¿Qué es la insuficiencia cardiaca?
La insuficiencia cardiaca se define como el síndrome clínico en el que convergen diversas enfermedades cardiacas o sistémicas produciendo los síntomas (falta de aire, edemas en piernas, cansancio, falta de aire al estar tumbado) y signos característicos de la enfermedad.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
El corazón cumple la función de bombear la sangre al resto de organismo. La insuficiencia cardiaca se produce cuando éste no puede llevar a cabo su función de manera correcta produciendo los síntomas típicos de la enfermedad.
Existen muchas enfermedades que pueden llevar a una insuficiencia cardiaca por alteración de la función o estructura cardiaca:
- Cardiopatía isquémica (75% de las causas): por el daño producido en las arterias coronarias de forma crónica o aguda (infarto de miocardio)
- Miocardiopatía (enfermedades del músculo cardiaco):
- Miocardiopatía hipertensiva: debido a hipertensión arterial de años de evolución mal controlada
- Miocardiopatía diabética
- Miocardiopatía alcohólica (por abuso de alcohol)
- Miocardiopatía hipertrófica
- Miocardiopatía dilatada (se desconoce la causa)
- Miocarditis (inflamación del músculo cardiaco)
- Otro grupo importante son las lesiones valvulares cardiacas adquiridas o congénitas
- Arritmias
- Otras causas:
- Medicamentos (quimioterapia)
- Tóxicos (cocaína)
- Enfermedades con algo de gasto cardiaco (anemia, sepsis, tirotoxicosis, enfermedad de Paget)
Suele tener un curso progresivo, con aumento de la sintomatología y múltiples ingresos hospitalarios hasta el fallecimiento. La reducción de la supervivencia se relaciona con el grado de deterioro de la función cardiaca.
Afecta al 1-2% de la población adulta en los países desarrollados, llegando al 15-20 % en mayores de 70 años. Es el primer motivo de ingreso hospitalario en mayores de 65 años siendo uno de los motivos principales de defunción. En España supone un 2% del gasto sanitario nacional.
¿Qué tipos existen?
La insuficiencia cardiaca se puede clasificar de múltiples formas:
- Insuficiencia cardiaca sistólica: cuando el deterioro primario es el deterioro de la función contráctil.
- Insuficiencia cardiaca diastólica: cuando existen problemas en el llenado ventricular debidos a un fallo de relajación del músculo. Suelen tener la función contráctil conservada.
Según la clase funcional del paciente:
- Clase I: sin limitación para realizar una actividad normal
- Clase II: disminución leve de la actividad normal
- Clase III: disnea a moderados esfuerzos
- Clase IV: disnea de reposo
En función de la forma de presentación:
- Insuficiencia cardiaca aguda: los síntomas aparecen rápidamente requiriendo tratamiento temprano. Ocurre cuando se trata de un primer episodio de forma aguda (tras un infarto de miocardio) o en un paciente con insuficiencia cardiaca crónica descompensada. Una forma especial de manifestación es el edema agudo de pulmón.
- Insuficiencia cardiaca crónica: cuando los síntomas se mantienen estables
- Insuficiencia cardiaca refractaria: cuando los síntomas ya no se controlan con la medicación habitual y requiere de alternativas terapéuticas más intensivas (fármacos inotrópicos, trasplante cardiaco, marcapasos, cirugía…)
- Insuficiencia cardiaca terminal: cuando los pacientes ya no responden a los tratamientos, con mucha sintomatología, grado de deterioro importante de la calidad de vida con múltiples ingresos hospitalarios.
¿Qué factores de riesgo pueden precipitar una insuficiencia cardiaca?
Factores que pueden precipitar una insuficiencia cardiaca:
- Incumplimiento dietético
- Hipertensión arterial mal controlada
- Mal cumplimiento de la medicación
- Consumo de alcohol y tabaco
- Síndrome coronario agudo
- Arritmias
- Infecciones (exacerbación de asma/EPOC)
- Insuficiencia renal
- Embarazo
- Obesidad
- Fármacos (antiinflamatorios, antiarrítmicos, corticoides, minoxidil, calcioantagonistas, anfetaminas, antidepresivos…)
¿Cuáles son los factores de mal pronóstico?
