¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que aparece en mujeres embarazadas que previamente no la habían padecido antes del embarazo.
Durante un embarazo normal se producen adaptaciones metabólicas, encaminadas a corregir el desequilibrio que se produce al necesitar un mayor aporte nutritivo para el feto. Uno de estos desequilibrios consiste en que el organismo necesita un mayor aporte de insulina al precisar una mayor utilización de la glucosa.
Una prueba evidente de este cambio es la experimentada por toda embarazada, que suele notar por las mañanas los desagradables síntomas de la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) como son náuseas, somnolencia, cansancio, debilidad, etc.
Conforme avanza la gestación, la adaptación metabólica se intensifica, alcanzando gran importancia a partir de la semana 24 del embarazo.
Todos estos cambios metabólicos llevan a una serie de consideraciones cuando se producen en una mujer embarazada:
- Los criterios convencionales para el diagnóstico de la diabetes no son aplicables en la gestación.
- Conforme avanza la gestación se produce un aumento en las necesidades de insulina.
- Los criterios habituales de control metabólico estricto no son aplicables durante la gestación.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
Los datos que sugieren la posibilidad de una DMG (diabetes mellitus gestacional) son:
- Historia familiar de diabetes, especialmente entre los familiares en primer grado.
- Una historia de:
- Abortos inexplicados.
- Diabetes gestacional en embarazos previos (40% más de riesgo).
- Parto previo de recién nacidos grandes (mayor de 4 kg).
- Aumento excesivo de peso en las primeras semanas de embarazo.
- Edad materna mayor a 35 años.
- Obesidad materna.
- Padecer síndrome de ovario poliquístico.
Algunos datos con menor importancia son: multiparidad (dos o más partos), preeclampsia (toxemia del embarazo) recurrente y partos prematuros repetidos.
La presencia de más de un dato aumenta la probabilidad de que haya un trastorno en el metabolismo de la glucosa.
¿Cómo se puede detectar la diabetes gestacional?
La glucosuria (glucosa en orina) es un hallazgo frecuente, ya que el 15%, de las mujeres gestantes la tienen, por lo cual la búsqueda de casos basándonos en este dato aislado es infructuosa.
La prueba que se realiza es la prueba de tolerancia oral a la glucosa. Se lleva a cabo entre la semana 24 y 28 del embarazo mediante una serie de tres pruebas de glucosa en sangre:
- Se toma una muestra de sangre en ayunas.
- Luego se consume una solución de 75-100 mg de glucosa y se toma una muestra una hora después.
- Posteriormente, se toma otra muestra de sangre dos horas después de haber ingerido la solución de glucosa.
Si alguna de estas tres pruebas muestra niveles anormales de glucosa, se establece el diagnóstico de diabetes gestacional. Si se detectan valores elevados antes de la semana 24, puede indicar la presencia de diabetes tipo 2 previa al embarazo.
Los casos sospechosos de diabetes mellitus gestacional DMG (diabetes mellitus gestacional) deberían ser vistos cada 15 días por el endocrinólogo, trabajando juntos éste y el obstetra. Se deben tomar las medidas prenatales habituales. Se debe hacer especial énfasis en el control de peso.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Si la prueba de la tolerancia oral a la glucosa es positiva se puede realizar el diagnóstico de diabetes gestacional y se ofrece a la paciente una dieta y se le controla de la misma manera que a un diabético clínico.
Si los criterios ideales de control de la glucemia no se alcanzan pronto, se comienza el tratamiento con insulina. En los casos bien controlados y no complicados, se espera al parto espontáneo.
La existencia de una necesidad elevada de insulina durante la gestación no indica necesariamente que la diabetes persista después del parto.
¿Qué seguimiento llevar de la diabetes mellitus gestacional después del parto?
Después del puerperio (cuarentena después del parto) debe repetirse la prueba de tolerancia a la glucosa nuevamente ya que existe un riesgo muy alto (50%) de que después del nacimiento, la madre persista con una diabetes, pero ahora tipo 2.
Por ello, se les debe recomendar que mantengan un peso corporal normal y aconsejar que acudan anualmente a revisión, o inmediatamente si vuelven a quedar embarazadas.
