¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y a la médula espinal producida por una afección inflamatoria desmielinizante.
La mielina es una membrana grasa que actúa como la cobertura de un cable eléctrico y permite que los nervios transmitan sus impulsos rápidamente. En la esclerosis múltiple, la desmielinización (pérdida de mielina) impide a los nervios conducir los impulsos eléctricos al cerebro y del cerebro al sistema nervioso periférico de manera eficiente.
Actualmente se considera que la esclerosis múltiple se debe diferenciar de otras condiciones que antes se pensaba que eran parte de la enfermedad: la neuromielitis óptica (NMO) y la enfermedad asociada a anticuerpos contra la proteína de la mielina del oligodendrocito (MOGAD).
Suele aparecer entre los 20 y 40 años y afecta más a mujeres que a hombres.
¿Cuáles son las causas y posibles sustancias que desencadenan la esclerosis múltiple?
Las causas de la esclerosis múltiple son desconocidas.
Las causas de los síntomas manifestados por las personas son la inflamación de la mielina por causas autoinmunitarias, es decir que las defensas del cuerpo por alguna razón atacan la mielina propia, asociada a la degeneración de los nervios que hace que haya un empeoramiento progresivo si no se instaura un tratamiento.
La esclerosis múltiple parece tener componentes genéticos (ya que afecta más a algunas razas que a otras) que interactúan con alguna sustancia del medio ambiente que dispara la respuesta inmunológica.
Algunas de estas sustancias que se considera que podrían desencadenar la enfermedad son:
- Vitamina D.
- Humo de cigarrillo.
- Exposición solar.
- Obesidad.
- Virus como el Epstein-Barr y el virus herpes humano 6.
- Consumo de sal.
- Cambios en la microbiota (bacterias) intestinal al parecer relacionados con la alimentación.
¿Qué tipos de esclerosis múltiple existen?
La esclerosis múltiple se puede clasificar así:
Forma remitente recurrente o en brotes: Se produce en el 90% de los casos. Afecta más a las mujeres. Se caracteriza por brotes de manifestaciones neurológicas (puede ser un síntoma o varios diferentes) que se repiten en el tiempo y pueden ir dejando secuelas. La expectativa de vida es similar a la de la población general.
Los episodios duran por lo menos 24 horas y se presentan cada 30 días o más.Forma progresiva primaria: Se produce en el 10% de los casos. Afecta por igual a hombres y mujeres casi siempre mayores de 40 años. Los pacientes tienen una forma progresiva desde el principio. Los síntomas se presentan de manera progresiva a lo largo de por lo menos un año y son principalmente:
- Paraparesia espástica.
- Síndrome cerebeloso o de tronco cerebral.
- Síntomas sensitivos.
- Neuropatía óptica.
- Forma progresiva secundaria: A los 10 años el 50% de los que padecen el tipo recurrente-remitente pasan a una forma de deterioro neurológico progresivo.
- Esclerosis múltiple aguda.
- Esclerosis cerebral difusa.
Puede haber una gran variedad de otros síntomas incluyendo fatiga, depresión y cambios mentales, por lo cual esta forma es fácil de confundir con muchas otras enfermedades.
Existen otras formas de comienzo muy agresivo que tienden a empeorar mucho más rápido.
Se consideran factores de peor pronóstico:
- El inicio de la enfermedad antes de los 10 años o después de los 50 años.
- El curso progresivo desde el comienzo.
- El comienzo con síntomas motores y cerebelosos.
- La recurrencia precoz tras el primer brote.
¿Cuáles son los síntomas de la esclerosis múltiple?
Cursa típicamente con episodios repetidos de enfermedad e intervalos libres de enfermedad.
Los síntomas dependen de la parte del sistema nervioso central que se haya visto afectada.
Los principales síntomas que aparecen en los brotes son:
- En la visión
- Visión doble (diplopía)
- Movimiento involuntario de los ojos (nistagmo)
- Visión borrosa (neuritis óptica)
- En el habla
- Dificultad para hablar (disartria)
- Síntomas neurológicos
- En la garganta
- Dificultad para tragar (disfagia)
- Músculo-esqueléticos
- Debilidad
- Espasmos
- Fatiga
- Pérdida de coordinación (ataxia)
- Intestinales
- Diarrea
- Incontinencia
- Urinarios
- Incontinencia urinaria
- Aumento de la frecuencia urinaria
¿Cómo se diagnostica la esclerosis múltiple?
No existe una sola prueba para diagnostica la esclerosis múltiple.
Ante una persona que presenta los síntomas, los principales exámenes que se solicitan para determinar el diagnóstico de esta enfermedad son:
- Estudio de líquido cefalorraquídeo LCR.
- Resonancia magnética nuclear RMN.
- Tomografía de coherencia óptica.
- Potenciales evocados.
Los criterios diagnósticos para determinar que alguien sufre de esclerosis múltiple son observaciones que se hacen en los estudios de resonancia magnética nuclear RMN:
- Diseminación en tiempo DIT: se refiere a que se determinan lesiones desmielinizantes en dos resonancias magnéticas nucleares tomadas en tiempos diferentes.
- Diseminación en espacio DIS: se refiere a que se observan dos o más lesiones en diferentes zonas del sistema nervioso central.
Para determinar estas diseminaciones se tienen en cuenta los síntomas de las personas y se descartan otras posibles enfermedades como tumores y otras enfermedades degenerativas.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El tratamiento de la esclerosis múltiple principalmente busca:
- Mejorar los síntomas del brote.
- Detener la progresión.
- Mejorar las lesiones que producen las secuelas.
No hay un tratamiento que consiga totalmente el primer objetivo, detener el avance de la enfermedad.
Hay dos tipos de tratamiento en la esclerosis múltiple:
Tratamiento de los brotes
- Corticoides: el más utilizado es la metilprednisolona.
- Plasmaféresis: se suele realizar una sesión cada 48 horas. Es un procedimiento invasivo en el que se extrae la sangre de la persona, se separa el plasma y se reemplaza por otro líquido que se mezcla con los otros componentes de la sangre y se vuelve a introducir al cuerpo.
Tratamiento con fármacos modificadores de la enfermedad
Los medicamentos más utilizados son:
- Interferones
- Acetato de glatiramero
- Natalizumab
- Fingolimod
- Teriflunomida
- Dimetilfumarato
- Alemtuzumab
- Cladribina
Estos medicamentos consiguen disminuir en algunos pacientes el número de brotes, pero no aseguran la detención de la enfermedad. Los medicamentos son más efectivos para la forma remitente recurrente.
Otros tratamientos
Para mejorar los síntomas asociados a la esclerosis múltiple como depresión, dolor, fatiga, problemas con la orina, etc. existen una gran cantidad de medicamentos (analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos, etc.) y de terapias siendo de las más importantes la rehabilitación y el apoyo familiar del afectado.
El trasplante de progenitores hematopoyéticos es una opción de manejo en personas con enfermedad muy grave.
Últimamente se están desarrollando medicamentos para contrarrestar problemas muy comunes en las personas con esclerosis múltiple como espasticidad, fatiga y trastornos de la marcha con buenos resultados.
Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico