¿Qué son las hemorroides?
Las hemorroides son estructuras normales de la circulación del recto y el ano que por razones varias pueden dilatarse, sangrar o doler.
Las hemorroides están compuestas por venas y estructuras de soporte que las mantienen en su lugar. Cuando estas estructuras fallan se pueden generar:
- Hemorroides externas: Pequeñas masas cubiertas de piel en el ano que no suelen doler ni sangrar. Cuando duelen es porque presentan un coágulo (trombo) en su interior.
- Hemorroides internas: Con múltiples manifestaciones y con más complicaciones. Pueden presentarse solamente como sangrado en el inodoro o en el papel de baño sin otros síntomas, con dolor otras veces y, en ocasiones, con la franca salida de las venas por el recto (prolapso hemorroidal).
Es importante acudir al médico cuando haya cualquier síntoma en el ano o el recto porque, aunque es popular darles a todos estos problemas el nombre de “hemorroides”, hay muchas otras enfermedades que producen síntomas prácticamente iguales como el prolapso rectal o los tumores.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
Algunas causas que predisponen a padecer hemorroides son:
- Factores hereditarios.
- Factores anatómicos de recto y ano propios de casa persona.
- Estreñimiento que, al forzar el paso de las heces, aumenta la dilatación de las hemorroides.
- Estar mucho tiempo sentado en el inodoro: por ejemplo, forzando la defecación cuando hay estreñimiento.
- Diarrea, que puede producir irritación.
- Estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido.
- Embarazo, sobre todo en las últimas semanas.
¿Son frecuentes las hemorroides en el embarazo?
El embarazo es la causa más común de hemorroides en las mujeres jóvenes.
El aumento de la frecuencia de las hemorroides durante el embarazo se piensa que es debido al aumento de la presión de la sangre en las venas de la pelvis.
Si bien no se trata de un problema grave, puede haber mucho dolor y pequeñas hemorragias. En este caso, conviene consultar al médico y seguir sus recomendaciones.
En caso de ser dolorosas, existen pomadas adecuadas que se puede utilizar, consultando siempre antes con el médico.
Si hay problemas asociados de estreñimiento en el embarazo se debe consultar al ginecólogo. El manejo se hará con dieta y, solo en caso necesario, podría prescribirse un laxante.
Después del embarazo, las hemorroides tienden a desaparecer, aunque pueden empeorar en forma progresiva con embarazos subsiguientes o con la edad.
¿Cuáles son los síntomas de las hemorroides?
Las hemorroides pueden ocasionar:
- Dolor.
- Hemorragia anal.
- Presencia de sangre coagulada (hemorroides trombosadas).
- Picor de la zona del ano.
A veces se puede apreciar una anemia y, lo más característico, la propia palpación de las hemorroides en el ano que incluso pueden ser introducidas manualmente en el recto.
¿Cómo se puede detectar?
El diagnóstico de hemorroides se sospecha por los síntomas característicos de sangre, dolor al defecar y sensación de masa en el ano.
Con una inspección anal externa o examen rectoscópico, se confirma la presencia de las dilataciones en el recto.
Se deben realizar análisis de sangre para comprobar la posible presencia de anemia.
Como el sangrado rectal es el síntoma más común de las hemorroides internas, y aparece también en diversos tumores del colon y del recto es recomendable realizar una recto- sigmoidoscopia o una colonoscopia, para poder descartar otras enfermedades.
¿Qué medidas generales son útiles para el control y prevención de las hemorroides?
El tratamiento de las hemorroides se realiza fundamentalmente mediante la dieta.
Hay una máxima que se debe utilizar y es que las hemorroides sobre todo "se tratan por la boca".
Las principales medidas generales para las hemorroides son:
- Corregir el estreñimiento añadiendo fibra a la dieta: frutas, pan integral, salvado, cereales y verduras con residuos abundantes y fibra como puede ser la coliflor, las espinacas, la lechuga, etc.
- Evitar comidas muy sazonadas o condimentadas y el consumo de alcohol.
- Tomar aceite de oliva virgen (una cucharada para que las heces se deslicen sin dificultad a través del colon) y al menos ocho vasos de agua al día para poder para constituir un bolo fecal adecuado.
