¿Qué deberíamos saber?
El síndrome del edificio enfermo se refiere a un conjunto de síntomas atribuidos a la permanencia de las personas en edificios o estructuras cerradas que se utilizan como sitios de trabajo por lo general, aunque también puede referirse a sitios de vivienda, entornos escolares o lugares públicos como centros comerciales.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo definió como un trastorno que pueden sufrir las personas que permanecen largo tiempo en edificios cerrados y que no se sienten bien o experimentan síntomas de enfermedad sin ninguna razón aparente.
En general, se considera que si el 20% o más de las personas que trabajan o permanecen largos periodos de tiempo en un lugar determinado suelen quejarse de estar enfermas, se debe indagar si se trata de este síndrome.
Los síntomas pueden ser temporales, por ejemplo, después de una remodelación o algún otro cambio interno en el edificio o permanentes en el tiempo. También es posible que las personas solo se enfermen en una parte específica del edificio.
Si las condiciones del edificio empeoran una enfermedad previa de la persona, también se considera un caso de síndrome del edificio enfermo.
¿Cuál es el promedio de horas que permanece una persona en los lugares comunes?
Los síntomas del síndrome del edificio enfermo se relacionan de manera directa con el tiempo que las personas permanecen en un determinado lugar.
Por ello, se ha hecho el cálculo del promedio de horas de permanencia de un individuo durante el día que se resume así:
Localización | Horas | % del total |
---|---|---|
Domicilio | 14,4 | 60% |
Trabajo | 5,9 | 25% |
Desplazamientos | 1,45 | 6% |
Aire libre | 0,5 | 2% |
Interior otras estructuras | 1,7 | 7% |
¿Cuáles son los principales síntomas que presentan las personas en el síndrome del edificio enfermo?
Los síntomas más frecuentes referidos por los pacientes son:
- Irritación ocular.
- Sequedad de mucosa nasal.
- Epistaxis (sangrado por la nariz).
- Sequedad y molestias de faringe.
- Tos.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para respirar.
- Fatiga o cansancio.
- Cefalea (dolor de cabeza).
- Malestar general.
- Mialgias (dolores musculares).
- Palpitaciones.
- Mareos.
- Dificultad de concentración.
- Complicaciones en los embarazos.
- Irritación cutánea.
- Piel seca.
- Comezón.
¿Qué enfermedades están relacionadas con la permanencia en edificios?
Las enfermedades relacionadas con la permanencia en edificios pueden estar asociadas a un agente específico o ser por causas sin determinar:
Con agente específico identificado:
- Enfermedad del legionario (legionella).
- Neumonitis por hipersensibilidad (hongos).
- Fiebre del humidificador (hongos).
- Asma ocupacional.
- Intoxicación por contaminantes químicos (pesticidas, gases, productos de limpieza, etc.).
En estos casos, el patrón de los síntomas de los pacientes es uniforme, dependiendo del agente causante.
Sin agente etiológico específico:
En estos casos, el patrón de los síntomas de los pacientes es inespecífico y variable, sin poder relacionar los síntomas con agentes tóxicos o contaminantes ambientales conocidos.
En este caso se habla propiamente del síndrome del edificio enfermo.
En un estudio epidemiológico se pudo observar que la mayoría de personas afectadas son mujeres; más en oficinistas y secretarias y menos en personal técnico y profesionales liberales, y menos aún entre los directivos.
Al asociar los síntomas con el nivel de estrés se vio una relación clara y se pensó más en un cuadro psicógeno que real, pero se ha ido comprobando que los irritantes químicos, microbianos, físicos, y psicológicos llevan, indirectamente, al estrés, por su incidencia negativa en la capacidad laboral, y no al revés.
Todos estos condicionantes conducen a cierto grado de falta de defensas a procesos banales virales que producen la sintomatología diversa en cada paciente.
La susceptibilidad previa se desconoce, pero sí parece claro que los síntomas aumentan con el tiempo, así como la susceptibilidad a presentarlos, y no hay tratamientos médicos eficaces hasta la fecha más que la exclusión de ambientes cerrados.
Se han intentado estímulos de la inmunidad con interferón, vacunas anticatarrales, antialérgicos, antidepresivos, etc., con resultados desalentadores.
Los factores predisponentes son:
- Atopía (susceptibilidad individual a tener alergias).
- Antecedentes de sobreexposición a contaminantes ambientales.
- La tendencia en general a trabajos en sector servicios y por ello en oficinas cerradas de edificios herméticos.
- El conocimiento de la población sobre los riesgos de inhalar productos tóxicos o contaminantes ambientales.
- El uso de computadoras y fotocopiadoras.
- El trabajo sedentario, repetitivo y aburrido, con mayor exigencia competitiva, falta de autonomía en su labor y estrés.
- Los medios de comunicación que tratan el tema alarman a la población sobre la existencia de estos problemas.
¿Cuáles son los posibles factores de riesgo para que se presente un síndrome del edificio enfermo?
Los factores a los que se encuentra sometida una persona por largas horas en un edificio y que podría configurar el síndrome del edificio enfermo son:
- Contaminantes en el medio ambiente: pueden ser sustancias químicas como humo del tabaco y formaldehído o sustancias biológicas como polen, moho, virus o bacterias, entre otros.
- Olores molestos: no solo producen alteraciones del aparato respiratorio, sino que pueden contribuir a empeorar la ansiedad y el estrés.
- Radiación electromagnética: como la producida por aparatos como televisores y ordenadores.
- Luz inapropiada: predominio de luz artificial en lugar de luz solar, exceso de exposición a la pantalla de ordenador sin descansos adecuados.
- Ruido excesivo: tanto los niveles elevados de ruido como los ultrasonidos generan malestar general.
- Vibraciones: la presencia de determinadas máquinas cerca de las personas puede afectar la salud.
- Temperatura inadecuada: existen estándares de confort térmico tanto para épocas de invierno como de verano que deben ser respetados.
- Humedad del ambiente: aunque las recomendaciones son variables, se ha visto que cuando la humedad relativa es mayor al 70% hay más riesgo de proliferación de hongos (moho) y otros microrganismos y si es menor de 30% favorece los síntomas molestos por resequedad de nariz y boca.
- Puestos de trabajo con ergonomía deficiente: sillas, escritorios y otros elementos de trabajo que favorecen malas posturas y estrés laboral.
- Ventilación inapropiada: Desde los años 1960 se ha venido intentando evitar pérdidas de energía, mejorando el aislamiento de los edificios, con disminución del intercambio de aire y construyéndolos sin ventanas practicables. Son edificios herméticamente cerrados.
La relación del aumento de los contaminantes ambientales interiores con la falta de ventilación de los edificios es lo que, en principio, parece causar el síndrome del edificio enfermo.
Curiosamente, este trastorno se produce en los llamados edificios “inteligentes”, edificios muy modernos y tecnificados. - Factores psicológicos y sociales: la manera como se organiza el trabajo, las jornadas laborales, la comunicación del equipo y otras deficiencias en las relaciones entre las personas las pueden hacer más susceptibles a enfermarse por los otros factores mencionados y a sufrir más infecciones.
¿Cuáles son las recomendaciones ante la sospecha de un síndrome del edificio enfermo?
Se recomienda que un equipo multidisciplinario que incluya técnicos en construcción y otras áreas afines, médicos ocupacionales, especialistas en seguridad industrial e ingenieros revise los posibles factores de riesgo que pueden configurar el síndrome del edificio enfermo.
Si se llega al diagnóstico positivo del síndrome, se deben realizar las medidas correctivas correspondientes.
Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico