¿Qué es el estreñimiento?
El estreñimiento es un síntoma que puede ser percibido como evacuación intestinal infrecuente, dificultad para la expulsión de las heces, aparición de heces muy duras y pequeñas o sensación de que no se terminó de evacuar por completo (tenesmo).
La frecuencia de defecación es variable en cada persona y por ello se puede hablar de estreñimiento si se producen menos de tres evacuaciones intestinales por semana.
Siempre es importante determinar si el estreñimiento es primario o funcional (no se debe a ninguna otra enfermedad o tratamiento) o secundario (cuando es explicado por una enfermedad o por un medicamento).
¿Cuáles son los síntomas del estreñimiento?
El estreñimiento se presenta con:
- Heces duras
- Dolor en la evacuación
- Heces escasas
- Dolor en la espalda
- Fatiga y cansancio
- Dolor de cabeza
- Sensación de hinchazón abdominal
¿Qué tipos existen?
El estreñimiento se puede clasificar de dos maneras:
- Por tiempo de evolución:
- Agudo: Se inicia de forma repentina y suele ser transitorio u ocasional.
- Crónico: Se inicia de forma gradual y persiste durante meses o años.
El estreñimiento agudo puede aparecer en cualquier persona en algún momento de la vida por cambios en los hábitos normales. Es muy frecuente por cambios en la dieta, viajes, por ciertos medicamentos, en el embarazo, a veces por nerviosismo, o sin más por falta de rutina transitoria en la evacuación.
El estreñimiento crónico es un trastorno persistente por meses o años y puede deberse a:
- Dieta inadecuada, con poca fibra y pocos líquidos.
- Sedentarismo.
- Medicamentos.
- El efecto rebote del abuso de laxantes.
- Retención frecuente y consciente del reflejo de defecar lo cual va debilitando el funcionamiento normal del intestino.
- Edad avanzada.
- Viajar o sólo tener posibilidad de usar inodoros extraños.
- Secundario a otras enfermedades.
- Por la causa:
- Primario o Funcional
Puede presentarse aislado o como parte del síndrome del intestino irritable (alternado con episodios de diarrea).
- Secundario
También en algunos casos se presenta alternado con diarreas.
Puede ser uno de los síntomas de enfermedades como:
- Cualquier trastorno en el que se inflame el ano o el recto y por ello se dificulte la defecación: incluye enfermedades de transmisión sexual con proctitis (inflamación del recto), úlceras rectales por distintas enfermedades, tumores.
- Cualquier trastorno con obstrucción intestinal: Trastornos hereditarios como el divertículo de Meckel, tumores, vólvulo intestinal.
- Enfermedades parasitarias como la enfermedad de Chagas y la triquinosis.
- Enfermedades congénitas como la Enfermedad de Hirschsprung.
- Enfermedad intestinal inflamatoria como la Enfermedad de Crohn.
- Amiloidosis.
- Enfermedades autoinmunes como la esclerodermia y algunas vasculitis.
- Enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo, alteraciones de las glándulas paratiroideas, feocromocitoma, entre otras.
- Enfermedades neurológicas: Demencia, Parkinson, lesiones en la columna vertebral que afectan los nervios del esfínter rectal, esclerosis múltiple.
También puede asociarse al consumo de medicamentos como:
- Derivados del opio (opiáceos) que se utilizan para el insomnio, manejo del dolor, para la tos y para la diarrea.
- Algunos antidepresivos como la amitriptilina.
- Medicamentos para la úlcera péptica como el bismuto, el hidróxido de aluminio y el sucralfato.
- Antialérgicos (se presenta menos con los nuevos medicamentos).
- Medicamentos para la hipertensión arterial como el verapamilo.
- Nutrición enteral (la que se suministra por sonda nasogástrica cuando el paciente no puede comer solo).
- Primario o Funcional
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El tratamiento busca mejorar la consistencia de las heces y la frecuencia de evacuación intestinal para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar las complicaciones y el estreñimiento grave.
En primer lugar, siempre se debe modificar o adaptar la dieta.
- Beber más líquidos (más de 2 litros al día).
- Tomar más alimentos ricos en fibra como fruta, verdura, frutos secos, pan integral y otros cereales completos.
- También puede ayudar el jugo de ciruela a la hora de acostarse.
- Comer mucha fruta como naranjas, higos, ciruelas, uvas pasas, o cualquier otra fruta.
- Tomar salvado, que puede encontrarse en los cereales y panes de trigo completo. Asegúrese de beber muchos líquidos cuando coma el salvado.
- Comer muchas verduras (brócoli, col, espinacas, coliflor, tomates, lechuga, etc.).
- Limitar los alimentos que no tienen fibra o que endurecen las heces como el azúcar, los caramelos, los quesos curados o el arroz.
En segundo lugar, se debería aumentar el ejercicio físico.
- Hacer ejercicio físico de forma regular.
- Hacer ejercicios de los músculos abdominales.
Por último, se recomiendan algunas medidas generales como:
- No debe nunca ignorar el reflejo de defecar, la retención de este reflejo suele causar su desaparición y crear un estreñimiento crónico.
- Para la evacuación debe tener un hábito regular y dedicar un tiempo suficiente, las prisas o el cambio frecuente de lugares suelen suprimir el reflejo de la evacuación.
En el caso de estreñimiento secundario se debe dar el tratamiento de cada enfermedad
Asimismo, siempre que sea posible se deben evitar los medicamentos que producen estreñimiento, en especial en personas ancianas, con problemas neurológicos o con estreñimiento primario de base.
Si esto no es posible, se debe insistir aún más en los cambios en la alimentación y las mejoras en la actividad física.
¿Qué medicamentos se recomiendan para el estreñimiento?
La toma de laxantes debe de ser una medida temporal siempre ordenada por el médico. Su uso debe quedar restringido a situaciones de estreñimiento agudo, ya que su utilización por largo tiempo suele producir una falta de eficacia de los mismos con empeoramiento del estreñimiento o una dependencia al medicamento en el mejor de los casos.
Si además hay dolor abdominal agudo, náuseas, fiebre o vómitos, puede ser peligroso el uso de laxantes, ya que puede tratarse de una urgencia quirúrgica como una apendicitis aguda o una obstrucción intestinal y el aumento en los movimientos intestinales podría desencadenar un empeoramiento grave de estas condiciones.
¿Cuándo debe acudir a su médico?
Las principales razones para acudir al médico y tomar nuevas decisiones son:
- Fisuras anales.
- Hemorroides.
- Diverticulitis (dolor abdominal con sangrado rectal).
- Retención de la materia fecal sin posibilidad de evacuar.
- Cuando a pesar de las medidas adoptadas no se restaura la normalidad.
- En caso de niños, mujeres embarazadas o lactantes.
- Ante un cambio repentino, sin causa aparente, en los hábitos intestinales.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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