- Mantener una buena higiene anal y evitar rascar o frotar las hemorroides para ayudar a prevenir las infecciones.
- Realizar actividad física.
- Evitar esfuerzos al defecar. Reducir el tiempo de defecación yendo al baño solo cuando se tenga el deseo de defecar.
- Utilizar papel higiénico suave o hacer limpieza anal mediante baño con agua tibia.
- Aplicar hielo o compresas frías en la fase aguda del trastorno. El frío hará disminuir la hinchazón.
- Darse luego baños calientes en la zona dos o tres veces al día. Esta secuencia frío-calor es una forma de aliviar temporalmente el dolor cuando la hemorroide sale.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Las recomendaciones de prevención ya mencionadas son la clave del tratamiento.
Las hemorroides sin síntomas no requieren tratamiento.
En casos agudos, el tratamiento de las hemorroides depende de los síntomas que se estén presentando. Pueden darse cuatro casos:
- Hemorroides externas complicadas: Suele ocurrir solo cuando queda un coágulo atrapado en ellas: trombosis.
- Ocurre de manera brusca luego de un golpe o un gran esfuerzo, por ejemplo al hacer deporte.
- A veces, esa trombosis se cura sola en las primeras 72 horas, pero como es muy dolorosa, la persona suele consultar y se hace una cirugía de urgencia: hemorroidectomía o trombectomía.
- También se utilizan antiinflamatorios (por vía oral o en ungüentos proctológicos) y baños de asiento con agua templada por lo menos diez minutos después de la defecación y otros esfuerzos.
- Hemorroides internas sin complicaciones:
- Si solo hay sangrado, se manejan con dieta adecuada y recomendaciones.
- Si persiste el sangrado, se pueden hacer procedimientos como esclerosis (inyección de sustancias que cierran las venas), ligaduras y tratamientos con láser.
- Si además hay una gran salida de las hemorroides por el ano, se puede pensar en una resección de las hemorroides (hemorroidectomía).
- Crisis hemorroidal aguda: Ocurre cuando las hemorroides internas no solo salen por el ano (prolapso) sino que se inflaman, duelen y no pueden devolverse al canal anal.
Se da manejo con antiinflamatorios y laxantes para evitar la trombosis. - Trombosis de las hemorroides internas: Ocurre cuando las hemorroides no solo no pueden ser devueltas a su lugar, sino que ven cerrada su circulación venosa por coágulos y el dolor se hace muy intenso.
Se manejan con reposo y antiinflamatorios. Si se afecta mucho la circulación puede ser necesaria la hemorroidectomía en urgencias.
Las hemorroides que aparecen después del parto o en el puerperio no deberán tratarse quirúrgicamente sino hasta que haya pasado tiempo suficiente para determinar si persisten o no.
¿Cómo es la cirugía de las hemorroides?
La cirugía de hemorroides (hemorroidectomía) es la cirugía empleada para quitar las venas que se han hinchado o dilatado alrededor del ano (hemorroides).
Para la intervención de hemorroides el paciente se puede someter a anestesia general o bien a una local (anestesia local o anestesia espinal) con sedación.
La intervención de hemorroides se recomienda cuando los tratamientos médicos (dieta rica en fibra, laxantes, supositorios, otras medicaciones, baños de asiento, etc.) no han conseguido resultados.
El resultado es muy bueno en más de 90% de los casos y se puede esperar una completa recuperación en dos semanas.
El paciente puede experimentar un fuerte dolor después de la cirugía cuando contrae o relaja el ano, por lo que deben administrarse analgésicos.
Para evitar el uso de papel sobre el ano debe usarse lavados en bidé después de la defecación. Además, los baños templados servirán para disminuir las contracciones dolorosas del ano, y pueden calmar el picor y la quemazón de la zona.
La operación tiene los riesgos de cualquier intervención bajo anestesia:
- Reacciones a la medicación.
- Problemas respiratorios.
- Hemorragias.
- Infecciones.
- Riesgos adicionales: Posible estrechamiento del ano.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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