¿Qué es el cáncer de vejiga?
El cáncer de vejiga consiste en la aparición de células malignas en la vejiga. Es uno de los tumores malignos más frecuentes de las vías urinarias.
La vejiga es un órgano en forma de bolsa donde se almacena la orina que sale de los riñones. El cáncer de vejiga se produce cuando aparecen células malignas (cancerosas) en su pared.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
La vejiga es un órgano hueco de forma esférica localizado a nivel abdominal inferior. Se encarga de almacenar la orina procedente de los riñones. El interior de la vejiga está tapizado por unas células formando una mucosa protectora (conocida como urotelio).
Estás células de la mucosa pueden dañarse por la acción de diferentes tóxicos (tabaquismo, agentes químicos tóxicos…) y volverse malignas produciendo un cáncer.
Existen una serie de factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad:
- Tabaquismo (principal factor de riesgo)
- Exposición laboral a agentes químicos carcinógenos (segundo factor en importancia)
- Antecedentes familiares de cáncer de vejiga (factores genéticos)
- Consumo de hierbas chinas que contienen ácido aristolóquico
- Cistitis crónica e infecciones de orina recurrentes
- Uso prolongado de catéteres
- Infección por el virus del papiloma humano (VPH serotipo 16)
- Radiación pélvica por otros cánceres (próstata, ovarios, testicular…)
- Tratamiento con ciclofosfamida y tiazolilindionas.
- Consumo de agua con altas concentraciones de arsénico o cloro
- No beber suficientes líquidos
- Infección parasitaria por Schistosoma Haematobium (países tropicales).
¿Cómo se puede clasificar?
Se puede distinguir 3 tipos de cáncer según el tipo de células malignas:
- Carcinoma transicional: Es el más común (90%) y se produce por la transformación en células malignas de las células típicas de la vejiga.
- Carcinoma escamoso. Se encuentra en un 8% de los casos. Se produce por la aparición de células escamosas en la vejiga debido a una irritación crónica por ejemplo debido a una infección.
- Adenocarcinoma: Es un cáncer que se produce por la malignización de las células de las glándulas que se encuentran en la vejiga.
Además, el cáncer puede ser:
- Superficial: Se mantiene en la capa que esta en contacto con la orina de la pared de la vejiga.
- Invasivo: Invade toda la pared o se disemina a ganglios linfáticos.
¿Qué etapas existen?
Dentro del cáncer de vejiga se pueden distinguir las siguientes etapas según su gravedad:
- T1: El tumor afecta a la mucosa o lámina propia que separa el músculo de la vejiga.
- T2: El tumor ha alcanzado la capa musculosa de la vejiga (músculo detrusor) pero no la ha traspasado completamente.
- T3: El tumor alcanza a la grasa perivesical (tejido graso en el exterior de la vejiga).
- T4: El tumor ha atravesado la pared de la vejiga hacia la zona pélvica o abdominal .
¿A cuántas personas afecta anualmente?
Es el noveno cáncer más común en el mundo. En Europa se diagnostican anualmente unos 118.000 mil casos con unas 52.000 muertes por esta causa.
Se suele diagnosticar en edades avanzadas (entre los 60-70 años). Predomina más en varones que en mujeres y es más frecuente en la raza blanca.
El carcinoma urotelial es el más prevalente en Estados Unidos y Europa occidental debido al tabaquismo y la exposición laboral a agentes cancerígenos. En otras zonas del mundo, es más prevalente el cáncer originado por la esquistosomiasis (enfermedad parasitaria predominante en países tropicales).
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de vejiga?
El síntoma principal es la hematuria indolora (sangre en la orina), que puede ser macroscópica (visible) o microscópica (invisible, pero que se detecta en los análisis de orina). Si el cáncer avanza pueden asociarse con síntomas de tipo irritativo.
Los principales síntomas son:
- Hematuria (sangre en la orina)
- Síntomas miccionales irritativos como dolor al orinar, aumento de la frecuencia al orinar (poliaquiuria), ganas intensas de orinar, incontinencia de urgencia.
- Síntomas miccionales obstructivos como esfuerzo para iniciar la micción, chorro de orina intermitente, sensación de vaciado incompleto (tenesmo vesical).
- Síntomas constitucionales asociados al cáncer (pérdida de peso, cansancio, debilidad, pérdida de apetito).
- Hinchazón (edema) en miembros inferiores por extensión del tumor a los vasos linfáticos.
¿Cómo se puede detectar?
La evaluación urológica en su totalidad requiere de varias pruebas diagnósticas.
- Análisis de sangre y orina
- Citología de orina
- Cistoscopia (prueba principal para el diagnóstico, consiste en la introducción de un catéter con una cámara por la uretra y llegar hasta la vejiga para poder visualizarla por dentro).
- Marcadores tumorales en la orina.
- Pruebas de imagen (ecografía de vías urinarias, tomografía computerizada, pielografía intravenosa, resonancia magnética).
- Estudio de extensión de metástasis (gammagrafía y PET-TC).
También puede ser de utilidad la ecografía y la urografía intravenosa. En esta última, se inyecta contraste en las venas y a medida que este se excreta por los riñones y la vejiga, se toman radiografías seriadas.
Para saber si el tumor se ha diseminado se utilizan otras pruebas de imagen como el TAC, la resonancia magnética o la radiografía de tórax.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El tratamiento depende del grado de intensidad de afectación de la mucosa, de la extensión de la enfermedad y de la presencia o no de metástasis.
En el caso de tumores pequeños y superficiales se intenta una resección transuretral (RTU) del tumor que consiste en resecar el tumor con el cistoscopio.
Posteriormente, en función de la situación de cada persona el tratamiento se puede complementar con instilación intravesical de quimioterapia o inmunoterapia (BCG), que ayudan a reducir el riesgo de recurrencia. La inmunoterapia estimula el sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer.
En función del riesgo de progresión de la enfermedad el tratamiento se resume en lo siguiente:
- Bajo riesgo: instilación inmediata de quimioterapia.
- Riesgo moderado: instilación inmediata de quimioterapia seguida de un año de tratamiento con BCG o quimioterapia.
- Alto riesgo: terapia con BCG durante 1-3 años.
En el caso de tumores extensos y con metástasis se realizará una cistectomía radical (extirpación quirúrgica de la vejiga). El tratamiento se podrá complementar con radioterapia y quimioterapia.
En los casos en que hay invasión de los ganglios linfáticos y/o metástasis, se usa quimioterapia sistémica.
Dr. Miguel Cabrero de Cabo
Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela.
Autor original