¿Qué deberíamos saber?
La menopausia es el momento en el cual cesan los ciclos menstruales de manera permanente y se marca el fin del periodo fértil femenino.
Esto ocurre porque ya no hay óvulos dentro del ovario que son los que marcan el ciclo menstrual liberándose uno cada mes desde la primera menstruación (menarquia).
En promedio, la menopausia ocurre a los 50 años.
La menopausia precoz, también llamada insuficiencia ovárica primaria es la menopausia a los 40 años o menos. La menopausia tardía es la que ocurre después de los 55 años.
La edad de aparición de la menopausia depende de la edad de inicio de la menstruación (menarquia) y la edad en la que otras mujeres de la familia, en especial la madre y las hermanas han cesado sus periodos.
¿Cómo se define la menopausia?
Se considera que deben transcurrir doce meses consecutivos sin presentarse la regla (amenorrea) para diagnosticar la menopausia.
Los términos climaterio y perimenopausia se emplean para agrupar las tres etapas (premenopausia, menopausia y posmenopausia) que se refieren a los cambios físicos que se producen algunos años antes de la menopausia y por lo menos el año siguiente a la misma.
Además de la menstruación natural, se puede presentar una menopausia artificial luego de la extirpación quirúrgica de los ovarios (ooforectomía) o después de algunos tratamientos de quimioterapia o radioterapia que destruyen todos los óvulos.
¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?
Los síntomas de la menopausia dependen de la ausencia de las hormonas ováricas llamadas estrógenos que dejan de producirse casi por completo.
En la menopausia artificial, los síntomas suelen ser más intensos que en la menopausia natural.
Algunos años antes de la menopausia (premenopausia) puede haber alteraciones de la regla como sangrado uterino abundante y ciclos menstruales irregulares.
En la época de climaterio, perimenopausia y menopausia en sí, las alteraciones más comunes y que se ha demostrado que dependen por completo de la carencia de estrógenos son:
- Trastornos vasomotores: Se presentan en la mayoría de mujeres y es la causa más frecuente de consulta médica. Son:
- Oleadas de calor, sofocos o bochornos: Sensación de aparición brusca de calor en pecho y espalda que suben a la cara acompañadas de enrojecimiento y luego desciende a todo el cuerpo. Pueden ocurrir en cualquier momento del día y son la principal razón de consulta médica en la menopausia.
- Sudores nocturnos, por lo general luego de los bochornos.
- Atrofia urogenital: Tanto la vagina como la uretra y la vejiga presentan un adelgazamiento, así como aumento de riesgo de sufrir infecciones por falta de lubricación adecuada. Se pueden presentar:
- Alteraciones vaginales como resequedad e irritación vaginal, dolor con las relaciones sexuales (dispareunia), sangrado durante o después de la relación sexual (coitorragia), secreción vaginal fétida (leucorrea), falta de deseo sexual, salida de parte del útero por la vagina (prolapso uterino o histerocele).
- Alteraciones urinarias como urgencia urinaria y sensación de ardor al orinar, salida inadvertida de orina (incontinencia urinaria) e infecciones de la orina.
- Osteoporosis: Se disminuye la resistencia de los huesos, lo que aumenta el riesgo de fracturas, en especial de vértebras, caderas (más grave), y fractura de Colles (de brazo) Hay más riesgo en mujeres muy delgadas, bajas de estatura, de piel blanca, fumadoras, que no han tenido embarazos, con menopausia temprana, que no practican ejercicio físico o que abusan del consumo de alcohol y cafeína.
Otros síntomas que suelen aparecer, pero que no se resuelven con estrógenos son:
- Cansancio y falta de energía (astenia)
- Trastornos del sueño
- Pérdida de capacidad de concentración y disminución de la memoria
- A veces depresión o irritabilidad
- Aumento de peso y de colesterol LDL o “colesterol malo”
- Dolores en los músculos y las articulaciones
- Adelgazamiento del cabello o algún crecimiento de vello en el rostro (hirsutismo)
- Adelgazamiento y debilidad de la piel
¿Cuáles son las principales complicaciones tras la menopausia?
La desaparición del efecto protector de los estrógenos en muchos órganos se suma al envejecimiento normal del cuerpo y aumenta el riesgo de algunas enfermedades en la mujer menopáusica y posmenopáusica. Las principales son:
- Sobrepeso y obesidad: Aumenta a su vez el riesgo de sufrir diabetes mellitus, hipertensión, enfermedad cardiovascular y algunos cánceres.
- Aumento del riesgo cardiovascular: Mayor riesgo de sufrir infarto del miocardio y accidente cerebrovascular por el aumento del colesterol LDL.
- Cáncer de mama: Hay mayor riesgo si hay historia familiar de cáncer de mama o si la mujer es obesa o no ha tenido embarazos. Riesgo algo aumentado si se ha administrado terapia de reemplazo hormonal (estrógenos prescritos por el médico) por más de cinco años, si se abusa del alcohol o si hay sedentarismo.
- Artrosis: relacionadas con la obesidad y con el aumento de la edad. Puede haber nódulos y leve dolor en las manos al principio y luego artrosis de rodillas o caderas, algo más incapacitantes.
- Osteoporosis y fracturas: Es importante hacer seguimiento en las mujeres de riesgo con exámenes de densitometría ósea y prevenir las caídas cuando la osteoporosis ya está establecida.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
La menopausia es un evento normal de la vida, por lo cual el tratamiento con medicamentos solo se realiza si la mujer considera que los síntomas alteran mucho su calidad de vida o si hay un riesgo grave para la salud.
Se recomienda comenzar por cambiar los malos hábitos y promover un modo de vida más saludable.
También se pueden intentar medidas no farmacológicas para tratar síntomas frecuentes como las oleadas de calor como vestir ropa más ligera, hidratarse bien, hacer respiraciones pausadas y tratar de comprender que se trata de cambios normales y transitorios y aprender a convivir con ellos.
Las principales recomendaciones en cuanto al estilo de vida son:
- Si bien no es aconsejable la delgadez extrema, tampoco lo es el exceso de peso. La dieta y el ejercicio en mujeres con sobrepeso u obesidad mejoran casi todos los síntomas indeseables de la menopausia y disminuyen todos sus riesgos para la salud.
- Dieta rica en fibras, frutas, vegetales y pescado que previenen enfermedades digestivas y cardiovasculares. Hidratarse preferiblemente con agua.
- Hacer ejercicio a diario.
- No fumar, moderar el consumo de alcohol y el café.
- No automedicarse hormonas. Discutir el inicio de medicamentos con el médico.
- Si hay alteraciones de la vida sexual, buscar el consejo y la orientación del médico. Asociar a esto la discusión sana y franca con la pareja, para lograr cooperación.
- Hacer prevención de osteoporosis:
- Dieta balanceada, rica en calcio (leche y sus derivados)
- Tomar el sol en brazos y cara por lo menos media hora al día temprano en la mañana o cuando baje la temperatura en las tardes con uso adecuado de bloqueador solar. Esto hace que se produzca la vitamina D, imprescindible para que el calcio se fije al hueso.
Existen varios tratamientos no hormonales que se dan en casos muy específicos y siempre que haya una clara indicación médica. Ejemplos de ellos son los fitoestrógenos derivados de la soja y otros tratamientos naturales que deben ser recetados por un especialista en la materia.
Finalmente, hay casos en los que es necesario suplir las hormonas faltantes.
La terapia de reemplazo hormonal (TRH), tiene un fundamento importante, el cual es aliviar todos o algunos de los síntomas que se presentan en la mujer. Se aplican estrógenos o progestágenos asociados, por diferentes vías (oral, vaginal, parches).
Esta terapia hormonal está indicada en:
- Mujeres con menopausia precoz o insuficiencia ovárica primaria: Se administra hasta los 50 años para prevenir todas las complicaciones de la menopausia en una mujer tan joven.
- Trastornos vasomotores que no mejoran con medidas simples y afectan mucho la vida de la mujer.
- Sequedad vaginal: en este caso, se usan estrógenos vaginales.
- Prevención de fracturas en algunas mujeres con osteoporosis.
La terapia de reemplazo hormonal puede presentar riesgos como el cáncer de mama si se prescribe por cinco o más años, el cáncer de endometrio si se administran solo estrógenos en mujeres con útero, aumenta la probabilidad de formar coágulos en venas o arterias y de presentar alteraciones en la vesícula biliar.
Esta terapia está totalmente contraindicada en mujeres que hayan tenido o tengan riesgo de cáncer de mama, cáncer de endometrio, enfermedades del hígado, el páncreas y la vesícula biliar y formación de coágulos: trombosis o embolias.
Dra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Autor original