¿Qué problemas de gestación se pueden presentar en una mujer diabética?
Los problemas particulares de la gestación en una mujer que padece diabetes pueden considerarse bajo varios encabezamientos:
Problemas maternos
- Hipoglucemia: La hipoglucemia es frecuente en la primera mitad del embarazo, sobre todo en el primer trimestre. Afortunadamente el feto tolera bien la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre).
- Cetoacidosis diabética: La cetoacidosis diabética es un peligro real y al contrario de lo que ocurre con la hipoglucemia, es mortal para el feto.
- Retinopatía (Lesión de la retina): La retinopatía ya está presente en muchas mujeres al comienzo de la gestación, y puede progresar conforme ésta avanza. La oftalmoscopia regular es, por tanto, importante. Paradójicamente, la progresión de la retinopatía puede estar relacionada con el inicio de un control metabólico estricto. Cuando aparece neovascularización, puede controlarse con fotocoagulación, y no es, por tanto, una indicación para la interrupción del embarazo.
- Nefropatía (Lesión renal): La nefropatía en la diabética gestante se define como la presencia durante la primera mitad de la gestación de proteinuria (presencia de proteínas en la orina) persistente, de más de 400 mg en 24 horas, en ausencia de infección. Muchas pacientes también tendrán la tensión alta y otras complicaciones derivadas de la lesión renal. Estos casos requieren una supervisión meticulosa y el control de la hipertensión y de la diabetes mellitus, realizando rápidamente el ingreso hospitalario e induciendo el parto. Las pacientes con trasplantes renales funcionantes suelen tener gestaciones con éxito.
- Preeclampsia o hipertensión gestacional: Existe un mayor riesgo de desarrollar preeclampsia, una condición que supone riesgos para la madre y el feto. Además, hay un aumento en la probabilidad de padecer hipertensión gestacional e hipertensión crónica después del embarazo.
- Cesárea: El tamaño del feto pueden dificultar un parto vaginal, aumentando la posibilidad de necesitar una cesárea como método de parto.
Problemas fetales
- Muerte intraútero (muerte del feto en el útero): Puede producirse de forma inesperada e inexplicable.
- Malformaciones: Las malformaciones congénitas se dan en el 6-8 % de los hijos de madre diabética: son tres veces más frecuentes que en la población general. El tipo de malformaciones cubre un amplio espectro, pero los defectos del canal neural y las lesiones cardíacas son bastante frecuentes. Por lo tanto, se debe aconsejar a la mujer diabética que planifique su gestación y avise con anterioridad, para poder conseguir el mejor control posible antes de que tenga lugar la concepción. El cumplimiento de este consejo puede disminuir el número de malformaciones.
- Tamaño del neonato: Aunque lo habitual en los hijos de madre diabética es la macrosomía (recién nacidos de tamaño grande), algunos neonatos son pequeños para la edad gestacional, debido a un retraso en el crecimiento intrauterino. Esto es más frecuente en pacientes con DM (diabetes mellitus) de larga evolución con complicaciones vasculares.
- Parto prematuro: Existe una mayor posibilidad de que el bebé nazca antes de cumplir las 40 semanas de gestación.
Mortalidad en los recién nacidos
- Síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR) o enfermedad de las membranas hialinas: Cuando las pacientes daban a luz de forma rutinaria a las 36-37 semanas de gestación, debido a la falta de maduración de los pulmones del neonato, se producía una alteración respiratoria que numerosas veces era mortal. Hoy en día este problema puede ser previsto a tiempo evitándose numerosas muertes por esta causa. Sin embargo, hay recién nacidos que tienen afectación pulmonar y necesitan oxígeno e incubadora por días o semanas.
- Hipoglucemia: La hipoglucemia neonatal es frecuente, especialmente en los niños macrosómicos. El control metabólico estricto de la madre y del neonato en el postparto disminuye la frecuencia y gravedad de la hipoglucemia neonatal.
- Hiperbilirrubinemia neonatal: Es el aumento de la concentración sérica de bilirrubina. Puede aparecer asociada a un parto prematuro.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico