¿Qué deberíamos saber?
Los recién nacidos prematuros son aquellos que nacen tras menos de 37 semanas de embarazo.
Estos bebés tienen unos riesgos propios derivados de la falta de madurez de los diferentes órganos y por ello o no funcionan bien o están más expuestos a agresiones externas.
Dependiendo de la semana de embarazo en que hayan nacido, los bebés prematuros se pueden clasificar como:
- Prematuro tardío: Nacidos en las semanas 35 y 36. Son la mayoría de bebés hospitalizados en unidades de recién nacidos porque suelen sobrevivir, pero presentan complicaciones como apnea (dejar de respirar), hipotermia (baja temperatura), hipoglicemia (bajo nivel de azúcar en la sangre), dificultad para respirar, dificultad para alimentarse, deshidratación e infecciones.
- Prematuro moderado: Nacidos entre las semanas 32 y 34.
- Prematuro precoz: Nacidos entre las semanas 28 y 32.
- Prematuro extremo: Nacidos antes de la semana 28, pero después de la semana 20. Son los que tienen mayor mortalidad: 50% de los bebés prematuros muertos son prematuros extremos.
Los prematuros moderados, precoces y extremos pueden tener, además, otras complicaciones muy graves que ocasionen la muerte, requieran hospitalizaciones muy largas o dejen secuelas de por vida como: displasia broncopulmonar, hemorragia intraventricular (hemorragia cerebral), enterocolitis necrotizante y conducto arterial (ductus arterioso) persistente.
Los diferentes trastornos que pueden afectar al recién nacido prematuro se pueden agrupar en:
- Respiratorios (complicaciones respiratorias del bebé prematuro)
- Síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR) o enfermedad de la membrana hialina.
- Apnea del prematuro.
- Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido (HPNN).
- Displasia broncopulmonar del prematuro (DBP).
- Neumotórax del recién nacido.
- Cardiovasculares
- Conducto arterial persistente.
- Hipotensión arterial.
- Neurológicos
- Hemorragia cerebral o intraventricular.
- Hematológicos
- Anemia del bebé prematuro.
- Gastrointestinales
- Enterocolitis necrotizante.
- Oftalmológicos
- Retinopatía del pretérmino.
¿Qué es el conducto arterial persistente del bebé prematuro?
El conducto arterial o ductus arterioso es el responsable de oxigenar la sangre del feto dentro del saco vitelino, sin que sea necesario la oxigenación de esta a través de los pulmones.
Si este conducto persiste y no se cierra al nacer la sangre pasará por los pulmones del bebé solo en parte y otra parte por este conducto, pero sin tener ya la placenta para tomar sangre oxigenada y por ello se produce una sobrecarga cardiaca del recién nacido.
Normalmente este conducto se tiene que cerrar después del nacimiento para que la sangre pueda circular hacia los pulmones y absorber oxígeno.
Este problema se diagnostica mediante una ecocardiografía y se tratan con ciertos medicamentos para forzar su cierre o, en caso refractario a la medicación, con cirugía.
¿Qué es la hemorragia cerebral del bebé prematuro?
La hemorragia cerebral, también llamada hemorragia intraventricular porque es un sangrado en el interior de las cavidades centrales del cerebro llamadas ventrículos, es una complicación que se puede producir en los primeros días de los prematuros de menos de 34 semanas.
Ocurre porque los pequeños vasos sanguíneos llamados capilares son muy frágiles, se rompen y la sangre se comienza a acumular.
Si la hemorragia es pequeña se resuelve y no deja lesiones, pero si es grande se produce un aumento de presión en los ventrículos cerebrales llamado hidrocefalia que, si no se resuelve rápido, dejará secuelas permanentes.
Se puede diagnosticar por ecografía y se resuelve con un drenaje de los ventrículos que impida que aumente la presión de la sangre sobre el cerebro. Si el acúmulo es pequeño puede tratarse con ciertos medicamentos y control ecográfico de la evolución.
Anteriormente se pensaba que el parto por cesárea de los bebés prematuros podría evitar esta complicación, pero no es así.
¿Qué es la anemia del bebé prematuro?
Durante el embarazo, el feto tiende a acumular hierro en depósitos para utilizarlos tras el nacimiento en la producción de glóbulos rojos o eritrocitos.
Si el parto se adelanta, ese almacenaje no se ha realizado en su totalidad y por ello el bebé tendrá una anemia ferropénica (por falta de hierro).
La falta de glóbulos rojos activos para el transporte de oxígeno empeora otras situaciones de falta de funcionamiento pulmonar o cardiaco, por lo que agrava la situación del prematuro.
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre y se trata con suplementos de hierro, estimuladores de la formación de eritrocitos (EPO), o en casos graves con transfusiones de sangre.
¿Qué es la enterocolitis necrotizante del bebé prematuro?
La inmadurez y la falta de irrigación sanguínea pueden afectar al tejido intestinal del bebé prematuro, ya que deja expuesto este tejido a las bacterias intestinales sin una defensa del propio tejido intestinal contra ellas.
Se puede provocar de esta forma una alteración intestinal a las 2 o 3 semanas del parto que no absorbe las comidas y produce una diarrea persistente.
Mediante estudios en sangre y radiografías se llega al diagnóstico y se trata con antibióticos y alimentación parenteral (endovenosa) para dejar descansar y recuperarse a la mucosa intestinal.
En casos graves la lesión es intensa y no recuperable, siendo precisa la cirugía para cortar la parte intestinal inutilizada para dejar la sana o recuperada.
¿Qué es la retinopatía de la premadurez o del pretérmino?
Los daños de la membrana interna del ojo llamada retina se presentan en bebés prematuros de menos de 32 semanas.
Se presenta un crecimiento exagerado y desordenado de venas en el ojo debido a la inmadurez en el proceso de formación de estos vasos sanguíneos. Posteriormente, hay hemorragias en la retina, quedando cicatrices en la misma con resultado de visión borrosa o inclusive ceguera.
Se diagnostica mediante un oftalmoscopio y exploración del interior del ojo.
El tratamiento es conservador y la evolución suele ser buena en la mayor parte de los casos.
En los que queden lesiones, y para que no se extiendan, se pueden aplicar técnicas para aislar zonas sin lesión (láser, crioterapia) en la retina y mantener cierta visión conservada.
Muchas veces los daños de la retina no son obvios de inmediato, por lo cual se recomienda una consulta periódica con el oftalmólogo en todos los niños que hayan nacido de forma prematura.
¿Cuáles son las principales infecciones del bebé prematuro?
El sistema inmunológico o de defensas también está inmaduro y por ello el bebé prematuro está expuesto y más susceptible a diferentes virus y bacterias.
Así, suelen tener cuadros de neumonías, meningitis, o infecciones generales o sepsis que le pueden afectar más que a un recién nacido normal por las complicaciones de los otros órganos inmaduros.
El tratamiento preventivo de aislamiento de los prematuros es fundamental con el equipo sanitario y con la familia del bebé prematuro.
Si ya tiene la infección se tratará con antibióticos, medicamentos antivirales y otros medicamentos sintomáticos necesarios en cada caso.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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