Hiperhidrosis

¿Qué es la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis se define como la sudoración excesiva no debida al calor o el ejercicio.

La hiperhidrosis o sudoración excesiva, principalmente de las palmas de las manos, axilas, cara, y planta de los pies, es un síndrome que condiciona una intensa alteración del estado psíquico y dificulta las relaciones sociales y el trabajo profesional.

La bromhidrosis es un proceso en el que la piel desprende un olor fétido debido a la descomposición de los desechos celulares y del sudor por las bacterias y las levaduras. La bromhidrosis suele estar asociada a la hipersudoración.

¿Cuál es la causa que provoca la hiperhidrosis?

La sudoración excesiva es debida a la sobreactividad de las glándulas sudoríparas y está relacionada con una hiperactividad de las fibras simpáticas y un aumento de la respuesta periférica sudomotora.

¿Cómo se puede clasificar la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis puede ser de dos tipos:

Hiperhidrosis primarias:

Es el tipo más frecuente y tiene varias características:

• Afecta en especial las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas, las regiones inframamarias o las ingles. A veces se afecta la cara.
• Es producida por un aumento de estimulación desde el cerebro y se produce solo en las horas de vigilia (cuando la persona está despierta).
• No se asocia a otras enfermedades, la persona no presenta otros síntomas y hasta el 80% puede tener el antecedente de algún familiar con hiperhidrosis.
• La sudoración excesiva de las manos se puede presentar desde la infancia, aunque la de las axilas aparece más en la pubertad.
• La cantidad de sudor no cambia si hay frío o calor y no hay bromhidrosis (mal olor), pero es permanente y afecta mucho la calidad de vida de la persona.
• La sudoración excesiva de las palmas y de las plantas puede ser también psicógena (emociones intensas o el estrés pueden desencadenar la sudoración).

Hiperhidrosis secundarias:

Se deben a otra enfermedad o a un medicamento y puede estar localizada en algunas partes o aparecer en todo el cuerpo.

Dependiendo del sitio donde se produzca la alteración de la producción del sudor, las hiperhidrosis secundarias se pueden clasificar en:

1. Hiperhidrosis hipotalámica: Se produce en el centro de control del cerebro para la sudoración: el hipotálamo.
   
   Puede ser causada por fiebre (por ejemplo, la tuberculosis y los linfomas producen “sudores nocturnos” luego de los episodios de fiebre) o por alteraciones como medicamentos, toxinas o en tumores como el feocromocitoma que produce adrenalina.
   
   Cualquier enfermedad que afecte el cerebro podría alterar el hipotálamo, así que la lista de enfermedades que podrían producir hiperhidrosis a este nivel es muy extensa: desde tumores, hasta accidentes cerebrovasculares, alcoholismo, enfermedades de la tiroides, enfermedades del corazón, etc.
   
   
2. Hiperhidrosis bulbar o gustativa: Normalmente, los receptores del gusto tienen alguna asociación con las glándulas que produce en el sudor. Por eso, por ejemplo, al comer algo picante, se produce sudoración.
   
   En ocasiones, esta conexión está exacerbada por alguna razón y la sudoración puede ser intensa al comer picantes, ácidos y alcohol. Puede ser un trastorno heredado o producirse por alguna enfermedad que dañe los nervios como una cirugía o un golpe, un absceso o el herpes zoster, por lo general afectando la glándula parótida que está en la cara.
   
   Otras enfermedades asociadas son la cefalea en racimos, los daños en el nervio vago, la siringomielia y la encefalitis, entre otras.
   
   
3. Sudoración medular por sección transversal de la médula espinal: Las lesiones de la columna vertebral con compromiso neurológico pueden producir tanto ausencia de sudor (anhidrosis) como hiperhidrosis de una manera desordenada.
   
   
4. Disreflexia autónoma: en enfermedades como la dermatitis y la psoriasis y en algunas lesiones de la columna vertebral, al recibir un estímulo eléctrico, físico o por algunos medicamentos, la persona suda en exceso.
   
   
5. Hiperhidrosis compensatoria: cuando hay una zona que no suda (anhidrosis), otra zona puede sudar de más para compensar.
   
   Puede ocurrir en la miliaria, la neuropatía diabética y cuando se ha tenido que cortar un nervio del sistema simpático por alguna razón.
   
   
6. Hiperhidrosis no neural: son causas más raras como queratodermia, hamartomas, nevos, malformaciones venosas, eritema por frío, mixedema, etc.
   
   

En todos los tipos de hiperhidrosis la piel se puede alterar por el exceso de sudor.

La piel de las zonas afectadas suele ser rosada o blanco-azulada. En los casos graves, la piel, sobre todo la de los pies, puede estar macerada, fisurada y descamativa.

El aumento de la hidratación de la piel puede ser un factor contribuyente en varias enfermedades de la piel (infecciones por hongos o bacterias, dermatitis por contacto, etc.).

¿Cuál es el tratamiento recomendado?

Existen tres líneas de tratamiento para la hiperhidrosis:

1. Primera línea: son los tratamientos que se usan directamente sobre la piel. Suelen funcionar mejor en las axilas que en las palmas o plantas.
   
   El más utilizado es el cloruro de aluminio. Se aplica por la noche en la axila seca, las palmas o las plantas por tres a cinco noches seguidas y luego según sea necesario. A veces se ocluye para que funcione mejor. Puede producir sensación de quemazón y picor.
   
   La bromhidrosis (mal olor) a menudo responde fácilmente al tratamiento. La limpieza minuciosa es esencial. El lavado diario con jabón líquido que contenga clorhexidina y la aplicación de un preparado de cloruro de aluminio (antitranspirante que se encuentra en la mayoría de los desodorantes del mercado) suelen ser adecuados.
   
   
2. Segunda línea
   
   
   • Toxina botulínica: Las inyecciones de toxina botulínica son eficaces contra la sudoración excesiva. Esta terapia se presenta como una alternativa a la cirugía, aunque el tratamiento debe repetirse unas tres veces al año.
   • Iontoforesis con agua del grifo: se realiza con un equipo especial que transmite una corriente eléctrica leve en la piel y puede ser útil en algunas personas con hiperhidrosis.
   • Medicamentos orales: principalmente anticolinérgicos. Se deben consumir solo bajo prescripción médica.
   • Ablación térmica con rayos láser o microondas: es un método menos invasivo de destruir las glándulas sudoríparas en comparación con la cirugía. El efecto beneficioso puede durar varios años.
     
     
3. Tercera línea: son procedimientos de cirugía realizados por especialistas para destruir las glándulas que producen el sudor o para cortar parte de los nervios que favorecen la sudoración excesiva. Principalmente son:
   
   
   • Liposucción: es un procedimiento costoso y pueden producirse cicatrices molestas.
   • Escisión local: similar al caso de la liposucción.
   • Simpatectomía: Es el último recurso cuando ningún otro tratamiento funciona, principalmente en la hiperhidrosis de palmas y plantas.
     
     La simpatectomía torácica por videotoracoscopia es un procedimiento que requiere anestesia general e intubación selectiva pulmonar para poderse realizar, con un mínimo riesgo quirúrgico y con una estancia hospitalaria media de 24 horas.
     
     Como efectos secundarios, la simpatectomía torácica por hiperhidrosis puede llevar al paciente a tener unas "manos secas" que requiera la hidratación de las mismas una o varias veces al día, aunque el paciente siempre refiere que es mejor esta nueva situación que la anterior con su sudoración excesiva.
     
     Otro de los efectos secundarios es la llamada "hiperhidrosis" compensadora en la que existe un aumento leve de la sudoración a nivel de la espalda o de los muslos, problemática que el paciente tampoco refiere como muy molesta.
     
     

Tratamiento psicológico: Si no funciona el tratamiento farmacológico, es posible que una consulta con un psicólogo le relaje de esta situación que para usted es incontrolable, pero pueda llevarlo con más normalidad sabiendo que no es un problema importante, y que se pueda controlar mediante sistemas conductuales.