Introducción
Un exantema causado por el sol es una erupción cutánea o sarpullido que aparece de forma repentina por sensibilidad a la luz solar o fuentes de luz ultravioleta (fotosensibilidad).
Las reacciones de fotosensibilidad o lucitis son cuadros clínicos importantes y anormales producidos, desencadenados o agravados por la exposición a la luz, generalmente solar.
La piel reacciona de forma exagerada y no reproduce solo un aumento de la tonalidad, sino que aparecen lesiones de eccema, formación de ampollas, etc.
El tratamiento de estas reacciones es a base de antialérgicos, cortisona, antimaláricos, betacaroteno, utilizados solos o en combinación dependiendo de los casos.
¿Qué tipos de fotosensibilidad existen?
Las reacciones de fotosensibilidad o lucitis pueden dividirse en:
- Erupción polimorfa lumínica: Es la forma más frecuente de presentación.
- Dermatitis actínica crónica: Son cambios de engrosamiento y pigmentación en las zonas expuestas al sol que suelen durar varios años.
- Urticaria solar: Es una reacción anormal a la luz, muy rápida y similar a otros tipos de urticaria.
- Reacciones fototóxicas por sustancias que pueden causar daño en la piel cuando se exponen a la luz solar. Suele tener aspecto de quemadura solar intensa, eritema, ampolla y aumento de color de la piel.
- Reacciones fotoalérgicas, con formación de urticaria, eccema u otras formas de reacción cutánea.
- Otras reacciones, producidas por enfermedades agravadas por el sol o dermatitis fotoagravadas, por ejemplo, en: lupus eritematoso sistémico, herpes simple, rosácea, eritema multiforme, pénfigo, acné, dermatitis atópica, porfiria cutánea tarda o fitofotodermatitis.
¿Qué es la erupción polimorfa lumínica?
La erupción polimorfa lumínica se caracteriza por reacciones retardadas anormales a los rayos UV del sol, manifestándose en forma de lesiones variadas: eritema, pápulas, placas y vesículas.
En cada enfermo, la erupción acostumbra a ser constantemente de una sola presentación, siendo las más frecuentes las papulosas y papulovesiculosas. Es el exantema solar más frecuente, con predominio en el sexo femenino. Aparece al inicio de la temporada de sol (primavera) y acostumbra a mejorar al adquirir bronceado.
Se inicia 18 a 24 horas después de exponerse al sol durante algunos minutos o varios días, y dura unos 7-10 días. A menudo, las áreas expuestas no se afectan y sí, en cambio, el tronco, cuello y pecho, o las extremidades.
Se trata con medidas de fotoprotección general, protectores solares que bloqueen los rayos UVB y a veces ciclos cortos de corticoesteroides orales o tópicos.
¿Qué es la dermatitis actínica crónica?
La dermatitis actínica crónica se suele presentar con más frecuencia en hombres mayores de 50 años en forma de eccema en las zonas expuestas al sol que se pueden ver como un engrosamiento de la piel.
A veces se asocia con el antecedente de la dermatitis de contacto a medicamentos, plantas y perfumes.
Las lesiones eccematosas tienden a cronificarse, es decir permanecer durante mucho tiempo, incluso años por lo cual afectan mucho la calidad de vida.
El tratamiento consiste en identificar los desencadenantes y evitarlos, usar fotoprotección permanente y, en ocasiones, utilizar ciclos cortos de corticoesteroides o de medicamentos inmunomoduladores bajo supervisión del dermatólogo.
¿Qué es la urticaria solar?
En la urticaria solar aparece, tras la exposición a la luz, mucho prurito (picor), seguido de habones (placas rosadas) localizados en la zona irradiada que aparecen a los pocos minutos y persisten durante algunas horas, desapareciendo sin dejar lesiones residuales.
Es rara, y se suele presentar en adultos jóvenes.
La historia clínica es muy importante para su diagnóstico:
- Edad de inicio
- Historia familiar de fotosensibilidad
- Estaciones del año con síntomas
- Duración necesaria de la exposición
- Latencia entre exposición e inicio de la clínica
- Descripción de la erupción y de su distribución
- Tiempo de resolución si se evita la exposición
- Protectores solares utilizados
- Fármacos que se han tomado
- Aplicaciones locales de productos cosméticos
- Exposición profesional (arcos de soldadura, láser, lámparas UVA, industrias, etc.)
- Otros
El mejor tratamiento es la prevención, que en este caso consiste en permanecer a cubierto, recordando que los rayos UVA pueden traspasar los cristales (en general, no filtran longitudes de onda > 320 nm) y que las nubes no son un factor de protección solar.
Además, la exposición directa al sol del atardecer es menos peligrosa que a la luz de un mediodía nublado. La luz blanca de los fluorescentes puede causar problemas sólo a los pacientes muy sensibles, dependiendo de su proximidad.
La ropa no ofrece una protección total, pues, según el tipo de tejido, su grosor y color puede permitir el paso de espectros de luz. Ondas de larga longitud de onda (rayos UVA y luz visible) pueden atravesar tejidos delgados de nilón o de algodón.
Los factores de protección solar únicamente ofrecen un incremento en el tiempo de tolerancia a los rayos solares (especialmente por rayos UVB), pero de hecho pueden permitir llevar una vida normal. Se demuestran inútiles en espectros de acción amplios y para filtrar rayos UVA y luz visible. En estos casos puede ser eficaz el dióxido de titanio. Los factores de protección deben aplicarse 30-45 min antes de iniciarse la exposición al sol, siendo eliminados por el sudor y el agua.
En el caso de reconocer un fármaco o sustancia como responsable, su retirada no implica la desaparición inmediata de la fotosensibilidad, que puede persistir durante algún tiempo.
Como tratamiento tópico se pueden usar corticoides tópicos.
En el tratamiento sistémico se han empleado los rayos PUVA, fármacos antimaláricos, betacaroteno y antihistamínicos.
¿Cuáles son los medicamentos que pueden producir exantemas por el sol?
Ciertos medicamentos, cosméticos o productos industriales pueden producir dos tipos de reacciones con la luz del sol:
- Fototoxia o fototoxicidad: es una reacción similar a una quemadura solar producida por un efecto exagerado de la luz debido al fármaco.
- Fotoalergia o fotosensibilidad: es un eccema o dermatitis que se deben a una reacción alérgica.
La fototoxia inducida por los fármacos es más frecuente que las reacciones fotoalérgicas y puede presentarse igualmente a cualquier edad y en cualquier tipo de piel. No se observa reacción eccematosa en reacciones fototóxicas.
Los fármacos y otros productos químicos más implicados en la fototoxia son:
- Ácido nalidíxico
- Amiodarona
- Captopril
- Ciprofloxacina
- Clorotiazidas
- Diltiazem
- Etretinato
- Fenotiazinas (clorpromacina, prometazina, tioridazina, etc.)
- Furosemida
- Griseofulvina
- Naproxeno
- Pirazinamida
- Piroxicam
- Psoralenos o furocumarinas
- Quinidina
- Sulfonamidas
- Tetraciclinas (sobre todo doxiciclina y dimetilclortetraciclina)
- Derivados del alquitrán
Al eliminar el fármaco responsable, las lesiones ceden.
En la fotosensibilidad o fotoalergia inducida por fármacos se generan lesiones como eccema, con picor vesículas y exudación desaparición en zonas expuestas a la luz solar, aunque si persiste la exposición se extienden a todo el cuerpo. La fotoalergia puede persistir durante meses o años a pesar de no existir contacto con la sustancia responsable. Puede ser ocasionada por sustancias que entran al cuerpo (por vía oral, intramuscular, intravenosa) o por productos que solo se usan en la piel (tópicos).
- Causantes de administración general:
- Fenotiazinas
- Griseofulvina
- Ketoprofeno
- Piroxicam
- Quinidina
- Quinina
- Quinolonas
- Sulfonamidas
- Medicamentos del grupo PARA (benzocaína)
- De administración tópica:
- Salicilanilidas halogenadas (desodorantes y jabones).
- Aceite de sándalo, perfume de almizcle y metilcumarina (perfumes y fragancias).
- Antiinflamatorios no esteroideos AINE como diclofenaco y ketoprofeno.
- PABA y derivados (filtros solares).
- Cinamatos y benzofenonas (filtros solares).
- Benzocaína.
- Clorhexidina.
- Neomicina.
- Tioureas presentes en el neopreno.
¿Qué es la fitofotodermatitis o alergia fotosensible por plantas?
La fitofotodermatitis es una dermatitis causada por contacto con plantas y exposición a la luz solar. Se produce una reacción fototóxica o fotoalérgica, originada por sustancias fotosensibilizantes (furocumarinas), presentes en diversas plantas.
Plantas productoras de fitofotodermatitis:
- Rutáceas: Lima, naranja, naranja amarga, limón, bergamota, ruda común.
- Umbelíferas: Perejil, perifollo, apio, chirivía, hinojo, eneldo, zanahorias.
- Compuestas: Milenrama, aquílea y manzanilla.
- Crucíferas: Mostaza.
- Moráceas: Higueras (sólo hoja y tallo).
- Ranunculáceas: Ranúnculo.
- Rosáceas: Agrimonia.
- Leguminosas: Arvejas.
- Hiperáceas: Hierba de San Juan.
Puede aparecer a cualquier edad y raza. Las profesiones más afectadas son jardinería, horticultura, floricultura, agricultura, etc. Es más frecuente en verano. En la fase aguda aparece eritema, vesículas y ampollas con prurito, pero sin una dermatitis eccematosa.
Puede existir una pigmentación residual con formas artificiales (líneas, etc., dependiendo de algún trabajo realizado en el exterior). Las lesiones se distribuyen en áreas de contacto, sobre todo en los brazos y las piernas. La erupción aguda cede espontáneamente, pero la hiperpigmentación puede persistir semanas.
¿Cómo se diagnostican los exantemas por el sol?
Dado que producen síntomas muy similares, los médicos suelen seguir una serie de pasos para diagnosticar el tipo de exantema por el sol que presenta una persona.
Se pregunta a la persona si presenta o ha presentado alguna lesión en la piel que se asocie con la exposición a la luz del sol y el momento en que esta aparece lo cual puede dar lugar a una sospecha diagnóstica:
- En caso de que la reacción sea de pápulas y enrojecimiento en extremidades superiores, espalda y cara a las pocas horas y se presente mucho picor, se sospecha una erupción polimorfa lumínica.
- Si no hay picor, puede ser una dermatitis fotoagravada, la más frecuente por el lupus eritematoso.
- En caso de que las lesiones se vean como habones (placas rosadas) en tórax y brazos, con picor y sensación de quemazón a los pocos minutos de la exposición a la luz, se piensa en una urticaria solar.
- Si se trata de un eccema en las zonas expuestas al sol puede pensarse en una reacción fotoalérgica a un fármaco o cosmético, una dermatosis fotoagravada o una dermatitis actínica crónica.
- Si parece una quemadura por el sol se piensa en una reacción fototóxica.
Dependiendo de esta sospecha diagnóstica se pueden realizar algunos exámenes específicos de confirmación como:
- Pruebas epicutáneas: se colocan pequeños parches en la piel que contienen sustancias a las que se puede ser alérgico y se observa la reacción.
- Fotopatch test o prueba del fotoparche, similar a la anterior, se colocan parches en la espalda de la persona y se observa luego de 24 horas y la exposición a una lámpara de rayos ultravioleta UVA a espectros diferentes para reproducir la lesión de eccema.
- Exámenes de laboratorio: especialmente si se sospecha una dermatitis fotoagravada, se busca la enfermedad específica que se está empeorando por el contacto con la luz.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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