Los siguientes factores suele suponer un mal pronóstico de la enfermedad:
- Clínicos
- Edad avanzada
- Sexo masculino
- Bajo nivel educativo y social
- Antecedente de cardiopatía isquémica
- Hospitalizaciones previas por insuficiencia cardiaca
- Desnutrición
- Otras enfermedades concomitantes (diabetes, artritis reumatoide, neumonía, depresión…)
- Hemodinámicos
- Bajo gasto cardiaco
- Hipotensión arterial
- Hipertensión pulmonar
- Anemia
- Arritmias
- Insuficiencia renal
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia cardiaca?
En ocasiones, el paciente puede permanecer durante mucho tiempo sin síntomas (fase asintomática).
Los síntomas más habituales son:
- Cansancio y astenia (debido a la falta de sangre en los músculo y tejidos)
- Disnea (sensación de falta de aire)
- Disnea paroxística nocturna (cuando el paciente percibe la disnea al tumbarse, lo que le obliga a dormir sentado o con varias almohadas)
- Tos seca
- Acumulación de líquidos en las piernas y abdomen
- Intolerancia al ejercicio
- Mareo y confusión (debido a la falta de oxigenación del cerebro)
¿Cómo se puede detectar?
Por un lado, debemos objetivar la disfunción cardiaca mediante una serie de pruebas y también deberemos estudiar la causa inicial de la insuficiencia cardiaca, los factores precipitantes, pronósticos y la clase funcional del paciente.
El diagnóstico se realiza mediante:
- Anamnesis (preguntando sobre los síntomas típicos de la enfermedad: disnea, edemas, tos nocturna, astenia)
- Exploración física (edemas maleolares, crepitantes pulmonares, hepatomegalia, soplo cardiaco, ingurgitación yugular, derrame pleural)
- Pruebas complementarias:
- Análisis de sangre y orina
- Electrocardiograma
- Radiografía de tórax
- Ecocardiograma (prueba de imagen más usada que proporciona información valiosa sobre la estructura y función cardiaca)
- Péptidos natriuréticos: útil en el diagnóstico diferencial de la disnea en urgencias.
- Resonancia magnética nuclear: cuando precisamos imágenes con mayor resolución para el estudio del tejido miocárdico (miocarditis, enfermedades infiltrantes de miocardio…)
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El objetivo del tratamiento es frenar la evolución de la enfermedad, mejorar los síntomas y la calidad de vida, aumentar la capacidad de esfuerzo y la supervivencia.
Además, se deberá llevar un buen control del resto de factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, colesterol, obesidad…) y patologías asociadas a la insuficiencia cardiaca (anemia, trastornos del tiroides, insuficiencia renal…)
Medidas no farmacológicas (higiénico-dietéticas)
- Control del peso, ingesta de líquidos y la diuresis: una ganancia > 2 kg en 3 días suele preceder a una reagudización.
- Dieta variada, pobre en grasas y sal: se recomienda menos de 2 gr de sal al día.
- Abandono del tabaco y alcohol
- Realizar ejercicio físico de forma regular en función de la tolerancia (se recomienda al menos caminar 30 minutos 4-5 veces por semana)
Medidas farmacológicas
Existen 3 grupos de fármacos que ayudan a reducir la mortalidad y el número de hospitalizaciones (IECAS, betabloqueantes y antagonistas de la aldosterona).
Los diuréticos se reservan para el alivio de los síntomas y la congestión.
Los grupos de fármacos más empleados actualmente son:
- IECAS (aumentan supervivencia)
- Betabloqueantes (aumentan supervivencia)
- Antagonistas de la aldosterona (aumentan supervivencia al reducir el remodelado cardiaco)
- ARA II
- Diuréticos (alivian los síntomas al reducir los edemas)
- Ivabradina (reduce la frecuencia cardiaca en pacientes en ritmo cardiaco normal)
- Digoxina (mejora la contractilidad miocárdica en pacientes con fibrilación auricular)
- Asociación de hidralazina y nitratos
Recientemente se ha comenzado a introducir un nuevo grupo farmacológico conocido como inhibidores de la neprilisina (sacubitrilo/valsartán) con muy buenos resultados en la insuficiencia cardiaca.
En pacientes seleccionados, puede implantarse un DAI (Desfibrilador Automático Implantable) ante el riesgo de muerte súbita.
Por último, en algunos pacientes puede plantearse la posibilidad del trasplante cardiaco.
Dr. Miguel Cabrero de Cabo
Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela.
Autor original