¿Qué es la pielonefritis?
La pielonefritis es una infección del tracto urinario superior incluyendo los riñones provocada generalmente por bacterias.
La pielonefritis también se denomina infección urinaria alta ya que afecta, además de a los riñones, a los uréteres que dan salida a la orina desde el riñón hacia la vejiga.
La pielonefritis suele estar causada por bacterias, principalmente la Escherichia Coli o del género de los enterococos.
¿Qué tipos existen?
La pielonefritis se puede clasificar en:
- Pielonefritis aguda: La pielonefritis aguda ocurre normalmente como resultado de una ascensión de bacterias que provienen de una infección de las vías bajas (una cistitis, por ejemplo), y aunque es una infección mucho más seria que una cistitis, se maneja sin problemas, por lo general, con el tratamiento correcto. Puede ser mucho más severa en personas ancianas o con inmunodeficiencias (por ejemplo, aquellos que padecen cáncer o SIDA).
- Pielonefritis crónica: Es una infección más grave causada con frecuencia por defectos congénitos estructurales de las vías urinarias. Las complicaciones más preocupantes son la sepsis o infección diseminada por todo el cuerpo, y la insuficiencia renal o incapacidad del riñón para fabricar orina.
La pielonefritis ocurre de forma mucho más frecuente cuando existe el llamado reflujo vesicoureteral (reflujo persistente de orina "hacia atrás"). Lo típico en estos casos es presentar pielonefritis agudas repetidas o una pielonefritis crónica.
¿Qué incidencia tiene?
La pielonefritis aguda afecta con mayor frecuencia a mujeres (5 veces más que los hombres) con una incidencia anual estimada de 120 a 130 casos por 100.000 mujeres y 30 a 40 casos por 100.000 hombres.
¿Cuáles son los síntomas de la pielonefritis?
Los principales síntomas de la pielonefritis son:
- Malestar general
- Fiebre mayor de 39°C (102°F) y fiebre que persiste durante más de dos días
- Escalofríos
- Dolor del costado o de espalda
- Dolor abdominal (ocurre ocasionalmente)
- Náuseas y vómitos
- Dolor al orinar (disuria)
- Necesidad de orinar muy a menudo, por la noche, etc.
- Color de la orina turbio o anormal
- Sangre en la orina
- Fuerte olor de la orina
¿Cómo se puede detectar?
Para el diagnóstico de la enfermedad se suelen realizar las siguientes pruebas o procedimientos:
- Examen físico: Existe dolor y sensibilidad al palpar la zona del riñón.
- Análisis de orina: Presencia en la orina de glóbulos blancos, glóbulos rojos, proteínas y cilindros urinarios.
- Cultivo de orina: Los cultivos de orina revelan la existencia de bacterias en la orina. Los cultivos sanguíneos suelen mostrar la misma bacteria. Generalmente se tratará de bacterias de tipo gram negativas (gram -).
- Ecografía abdominal: Estudio indoloro del abdomen con ultrasonidos. Muestra signos característicos de pielonefritis.
- Urografía Intravenosa: Radiografías del riñón con inyección intravenosa previa de una sustancia yodada que proporciona contraste al riñón. En la pielonefritis existe una excreción de contraste muy disminuida. Además, pueden detectarse enfermedades que justifiquen la presencia de pielonefritis crónica o recurrente.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Los objetivos del tratamiento de la pielonefritis aguda son el control y remisión de la infección y la reducción de los síntomas agudos, que, generalmente, persisten incluso más de 48 horas después del inicio del tratamiento.
Los principales tratamientos a utilizar son:
- Antibióticos: Tienen como finalidad controlar la infección bacteriana. Los más usados son la asociación trimetoprim/sulfametoxazol y el ciprofloxacino. Si la infección es grave y el riesgo de complicaciones es alto, los antibióticos se suministrarán vía intravenosa. Puede que se necesite estar con antibiótico durante un largo período de tiempo.
- Analgésico-antitérmicos: Fármacos para controlar el dolor, la fiebre y el malestar.
- Líquidos intravenosos (sueros): Administrados en los primeros días de tratamiento, para hidratar lo mejor posible e intentar que los medicamentos lleguen pronto a los riñones.
El tratamiento de la pielonefritis crónica suele requerir altas dosis de antibióticos durante 6 meses para eliminar la infección. En ocasiones es necesario quirúrgica por obstrucciones o en casos severos.
Por otra parte, el tratamiento de cualquier complicación debe ser rápido y preciso. Puede incluir hospitalización con cuidados intensivos, medicación para mejorar el estado cardiovascular u otros tratamientos. Las causas subyacentes deben ser tratadas.
El tratamiento suele acompañarse de cultivos de orina para asegurar que la bacteria ha sido eliminada por completo.
¿Qué problemas asociados y riesgos pueden aparecer?
El riesgo de complicaciones aumenta en caso de que se sufra:
- Reflujo vesicoureteral: Reflujo persistente de orina "hacia atrás", desde la vejiga a las vías urinarias en sentido ascendente, con estancamientos de orina en la llamada "pelvis renal" (la zona más alta de las vías urinarias, en su salida del riñón).
- Uropatía obstructiva: Es toda situación que tapone las vías urinarias haciendo que se estanque la orina. Hay muchas causas de uropatía obstructiva (embarazo, masas abdominales, etc.), pero la causa más frecuente es la urolitiasis (piedras en el riñón y/o en las vías urinarias).
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
La mayoría de los casos de pielonefritis se resuelven sin complicaciones después del tratamiento. A veces el tratamiento puede resultar largo y agresivo. En cualquier caso, el objetivo es evitar complicaciones como:
- La recurrencia.
- La sepsis o infección diseminada por todo el cuerpo.
- La insuficiencia renal o incapacidad del riñón para fabricar orina.
¿Cómo puede prevenirse?
El rápido y completo tratamiento de las cistitis (infecciones de la vejiga) y de las infecciones urinarias en general, especialmente si son crónicas o recurrentes, podría prevenir en muchos casos el desarrollo de pielonefritis.
Asimismo, el tratamiento previo de las situaciones que aumentan el riesgo, como el reflujo vesicoureteral o la uropatía obstructiva, previenen esta situación.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico