¿Cuáles son las principales complicaciones que pueden sufrir los diabéticos?
Las personas diabéticas tienen el riesgo de sufrir algunas complicaciones si no realizan un control adecuado del nivel de glucosa en sangre (azúcar en sangre).
Las complicaciones agudas son aquellas que surgen repentinamente por un inadecuado control del azúcar en la sangre que provoca una descompensación grave. Las principales complicaciones agudas en la diabetes son:
- Cetoacidosis diabética
- Estado hiperglucémico hiperosmolar o síndrome hiperosmolar hiperglucémico
- Coma hipoglucémico
Por otro lado, la diabetes puede ocasionar a lo largo de los años una serie complicaciones crónicas o permanentes. Las principales complicaciones crónicas derivadas de la diabetes son:
- Enfermedades cardiovasculares (hipertensión, arteriosclerosis o enfermedad coronaria)
- Problemas visuales (retinopatía diabética, glaucoma, cataratas)
- Nefropatía diabética
- Neuropatía diabética (pie diabético, pérdida de la sensibilidad en manos y pies, etc.)
- Problemas dermatológicos (dermopatía diabética, acantosis nigricans, celulitis, etc.)
- Problemas dentales (enfermedades periodontales, etc.)
- Infecciones severas (candidiasis, sepsis, etc.)
Cetoacidosis diabética
La cetoacidosis diabética es una complicación aguda que afecta principalmente a las personas que padecen diabetes mellitus tipo 1, aunque en ocasiones puede ocurrir en personas con diabetes tipo 2.
La cetoacidosis diabética se caracteriza por el aumento de la glucosa acumulada en sangre y una acumulación de los cuerpos cetónicos que hace que la sangre se vuelva excesivamente acida.
Aparece a menudo por no inyectar la dosis de insulina adecuada, por una enfermedad, una cirugía o tras una herida.
Evoluciona en el curso de varias horas con el aumento de la sed y las ganas de orinar (más rápidamente en los niños). Le siguen debilidad y adormecimiento, incluso vómitos, diarreas y dolor abdominal.
Algunas veces se nota en el aliento un olor dulce o a frutas que puede ser confundido con el olor a alcohol. Es la acetona (olor a acetona), producto de desecho que se expulsa a través del pulmón. En una etapa más avanzada la respiración se hace más profunda y rápida y, si se llega a perder la conciencia, se entra en el llamado coma cetoacidótico.
Estos síntomas requieren tratamiento urgente porque pueden causar la muerte.
La cetoacidosis es más frecuente en los diabéticos no diagnosticados o en personas con su diabetes mal controlada. De todas formas, cualquier diabético está expuesto a sufrir una cetoacidosis bajo algunas circunstancias tales como golpes, infecciones, hemorragias, pérdida de líquidos por vómitos o diarreas. En estas situaciones es muy importante para el diabético monitorizar su glucosa en sangre y orina, y la concentración de cuerpos cetónicos en la orina.
Para la cetoacidosis es necesario un tratamiento de urgencia. Este tratamiento incluye la inyección de insulina e inyecciones intravenosas de solución salina para reemplazar los fluidos corporales perdidos. Es necesaria la monitorización de los niveles de glucosa en sangre y el estado de los fluidos hasta que se estabilice. Si el tratamiento es rápido el restablecimiento de la cetoacidosis es, normalmente, rápido y completo.
Estado hiperglucémico hiperosmolar o síndrome hiperosmolar hiperglucémico
El estado hiperglucémico hiperosmolar o síndrome hiperosmolar hiperglucémico es una complicación principalmente asociada a la diabetes tipo 2. Las personas mayores con diabetes mellitus tipo 2, que también padecen otra enfermedad o heridas, y que no beben suficiente agua, pueden tener altas concentraciones de glucosa en sangre. Sin embargo, a diferencia de la cetoacidosis diabética, los cuerpos cetónicos sólo se encuentran en cantidades muy pequeñas o nulas.
El resultado de la acumulación de glucosa en la sangre es la pérdida de conciencia (coma hiperosmolar no cetósico), y requiere cuidados en un hospital. Es muy importante para las personas que padecen una diabetes beber mucha agua. Los pacientes encamados que se sienten cohibidos y no piden agua son particularmente vulnerables a un síndrome hiperosmolar hiperglucémico.
El coma hiperosmolar no cetósico puede ser mortal si no se trata adecuadamente. El tratamiento se centra en normalizar los niveles de glucosa en sangre mediante la administración de insulina y corregir la deshidratación. También se deben abordan las causas subyacentes como las infecciones, otras enfermedades, etc.
