¿Qué es la resaca?
Se denomina resaca al cuadro de síntomas que aparecen a las horas de haber bebido demasiado alcohol y que permanecen hasta que el cuerpo elimina todas las sustancias tóxicas derivadas del alcohol que los producen.
La resaca puede afectar la capacidad de la persona para ejecutar sus actividades cotidianas y cuidar de otros hasta por 24 horas.
¿Cuáles son los síntomas de la resaca?
La resaca aparece al levantarse de la cama, horas después de haber bebido demasiado, y se presenta con síntomas típicos como:
- Mareo.
- Náuseas.
- Dolor de cabeza.
- Sequedad de boca y mucha sed.
- Zumbido de oídos.
- Cansancio.
- Dolores musculares.
- Dolor de estómago.
- Aumento de sensibilidad a la luz y al ruido.
- Palpitaciones.
- Cambios en el estado de ánimo como irritabilidad y depresión.
¿Por qué se produce?
Existen varias razones por las que se presentan los síntomas típicos de la resaca:
- La deshidratación: el alcohol aumenta la producción de orina y, si no se recuperan los líquidos eliminados, se produce cansancio, sed y dolor de cabeza.
- La disminución de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre: se pude producir fatiga, temblores e incluso convulsiones por esta causa.
- La falta de sueño: el alcohol produce sueño, pero la persona no duerme profundamente sino con pequeños despertares repetidos por lo cual no descansa realmente.
- La exposición al acetaldehído que es una sustancia que se produce al degradarse el alcohol en el hígado y que inflama este órgano además del páncreas, el cerebro y el estómago. El dolor de cabeza es atribuido principalmente a estos productos de degradación del alcohol, cuando no es totalmente puro, y su mejor remedio es no haber tomado bebidas de mala calidad.
- El efecto directo del alcohol en el estómago y en los factores que producen inflamación en el cuerpo: las molestias gástricas son debidas a erosiones en la mucosa del estómago producidas por el etanol que, al absorberse a la sangre aumenta la inflamación de todo el cuerpo.
- Los efectos psicológicos del alcohol: el alcohol produce tanto tranquilidad como euforia, pero solo de forma momentánea. Cuando su efecto termina, la persona se puede sentir inquieta, triste o ansiosa.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Los tratamientos caseros para la resaca no pueden acelerar su mejoría. Esta depende de que el propio cuerpo elimine todos los tóxicos ingeridos y se disminuya la inflamación de los órganos.
No se recomienda tomar acetaminofén o paracetamol por el riesgo de efectos tóxicos en el hígado.
Otros medicamentos utilizados también para el dolor como el ácido acetilsalicílico (Aspirina®) o los AINE como el ibuprofeno pueden producir empeoramiento de los síntomas gástricos en algunas personas por lo cual no todo el mundo puede usarlos.
Las bebidas hidratantes para deportistas o los sueros intravenosos tampoco han probado mejorar los síntomas o acelerar la mejoría de una resaca.
Con el fin de recuperarse un poco mejor, pueden ser útiles algunas recomendaciones como:
- Hidratarse adecuadamente con bebidas naturales como agua y zumos.
- Ingerir sólo alimentos suaves, que no agraven la irritación de la mucosa del estómago. Estos alimentos dependerán de las preferencias y tolerancia de cada persona.
- Descansar y dormir lo suficiente.
- Recordar que la prevención es la clave y que la única manera de evitar la resaca es no beber alcohol.
¿Qué falsos mitos existen sobre la resaca?
Lo más importante, nada de alcohol. En contra de lo que piensan algunos, el alcohol no mejora la resaca, sino que la agrava porque es la misma sustancia tóxica que causó sus efectos.
Algunos mitos afirman que las pastillas de vitamina B6 tomadas antes o después de beber evitan la resaca. Sin embargo, la única utilidad de esta vitamina es su aplicación por vía intramuscular en casos graves para acortar, que no eliminar, los efectos secundarios de una intoxicación etílica.
Tampoco es cierto que ayude beber mucha agua para orinar, porque el alcohol se elimina a una velocidad de siete gramos por hora y es imposible acelerar el ritmo.
Pasar durmiendo este tiempo de recuperación es la solución más frecuente y que mejor ayuda a superar los efectos desagradables.
¿Cómo se puede evitar la resaca?
Como se ve, la mejor cura es siempre la prevención, y así conviene tener presentes algunos otros consejos:
- Si se va a beber, se debe hacer con moderación. Se recomienda que los hombres no beban más de dos bebidas estándar por día y las mujeres, no más de una. Una bebida estándar es, por ejemplo, una cerveza de 12 onzas, un vaso de vino de 4 onzas o un shot de whisky. Aunque la cantidad de alcohol que produce una resaca es diferente para cada persona, se considera que cuando se presentan los síntomas es porque tuvo lugar una intoxicación alcohólica verdadera.
- No conviene mezclar el alcohol con agua, porque ésta hace que aquel se absorba con más rapidez; la leche, en cambio, tiene el efecto contrario, y es lo mejor para después de unas copas.
- No beber nunca antes de comer, con el estómago vacío, y evitar las comidas fuertes y con grasas porque hacen que apetezca más un buen vaso de vino que con una comida sencilla y ligera.
- La regla de oro consiste en beber a un ritmo al que el organismo pueda eliminar el alcohol de forma suficiente. Por esto es tan importante comer a la vez que se bebe, ya que de esta forma el estómago tarda hasta cuatro veces más en absorber el alcohol. Sin embargo, conviene tener presente que en contra de lo que suele pensarse, el alcohol no facilita la digestión, sino que al ser una sustancia tóxica, la dificulta.
- Una de las bebidas más peligrosas, a la vez que más populares, es la combinación del alcohol con refrescos de cola u otros que contengan cafeína. Esto es debido a que los efectos excitantes de la cafeína anulan los relajantes del alcohol incrementando sus efectos aunque en principio se note menos.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico