¿Qué es el síndrome nefrótico?
El síndrome nefrótico o nefrosis es un trastorno que afecta a los riñones donde los glomérulos renales se vuelven permeables permitiendo un paso excesivo de proteínas a la orina.
El síndrome nefrótico aparece cuando por una u otra causa se inflama y afecta la membrana del glomérulo renal, alterándose el filtrado y perdiéndose proteínas por la orina.
Los glomérulos renales son conjuntos de pequeños vasos sanguíneos situados en el interior de los riñones dónde se filtra la sangre. En cada riñón podemos encontrar entre 800.000 a 1 millón de glomérulos. Los glomérulos permiten que cierta cantidad de agua y productos de deshecho de la sangre sean eliminados por la orina. Normalmente, las proteínas no pueden pasar el filtrado glomerular. Sin embargo, cuando los glomérulos están dañados, como ocurre en el síndrome nefrótico, grandes cantidades de proteínas presentes en la sangre pueden ser excretadas por la orina.
El síndrome nefrótico se manifiesta con proteínas elevadas en la orina y una bajada de las mismas en la sangre, colesterol muy elevado y la aparición de edema (hinchazón) secundario a la falta de proteínas en la sangre.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
En los niños la causa más frecuente que la provoca es la enfermedad de cambios mínimos (80% de los casos en niños), mientras que la glomerulonefritis membranosa (nefropatía membranosa) es la causa más común en los adultos (30-40% de los casos en adultos).
Otras enfermedades renales que pueden causar el síndrome nefrótico son:
- Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
- Glomerulonefropatía membranoproliferativa (glomerulonefritis mesangiocapilar)
También puede aparecer síndrome nefrótico como efecto secundario de:
- Infecciones (malaria, hepatitis B, herpes zoster, VIH)
- Medicamentos (AINEs, litio, sales de oro, penicilamina)
- Cáncer o enfermedades neoplásicas (leucemia, linfoma, cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer gastrointestinal)
- Enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico, sarcoidosis)
- Diabetes (nefropatía diabética)
- Mieloma múltiple
- Amiloidosis
- Drepanocitosis o anemia de células falciformes
- Reacciones alérgicas (a picaduras de insectos, veneno de serpientes, hiedra)
¿Qué incidencia tiene?
El síndrome nefrótico puede aparecer en cualquier edad, aunque existe una mayor tasa en niños varones de 18 meses a 4 años.
En niños se estima una incidencia al año de 2 a 7 casos por cada 100.000 niños menores de 16 años y en adultos una incidencia anual de 3 casos por cada 100.000 personas.
En el caso de adultos afecta por igual a hombres y mujeres.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome nefrótico?
Los principales síntomas del síndrome nefrótico son:
- Edema (hinchazón) de cara, párpados, tobillos o general.
- Abdomen distendido o hinchado.
- Espuma en la orina.
- Aumento de peso por retención de líquidos.
- Disminución del apetito.
- Hipertensión arterial.
- Fatiga y debilidad.
- Atrofia muscular.
¿Cómo se puede detectar?
Las tres características básicas del síndrome nefrótico son:
- Proteinuria (proteínas elevadas en orina)
- Hipoalbuminemia (bajo nivel de albúmina en sangre)
- Edema (hinchazón)
En el examen físico aparecen los síntomas de retención de líquidos como una hinchazón muy característica de la perdida de proteínas del espacio vascular.
En el análisis de orina aparecerán las proteínas elevadas (más de 3.5 gramos por día), y la presencia de cilindros urinarios de tipo hialino.
En el análisis de sangre aparece principalmente hipoalbuminemia (valores bajos de albúmina <3 g/dl). También aparecerán elevados en sangre el colesterol (colesterol LDL) y los triglicéridos.
Con ello se diagnostica el propio síndrome nefrótico y luego se realizan diversos estudios para averiguar las causas:
- Anticuerpos antinucleares (ANA).
- Factor reumatoide.
- Crioglobulinas.
- Test de tolerancia a la glucosa (curva de glucemia).
- Niveles del complemento y fracciones.
- Anticuerpos para hepatitis B y C.
- Serología para VDRL (sífilis).
- Electroforesis de proteína en suero.
- Biopsia del riñón.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Para mejorar el cuadro y para detener el deterioro renal se deben tratar las causas.
Según el diagnóstico de la mismas se puede administrar fármacos corticosteroides (prednisona), inmunodepresores (ciclosfamida), antihipertensivos, diuréticos, además de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) que pueden reducir significativamente el grado de pérdida de proteínas en la orina.
Se suelen asociar el tratamiento con medicamentos para reducir el colesterol y los triglicéridos.
Se pueden administrar anticoagulantes si se ve riesgo de formación de coágulos por la enfermedad subyacente.
Además, se recomienda una dieta moderada en proteínas (1 gr de proteína por kilogramo de peso corporal al día).
Debe restringirse la sal (sodio) para ayudar en el control de la inflamación.
Es posible que sea necesario reemplazar la vitamina D si el síndrome nefrótico es crónico y no responde al tratamiento.
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
El cuadro puede ser agudo y ceder en un breve plazo de tiempo como en cuadros infecciosos, pero en otros casos se hace crónico y se precisa un tratamiento de por vida.
Si el trastorno está causado por la enfermedad de cambios mínimos el pronóstico es muy favorable y más del 90% de los pacientes responden positivamente al tratamiento. Cuando la causa subyacente es una infección, una reacción alérgica o farmacológica el pronóstico es también muy favorable.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Las principales complicaciones que pueden aparecer asociadas al síndrome nefrótico son:
- Insuficiencia renal aguda
- Insuficiencia renal crónica
- Aterosclerosis y cardiopatías conexas
- Trombosis venosa renal
- Infecciones
- Desnutrición
- Sobrecarga de líquidos
- Insuficiencia cardiaca congestiva
- Edema pulmonar
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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