¿Qué son las demencias?
Las demencias son síndromes neuropsicológicos con un síntoma en común imprescindible para su diagnóstico que es la incapacidad de aprender nueva información (amnesia anterógrada) por un daño cognitivo que limita todas las actividades de la vida cotidiana.
Hace falta sufrir pérdida de memoria para ser considerado demente. Quizá lo más terrible es que, aunque haya pérdida de memoria no se pierde la consciencia con lo cual las personas que lo padecen sufren mucho al percibir su problema.
Además de los problemas de atención y memoria, las personas con demencia pueden presentar cambios de comportamiento, ansiedad, depresión, agitación e insomnio.
Otras funciones del cerebro se pueden ver alteradas como el lenguaje, la capacidad de ubicarse en el espacio, así como la habilidad de hacer cálculos y resolver problemas.
Se estima que un 15% de la población mayor de 65 años sufre algún tipo de demencia, llegando al 40% en los mayores de 85 años.
¿Por qué se producen las pérdidas de memoria?
Más o menos el 10% de todas las personas mayores de 70 años presentan algún grado de pérdida de memoria como parte del envejecimiento natural.
No todas las pérdidas de memoria pueden atribuirse a demencias. Puede deberse también a:
- Negligencia benigna senescente (o senil): También llamada "afectación de la memoria asociada a la edad". Se caracteriza por una pérdida de memoria ligeramente superior a lo "sano". Son individuos mayores de 50 años que se quejan de problemas de memoria en la vida diaria, que en los tests de memoria presentan al menos una desviación, y que no llegan a cumplir los criterios de una demencia.
- Pseudodemencia: Demencia producto de depresiones severas, que son reversibles. Estos sujetos se quejan de indecisión frecuente, concentración disminuida, procesamiento lento de la información. Son personas que además sufren de anhedonia (falta de placer) y quejas idiomáticas (sin causa contrastada).
¿Cuáles son los síntomas de la demencia?
Las personas con demencia pueden comenzar a tener cambios del estado de ánimo como mucha tristeza, cambios en su personalidad, desinterés por el bienestar de otras personas y comportamientos inadecuados antes de comenzar a tener los síntomas propios de la enfermedad.
Los primeros signos y síntomas de las demencias son:
- Olvidar hechos recientes.
- Extraviar las cosas.
- Sentirse perdido al caminar o conducir un vehículo.
- Sentirse perdido en sitios familiares.
- Perder la noción del tiempo.
- Calcular mal la distancia a la cual se encuentra un objeto.
- Notar dificultad para realizar actividades cotidianas como seguir una conversación o resolver problemas en el hogar.
Aunque en cada persona la evolución de la enfermedad es diferente, en general los síntomas tienden a empeorar y la persona pierde cada vez más su independencia afectando al entorno familiar de manera muy severa.
¿Cuáles son los tipos de demencia?
Aunque el envejecimiento es el mayor factor de riesgo para desarrollar demencia, no todos los ancianos la sufren.
Por ello, se piensa que existen factores genéticos y ambientales que favorecen que algunas personas presenten la enfermedad.
Se han definido muchos tipos de demencia, algunos sin causa conocida y otros con factores de riesgo claros.
Los principales tipos de demencia son:
Enfermedad de Alzheimer: Es la principal causa de demencia; ocurre en el 60 a 70% de los casos. Es una enfermedad progresiva e irreversible. El cerebro va "carcomiéndose" poco a poco de afuera hacia adentro y la persona va perdiendo el contacto con la realidad.
Demencia vascular: Ocurre por falta de irrigación sanguínea en el cerebro. Existen las variantes llamadas demencia multiinfartos y la enfermedad difusa de materia blanca o síndrome de Binswanger.
Demencia frontotemporal (también llamada degeneración lobular frontotemporal) a veces conocida como enfermedad de Pick. Es poco frecuente y tiene múltiples presentaciones.
Alcoholismo (Síndrome de Korsakoff).
Espectro PDD/LBD: Demencia con cuerpos de Lewy y demencia asociada a enfermedad de Parkinson.
Enfermedades priónicas: Son enfermedades degenerativas, por lo general hereditarias, en las que se acumula una proteína anormal en el cerebro y cuyo ejemplo más conocido es la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Otras demencias:
- Demencias autoinmunes.