Coma hipoglucémico
El coma hipoglucémico se produce por una reacción a la insulina donde el nivel de azúcar en la sangre baja de forma alarmante.
El temblor, la debilidad o adormecimiento seguido de dolor de cabeza, confusión, desvanecimiento, doble visión o falta de coordinación son marcas claras de una reacción de insulina. A todo esto, le sigue un estado como de intoxicación y eventualmente convulsiones e inconsciencia. Son necesarios cuidados urgentes.
Diabetes y enfermedades cardiovasculares
Las personas con diabetes tienen mayor probabilidad de sufrir problemas cardiovasculares, en especial:
- Hipertensión: En personas con diabetes, la sangre circula por el cuerpo con una presión anormalmente alta. Esto puede dañar las arterias, venas, tejidos y órganos a través de los cuales pasa la sangre.
- Arteriosclerosis: La arteriosclerosis produce depósitos grasos que engrosan las paredes de las arterias y, como resultado, éstas se reducen y se vuelven menos flexibles al paso de la sangre aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Enfermedad coronaria: El estrechamiento de las arterias coronarias reduce el flujo sanguíneo al corazón pudiendo producir angina de pecho, infarto agudo de miocardio y otros problemas cardiacos.
Ocasionalmente, los diabéticos pueden experimentar calambres mientras caminan o suben escaleras. Estos cesan cuando para la actividad. Ante este síntoma, llamado claudicación intermitente, o ante la observación de una decoloración de los pies, o de llagas que no se cierran, se debe consultar al médico inmediatamente.
Por último, la disfunción eréctil (impotencia) es también una complicación frecuente en los diabéticos por problemas circulatorios.
Diabetes y problemas visuales
Cuando el nivel de concentración de glucosa es alto, se puede desarrollar un error de la refracción ocular, que produce una visión borrosa. Esta visión borrosa puede empeorar cuando el tratamiento provoca una disminución muy rápida de la glucosa en sangre. Las gafas no deben ser adaptadas hasta que los valores de azúcar en la sangre se estabilicen durante 6 u 8 semanas. Los diabéticos también desarrollan problemas visuales a largo plazo como resultado de las alteraciones de la circulación en la retina.
En la raíz de los problemas de visión de los diabéticos están los cambios en las pequeñas arterias que llevan la sangre a la retina (la retina es la parte del ojo sensible a la luz).
Aproximadamente la mitad de los diabéticos experimenta problemas oculares después de padecer la enfermedad durante más de 10 años. Estos problemas aparecen prácticamente en todos aquellos que padecen diabetes desde hace 30 o 40 años.
La retinopatía diabética es el problema más común, aunque las cataratas y el glaucoma son mucho más frecuentes en los diabéticos. Cómo la retinopatía diabética a menudo indica un avance de la enfermedad, es importante que se haga examinar los ojos regularmente si tiene diabetes. Si la retinopatía diabética aparece, el tratamiento con láser puede retrasar su progresión.
Otras complicaciones de la diabetes a largo plazo
Otras complicaciones a largo plazo de la diabetes son:
- Nefropatía diabética: Muchos diabéticos desarrollan enfermedades de riñón debido al deterioro de los vasos pequeños (en especial las arteriolas). Puede provocar una disminución de la función renal e incluso alcanzar la insuficiencia renal en etapas avanzadas.
- Neuropatía diabética: Deterioro de la función de la fibra nerviosa, especialmente en los dedos e incluso en las manos. En estos casos se siente una sensación dolorosa con calor. Con el tiempo las áreas afectadas se vuelven menos sensibles y están expuestas a heridas e infecciones. La formación de úlceras y, secundariamente, la gangrena también son consecuencia de una neuropatía. Cuando la gangrena es el resultado de una arteriosclerosis frecuentemente aparece en los dedos del pie (pie diabético) o en el lugar de una herida.
- Problemas dermatológicos: Como por ejemplo la dermopatía diabética (manchas de color marrón o rojizo que aparece frecuentemente en la tibia o parte inferior de la espinilla). También aumenta la posibilidad de padecer otros problemas dermatológicos como como celulitis y acantosis nigricans.
- Problemas dentales: La diabetes aumenta el riesgo de padecer enfermedades periodontales como la periodontitis (infección de las encías) y también de padecer infecciones y sequedad bucal.
- Infecciones severas: La diabetes debilita el sistema inmunitario y por tanto los diabéticos son más propensos a sufrir infecciones recurrentes (como la candidiasis) y complicaciones derivadas (sepsis).
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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