puede producir cierto dolor.

Para realizar este análisis se precisa estar en ayunas al menos 6 horas antes.

¿Cuáles son los valores normales?

Los niveles normales de calcio en suero son: 8,5 a 10,9 mg/dL.

Los valores menores de 6 mg/dL pueden causar tetania.

Los valores superiores a 14 mg/dL pueden causar coma y parada cardiaca.

En estos valores puede haber muy pequeñas diferencias por la técnica o por criterios de normalidad propios de laboratorios concretos, a veces en el rango de valores y otras veces por las unidades a las que se hace referencia.

Más información sobre valores normales de calcio

¿Cómo se valoran los resultados anormales?

El calcio que se mide en un examen de sangre en el laboratorio debe ser interpretado con precaución porque hay muchos factores que pueden alterar sus cifras sin necesariamente tratarse de una enfermedad.

Los niveles aumentados de calcio en la sangre o hipercalcemia pueden indicar dos situaciones:

1. Pseudo hipercalcemia (o falsa hipercalcemia): Realmente no está aumentado el nivel de calcio en la sangre sino el de las proteínas a las que se adhiere.

   En estos casos, el médico debe aplicar algunas fórmulas matemáticas que corrijan el error para saber la concentración real de calcio en la sangre.

   Ocurre principalmente en dos casos:

   • Aumento de albúmina en la sangre: por ejemplo, en casos graves de deshidratación cuando la sangre está muy concentrada.
   • Exceso de proteínas en la sangre en algunos casos de mieloma múltiple, un tipo de cáncer.
     
     
2. Hipercalcemia verdadera: Básicamente hay más calcio en la sangre del que se puede eliminar en el riñón. Esto puede ocurrir en varias situaciones:
   
   
   • Cuando pasa mucho calcio de los huesos a la sangre:
     • Hiperparatiroidismo: función excesiva de la glándula paratiroidea.
     • Tumores: puede ser por metástasis al hueso o porque producen proteínas específicas o calcitriol (vitamina D).
     • Hipertiroidismo: en una de cada cinco personas con aumento de función de la tiroides se eleva el calcio en la sangre.
     • Acromegalia.
     • Enfermedad de Paget.
     • Inmovilización por largo tiempo.
     • Aumento de la vitamina A o del ácido retinoico.
   • Cuando se absorbe demasiado calcio de la alimentación en el intestino:
     • Puede ser por consumir exceso de calcio tanto en alimentos como en forma de suplementos alimentarios. En especial ocurre si se consume fosfato o carbonato de calcio y si se sufre de algún grado de insuficiencia renal (daño del riñón).
     • También por exceso de consumo de vitamina D o sus derivados. En enfermedades como la sarcoidosis y otras granulomatosis también hay exceso de vitamina D.
   • Por ciertos medicamentos:
     • Antiácidos
     • Hidralazina
     • Diuréticos tiazídicos
     • Tiroxina
     • Teofilina
     • Estrógenos y tamoxifeno en el tratamiento del cáncer de seno
   • Otras enfermedades:
     • Insuficiencia suprarrenal aguda
     • Feocromocitoma
     • Deficiencia congénita de lactasa
     • Algunas enfermedades donde se produce hipoxemia (disminución de oxígeno en la sangre)

Más información sobre valores altos de calcio

Los niveles disminuidos de calcio en la sangre o hipocalcemia pueden indicar:

• Pseudo hipocalcemia (o falsa hipocalcemia): principalmente en personas muy enfermas con niveles de albúmina en la sangre muy disminuidos.
• Deficiencia de vitamina D: tanto deficiencia en la alimentación como falta de exposición adecuada a la luz solar que es la que activa esta vitamina.
• Fallo renal.
• Hipoparatiroidismo.
• Malabsorción intestinal.
• Osteomalacia.
• Pancreatitis.
• Raquitismo dependiente de vitamina D.
• Hiperfosfatemia (aumento de fósforo en sangre).
• Acidosis láctica.
• Medicamentos como la difenilhidantoína y los barbitúricos.
• Tratamiento con sustancias quelantes del calcio como:
  • Ácido etilendiaminotetraacético (EDTA): usado en intoxicaciones por metales.
  • Transfusiones repetidas de sangre o plasma (contienen citratos).
  • Foscarnet.

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