¿Qué dieta sería la más adecuada durante el embarazo?
No existe una dieta que sirva para todas las mujeres embarazadas porque los alimentos que se ingieren en esta etapa de la vida dependen de las necesidades y gustos de cada mujer.
Las recomendaciones generales a tener en cuenta en relación con la alimentación balanceada durante el embarazo son:
- Asegurarse de que la mujer acceda a los alimentos que necesita: Es necesario que haya disponibilidad de comida especialmente si hay barreras económicas, que la mujer no tenga problemas de salud que le impidan comer (enfermedades digestivas, alteraciones mentales o del estado de ánimo, etc.) y que disponga del tiempo y lugar para alimentarse.
- Consumir los alimentos que más le gusten en cantidad balanceada y con adiciones de sal y azúcar moderadas.
- En casos de muy bajo peso, sobrepeso u obesidad contar con la asistencia de un experto en nutrición de embarazadas.
- Adaptar la dieta si aparecen complicaciones en el embarazo, en especial anemias, diabetes gestacional e hipertensión arterial.
- A la dieta diaria normal de la mujer deben añadírsele unas 250 kcal al día para proporcionar una nutrición fetal adecuada. La mayoría de estas calorías deben consistir en proteínas, pero la dieta tiene que estar bien equilibrada, incluyendo fruta y vegetales de la estación. También deben ingerirse cereales libres de azúcar y ricos en fibra. Además, se recomiendan grasas saludables como las presentes en los pescados azules como el salmón y aceites vegetales como los que tienen el lino y las nueces.
Otras recomendaciones son:
- Frecuencia de las comidas: Coma tres comidas todos los días. Si tiene pirosis (ardor) o le molesta el estómago, haga de cuatro a seis comidas con cantidades más pequeñas en el día.
- Bocaditos o meriendas: El queso, el yogur, la fruta y las verduras son bocados saludables. Evitar los dulces, los pasteles, o las bebidas azucaradas.
- Agua: Al estar embarazada su organismo necesita muchos líquidos. Tome de seis a ocho vasos de líquidos todos los días (agua, jugos de fruta, y/o leche).
- Cafeína: La cafeína se encuentra en el té, en el café, en las bebidas gaseosas, y en el chocolate. Demasiada cafeína podría ser peligrosa para su bebé.
- La sal (sobre todo la yodada) puede emplearse con moderación, pero deben evitarse las comidas excesivamente saladas. Se deben limitar asimismo los alimentos con grasas y dulces: bollería, patatas fritas, bebidas gaseosas, galletas y dulces.
MUY IMPORTANTE:
- No fume, no beba alcohol, ni tome medicamentos que no le hayan recetado, durante todo el embarazo.
¿Qué complementos nutricionales se recomiendan durante el embarazo?
Durante el embarazo es tan fácil sufrir de déficit de algún componente de la dieta como excederse en la toma de suplementos nutricionales. En ambos casos está en riesgo la salud de la madre y el bebé.
La mayoría de mujeres, en especial al principio del embarazo, tienen aumentado el riesgo de tener deficiencias en el consumo de ácido fólico y de hierro.
El ácido fólico es una vitamina B que se encuentra principalmente en vegetales de hojas verdes, legumbres, espárragos e hígado. Todas las mujeres embarazadas deben consumir 0.4 miligramos de ácido fólico por día, especialmente en las primeras semanas (idealmente desde tres meses antes del embarazo). Esto ayuda a proteger al bebé que está en formación contra ciertos defectos congénitos de la espina dorsal o del cerebro, como la espina bífida.
Ya que es difícil obtener la cantidad de ácido fólico recomendado sólo por medio de la alimentación, puede ser necesario recibir suplementos (polivitamínico), a criterio de su médico.
El hierro es un mineral fundamental para la formación de la hemoglobina en la sangre y la prevención de anemias.
Por lo general, se da una suplementación de hierro en todas las mujeres a partir de la semana 12 de embarazo en forma de sales de hierro, aunque en algunas mujeres con alto riesgo de anemia puede ser necesario utilizarlo de forma inyectable.
Con respecto a otras vitaminas y minerales durante el embarazo, las recomendaciones son las siguientes:
- Vitamina A: no se deben consumir suplementos de vitamina A ni retinol (usualmente en cremas para el acné) durante el embarazo porque pude producir malformaciones del feto en especial en el corazón y el cráneo. Se debe consumir la vitamina A en la dieta en forma de vegetales de color amarillo o naranja como la zanahoria.
- Vitamina D: se dan suplementos de vitamina D con receta médica en mujeres veganas o que no consuman lácteos por otra razón y en quienes no tienen suficiente exposición a la luz del sol, pues es una vitamina imprescindible para la formación de dientes y huesos del feto. En los demás casos es suficiente con una alimentación balanceada.
- Vitamina C: las mujeres embarazadas necesitan más cantidad de esta vitamina, pero no se recomienda tomarla en forma de suplementos, sino en la alimentación en forma de frutas como los cítricos (naranjas, pomelos) y otros vegetales como patatas, tomate y espinaca, entre otros.
- Vitamina B6 o piridoxina: es componente de muchos medicamentos para las náuseas del embarazo, sin embargo, en dosis excesivas produce molestias en los músculos y los nervios, por lo cual hay que usarla bajo prescripción médica y con precaución.
- Calcio: es un mineral esencial en el embarazo y no todas las mujeres consiguen consumirlo de manera adecuada. Se recomiendan los suplementos de calcio si la mujer no consigue los niveles adecuados en la dieta con por lo menos tres raciones al día de lácteos o zumos y otras bebidas enriquecidas con calcio. La mayoría de suplementos nutricionales del embarazo contienen cantidades adecuadas de calcio, pero es importante no exceder las dosis recomendadas por el riesgo de problemas en el riñón y arritmias cardiacas.
- Zinc: las mujeres con una dieta balanceada no necesitan este mineral que es fundamental para la formación del feto. Sin embargo, las mujeres veganas, vegetarianas o que necesiten tomar dosis altas de hierro, podrían necesitar una prescripción según la valoración del médico.
- Colina: es un componente esencial para la formación del cerebro fetal y se recomienda su consumo adecuado en la alimentación no solo durante el embarazo, sino durante la lactancia materna. La colina se encuentra principalmente en los huevos, el tofu, las carnes magras, coles de Bruselas, coliflor, judías blancas y leche desnatada.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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