- Demencia por infección por VIH.
- Neurosífilis.
- Enfermedades metabólicas y endocrinológicas.
- Hidrocefalia de presión normal.
- Traumatismos en la cabeza.
- Intoxicación por drogas o fármacos.
- Deficiencias de vitaminas.
- Tumores.
- Enfermedades degenerativas como la enfermedad de Huntington que se caracteriza por movimientos involuntarios de las extremidades, falta de coordinación y un claro declive de la memoria con dificultad para la atención y concentración.
La demencia no implica siempre un desorden progresivo e irreversible. Los casos de lesiones cerebrales traumáticas severas, así como drogadicciones fuertes, a menudo se ajustan al criterio de demencia, aunque su funcionamiento cognitivo mejore con el paso del tiempo.
En estos casos se cumplirá la llamada ley de Robot: se recupera antes lo más lejano y después lo más cercano sin llegar nunca a recuperar lo inmediatamente anterior al accidente o enfermedad.
Sin embargo, también existen tipos de demencia progresiva e irreversible como es el caso del Alzheimer.
¿Cómo se puede diagnosticar la demencia de forma precoz?
En el paciente con una posible demencia, el médico buscara realizar el diagnóstico lo más cercano posible de la causa y tratará de determinar qué aspectos de la función cerebral se podrían mejorar.
Para esto se siguen varios pasos:
Entrevista médica: Se habla con el paciente y sus cuidadores acerca de cuáles son los síntomas, cuándo iniciaron y cómo han progresado.
Asimismo, se indaga sobre posibles factores de riesgo como enfermedades previas, problemas para alimentarse, antecedentes de golpes en la cabeza, consumo de alcohol y drogas o riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Un análisis retrospectivo de su vida es también muy útil ya que son mucho más vulnerables personas con vidas "planas", con poco interés por la cultura, sin aficiones, sin curiosidad y poco inquietas.
Examen físico y neurológico: Busca alteraciones del peso, presión arterial o signos de otras enfermedades que podrían causar demencia. El examen neurológico completo puede ayudar a diagnosticar muchas causas de demencia como la enfermedad de Parkinson o las secuelas de un ictus o un tumor cerebral.
Examen cognitivo y neuropsicológico: Existen algunas pruebas estandarizadas para valorar la memoria, la atención, la orientación, el lenguaje y otras habilidades. Los resultados de estas pruebas pueden orientar el diagnóstico.
Exámenes complementarios: Existen algunas pruebas que se realizan de manera rutinaria en las personas con déficits cognitivos:
- Pruebas de función de tiroides
- Vitamina B12
- Hemograma
- Electrolitos en sangre
- Tomografía computarizada (TC)
- Resonancia Magnética Nuclear (RMN)
¿Cuál es el tratamiento de la demencia?
No existen tratamientos específicos para la demencia.
Sin embargo, dependiendo del caso y del grado de afectación de la persona, el médico podría prescribir algunas medicaciones y otras medidas como terapia física, terapia ocupacional y otras valoraciones con diferentes profesionales de la salud.
Se pueden dar recomendaciones generales al paciente con demencia y su familia como:
- Realizar ejercicio físico de manera frecuente.
- Participar en actividades que impliquen interactuar con otras personas.
- Acudir a los controles médicos programados.
- Consumir una alimentación saludable.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Aprender a utilizar elementos para anotar tareas por hacer e información importante que sirvan también para planificar actividades futuras.
- Buscar maneras de mantenerse activo mentalmente.
- Acudir a organizaciones o asociaciones dedicadas a pacientes con demencia y sus cuidadores para aprender nuevas estrategias para mejorar la vida cotidiana.
¿Es posible prevenir la demencia?
Existen factores como la edad y la herencia que no pueden ser modificados, pero hay otras recomendaciones de cambios en los hábitos de vida que podrían prevenir que se desarrolle la demencia:
- Hacer ejercicio físico de manera regular.
- No fumar.
- No consumir alcohol.
- Mantener un peso saludable.
- Controlar enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y los niveles elevados de colesterol en la sangre.
- Tratar la depresión.
- Evitar el aislamiento social.
- Mejorar el nivel educativo.
- Evitar la contaminación ambiental.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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