¿Qué es el cansancio?
El cansancio es una sensación subjetiva de falta de energía física o intelectual o de ambas simultáneamente.
Es un motivo de consulta muy frecuente en la práctica médica y, al ser poco específico, puede ser difícil de tratar.
Lo más importante es determinar si existe alguna enfermedad causante del cansancio y tratarla o alentar a la persona a descansar adecuadamente si ese es el problema.
¿Cuáles son los síntomas del cansancio?
Es importante diferenciar el cansancio, también llamado astenia o fatiga, de otros síntomas que se enfocan de manera muy diferente como: la somnolencia (aumento de la sensación de sueño), la debilidad muscular y la disnea (ahogo o sensación de que falta el aire).
Una persona con cansancio siente por lo menos una de estas dos cosas:
- No tiene suficiente energía física para iniciar algún trabajo o para continuar desarrollándolo una vez empezado.
- No tiene suficiente energía mental para concentrarse en la tarea que tiene que desempeñar.
El agotamiento es una respuesta importante y normal tras un esfuerzo físico, tensión emocional o carencia de sueño.
Cuando el cansancio o agotamiento se presenta sin causa conocida que lo justifique es cuando se debe tomar como un síntoma que debe ser estudiado desde el punto de vista médico.
El cansancio que aparece después de un comienzo del día normal, y en el que la persona se encuentra agotada antes de lo normal es lo que puede sugerir alguna enfermedad subyacente.
El cansancio desde la mañana, incluso ya al despertarse, puede indicar una depresión psíquica.
Hay que tener en cuenta que el cansancio se suele presentar en situaciones normales de la vida por causa de aburrimiento, infelicidad, desilusión, carencia de sueño o trabajo duro.
Según el tiempo de duración de los síntomas, se pueden establecer tres tipos de cansancio o fatiga que ayudan a enfocar el diagnóstico:
- Fatiga aguda: duración de menos de un mes.
- Fatiga prolongada: entre un mes y seis meses de duración.
- Fatiga crónica: se prolonga por más de seis meses.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
Casi todas las enfermedades infecciosas e inflamatorias producen cierto grado de cansancio como lo sabe cualquier persona que haya sufrido un resfriado o un episodio de diarrea.
Sin embargo, cuando el cansancio es desproporcionado o no es clara la causa, se debe considerar que se está afectando algún sistema en particular en el cuerpo.
Se debe buscar la causa de la fatiga aguda que haya requerido consultar al médico o de toda fatiga prolongada y crónica.
Las principales causas de cansancio son:
- Enfermedades mentales: el cansancio puede ser un síntoma de depresión o ansiedad. Asimismo, la fatiga crónica sin causa clara se suele acompañar de síntomas psiquiátricos en muchos casos.
- Enfermedades neurológicas: en muchos trastornos como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica, después de un accidente cerebro vascular (ACV), después de un traumatismo en la cabeza y muchos otros, la persona se puede sentir cansada en exceso además de presentar los síntomas propios de cada caso.
- Problemas para dormir: cualquier dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo, obviamente producirá cansancio. El insomnio en general, la apnea obstructiva del sueño, las personas con trabajos nocturnos, etc. deben entrar en un programa de mejora de la calidad del sueño.
- Enfermedades endocrinológicas (de las hormonas): se produce cansancio en casi todas las enfermedades que afectan la glándula tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo), la glándula suprarrenal (síndrome de Cushing), el metabolismo del calcio (hipercalcemia) y alteraciones del azúcar en la sangre (hipoglicemia y diabetes).
- Falta de ejercicio: el exceso de sedentarismo y la falta de acondicionamiento físico aumentan la sensación de cansancio en muchas personas.
- Mala nutrición: puede ocurrir tanto en la desnutrición como en la obesidad. Puede relacionarse con la falta de nutrientes adecuados o con el exceso de sedentarismo y la depresión que acompañan a muchas personas mal alimentadas.
- Infecciones: suelen producir cansancio por un tiempo corto y relacionarse con infecciones víricas como hepatitis y gripe.
La mononucleosis puede producir fatiga prolongada que cede a los dos o tres meses posteriores a la infección.
En casos de fatiga prolongada o crónica, se suelen buscar activamente infecciones crónicas dependiendo de la historia clínica de cada persona. Principalmente se relaciona con tuberculosis, infección por VIH, virus de la hepatitis B y C y endocarditis (infección de las válvulas del corazón). - Enfermedades crónicas del riñón, corazón, hígado y pulmón: sobre todo cuando hay compromiso importante en la función de estos órganos por otras enfermedades que, por lo general, la persona ya conoce.
- Enfermedades hematológicas (de la sangre): en especial las anemias por deficiencia de hierro.
- Enfermedades inflamatorias o reumatológicas: muchas enfermedades autoinmunes pueden tener entre sus muchos síntomas el cansancio, por ejemplo, el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide, la enfermedad intestinal inflamatoria, la sarcoidosis, etc.
- Cáncer: por lo general el cansancio con pérdida de peso hacen pensar en un tumor maligno oculto.
- Medicamentos: sobre todo opioides, medicamentos psiquiátricos, betabloqueantes, relajantes musculares y anticonvulsivantes. Otros medicamentos relacionados con el cansancio son antialérgicos, antihipertensivos, ansiolíticos y diuréticos. Parece ser que algunos medicamentos homeopáticos también podrían producir la fatiga.
- Consumo habitual de alcohol por largo tiempo.
- Embarazo: Muchas mujeres sienten una fatiga aumentada en el embarazo y en el puerperio.
- Causa poco clara o desconocida: entre los síndromes relacionados con la fatiga crónica de causa poco clara están el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la enfermedad multisistémica crónica (síndrome de la Guerra del Golfo) y la fatiga crónica idiopática.
¿Cuál es el diagnóstico y tratamiento recomendados?
En primer lugar, se deben ajustar las causas normales de cansancio como son el esfuerzo físico, la tensión emocional, o la carencia de sueño. Es decir, hacer ejercicio adecuado a cada persona, evitar las causas de la tensión o del estrés, mejorar los ritmos de sueño, etc.
En la dieta hay que insistir en hacer las comidas equilibradas y a sus horas.
Evitar, si se puede, tomar medicamentos que produzcan cansancio.
Las vitaminas no pueden resolver el problema, pero a veces suele ser una terapia de apoyo que se utiliza con cierta eficiencia, preferiblemente bajo prescripción médica.
Si a pesar de ello no hay mejoría, es mejor acudir al médico. Este, tras una historia clínica y una exploración física, que incluirá una atención especial al corazón, pulmones, y glándula tiroidea, le puede realizar unos estudios diagnósticos:
- Análisis hematológico y bioquímico completo.
- Estudio de anemia (hierro, transferrina, etc.).
- Pruebas de función tiroidea (T3, T4, TSH, etc.).
- Análisis de orina.
El tratamiento irá dirigido a la causa del cansancio aunque a veces esta no se determina y será un poco más difícil llegar a una pronta mejoría.
En algunos casos se requerirá apoyo de otros especialistas médicos, psicólogos y nutricionistas.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico