¿Qué es la fiebre tifoidea?
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa bacteriana endémica en varios países de Asia, África subsahariana, Oceanía y Latinoamérica.
Se transmite a través de la comida (vegetales, lácteos, mariscos) y el agua contaminada por la bacteria Salmonella typhi que proviene tanto de otros enfermos como de portadores sanos. La contaminación de la comida ocurre durante su preparación, aunque las moscas también pueden propagar la bacteria desde las heces al alimento.
Es una infección potencialmente mortal, por lo cual su tratamiento y la prevención del contagio se consideran prioritarios en todos los sistemas sanitarios.
Existe una infección de presentación prácticamente igual denominada fiebre paratifoidea que es ocasionada por la Salmonella paratyphi. En vigilancia epidemiológica se considera que ambas enfermedades se diagnostican y tratan de forma casi idéntica.
¿Qué síntomas presenta la fiebre tifoidea?
El período de incubación de la fiebre tifoidea (sin síntomas) es de 1 a 2 semanas, tras las que aparecen de forma gradual varios síntomas.
La fiebre se mantiene alta (39-40º C) durante una o dos semanas y se puede demorar hasta un mes en desaparecer. A pesar de ser el síntoma característico, en ocasiones la persona no presenta fiebre.
Se considera que, si se presenta esta fiebre prolongada o por lo menos dos de los siguientes cuatro síntomas, se trata de un caso clínico de fiebre tifoidea:
- Dolor de cabeza (cefalea)
- Pulso lento (bradicardia) junto con la fiebre (normalmente las personas febriles tienen el pulso muy rápido)
- Tos seca
- Síntomas abdominales: diarrea, estreñimiento, dolor abdominal
La fiebre paratifoidea tiene los mismos síntomas, aunque suelen ser más leves.
En tres de cada diez pacientes aparecen brotes de manchas rosadas en el tronco (roséola).
Del 5 a 10% de los enfermos pueden presentar síntomas psiquiátricos en los que hay confusión y síntomas delirantes. Este conjunto de síntomas se ha llamado “coma vigil” y “delirio violento”.
Finalmente, al evolucionar las lesiones en el intestino, puede aparecer diarrea abundante con sangre.
La convalecencia puede durar meses con persistencia de eliminación de la bacteria en las heces.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
La fiebre tifoidea no tratada puede tener muchas complicaciones (colecistitis, hepatitis, hemorragia intestinal, perforación intestinal, o infecciones a distancia del intestino).
En mujeres embarazadas, se pueden presentar abortos o partos prematuros.
Una complicación frecuente es la recidiva de los síntomas dos semanas después de la cura. Ocurre más en aquellos tratados con antibióticos, no se sabe por qué.
En algunos pacientes, el bacilo se acantona en la vesícula biliar, quedando en el organismo durante mucho tiempo sin producir enfermedad, pero con la posibilidad de contagiar (estado de portador).
Del 2 - 5% de personas pasan a ser portadores sanos de la salmonella y pueden seguir infectando a otros.
¿Cómo se puede diagnosticar?
El diagnóstico de fiebre tifoidea (y el de fiebre paratifoidea) requiere que se cumplan tres tipos de criterios:
- Criterios clínicos: La persona presenta los síntomas ya mencionados para establecer un caso clínico.
- Criterios de laboratorio: Aislamiento de la salmonella en una muestra para cultivo que puede ser de heces, sangre o médula ósea.
- Criterios epidemiológicos: Se debe presentar por lo menos uno de los siguientes tres casos:
- Exposición a la misma fuente causante de un caso confirmado de fiebre tifoidea.
- Contacto confirmado con un enfermo de fiebre tifoidea.
- Exposición a alimentos, agua o animales con salmonella confirmada.
Se diagnostica un brote de fiebre tifoidea con dos o más casos confirmados en contacto con la misma fuente de contaminación.
No se recomiendan otros exámenes de laboratorio ni pruebas rápidas porque no son útiles.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Los tratamientos se basan en:
- Antibióticos: Idealmente se deben administrar tras verificar la sensibilidad a los antibióticos en un cultivo de la bacteria porque en muchas zonas del mundo están apareciendo cepas de bacterias extremadamente resistentes a los antibióticos. Los antibióticos más usados son las fluoroquinolonas, en especial la ciprofloxacina. Otros son el cloranfenicol y las cefalosporinas de tercera generación.
- Medidas de sostén: Hidratación, mantener la nutrición con comidas frecuentes, reposo, y evitación de laxantes y enemas. Sueros intravenosos cuando sea necesario.
- Tratamiento de las recidivas: Igual que la enfermedad inicial, aunque sólo durante 5 días.
- Tratamiento del estado del portador: Se utilizan antibióticos (trimetoprim-sulfametoxazol, amoxicilina o fluoroquinolonas) durante cuatro semanas y cuando es necesario, se extirpa la vesícula biliar.
¿Cómo se puede prevenir?
Las medidas de prevención son:
- Medidas preventivas primarias: Consumo de agua no contaminada, sistemas eficaces de alcantarillado, pasteurización de la leche, control a los manipuladores de alimentos.
- Lugares adecuados y educación para realizar el lavado de manos, en especial de los manipuladores de alimentos y cuidadores de niños y ancianos.
- Control de las moscas.
- Evitar el consumo de pescado y mariscos crudos.
- Evitar al máximo el contagio con adecuada eliminación de las excreciones y lavado de manos continuo con agua y jabón en el lugar donde habitan los casos confirmados.
- Obtener 3 cultivos de heces negativos consecutivos con intervalos de 1 semana en la convalecencia, para descartar el estado de portador.
- Tratar a todos los portadores.
- Control de las epidemias: Declaración de los casos, vacunas. Actualmente se recomienda vacunar a viajeros internacionales, personas que manipulan la bacteria en laboratorios y personas con contacto estrecho con casos confirmados.
- Los viajeros a zonas endémicas deben tener precaución con las comidas y bebidas, tendiendo, allí donde se vaya, a una dieta de alimentos envasados y bien cocinados, y hervir o clorar el agua.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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