¿Qué es el trastorno orgásmico femenino?
El Trastorno Orgásmico Femenino es una disfunción sexual en la que se presenta en la mayoría o todas las relaciones sexuales retraso, infrecuencia o ausencia del orgasmo por un periodo de al menos seis meses.
Esta alteración provoca un gran malestar y dificultades en las relaciones interpersonales.
Es importante evaluar que esta disfunción no se explique por algún trastorno mental no sexual o como consecuencia de experiencias en la pareja como violencia de género u otros factores estresantes significativos. Tampoco se debería atribuir a los efectos de una sustancia o medicamento en específico.
Para el diagnóstico y tratamiento es importante considerar que existen ciertas especificidades a considerar dentro de este trastorno entre las que se encuentras las siguientes:
- De por vida: ha existido desde siempre desde que la persona alcanza su madurez sexual.
- Adquirido: el trastorno aparece después de haber logado presentar orgasmos en relaciones sexuales previas.
- Generalizado: la presencia del trastorno no se limita sólo a determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas.
- Situacional: esto ocurre sólo en determinadas situaciones, o frente a algunos tipos de estimulaciones o frente a ciertos tipos de pareja.
- También es importante considerar que podría nunca haberse presentado un orgasmo desde el inicio de su vida sexual lo cuál debe ser especificado.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
No existe una causa única en esta disfunción, sino que se debe a diversos factores en conjunto entre los que se podrían encontrar factores psicológicos, biológicos y sociales.
- A nivel psicológico:
- Experiencias traumáticas relacionadas al área sexual, como agresiones sexuales.
- Aspectos a nivel educacional-familiar: educación sexual recibida o qué discursos mantenía la familia respecto a la sexualidad de la mujer particularmente y a los orgasmos
- Baja autoestima: la consideración de que no se tiene un cuerpo que puede ser deseado o en el que no se sienten cómodas puede generar angustia y ansiedad que no permiten la emergencia del orgasmo.
- El estrés o cansancio también pudieran ser considerados como aspectos importantes de evaluar.
- Falta de educación sexual: las falsas creencias que existen respecto al cuerpo de la mujer impiden que las personas conozcan su propio cuerpo y por ende saber cómo se generan las mejores sensaciones. Por ejemplo, muchas mujeres desconocen que el clítoris es un órgano que sólo está para producir placer y que su estimulación es central.
- A nivel biológico: se ha visualizado que la tasa de esta disfunción sólo por causas biológicas es muy infrecuente (5% en un estudio). Pese a ello se podrían considerar que alguna disfunción en los sistemas que se mencionan a continuación pudiera originar un Trastorno Orgásmico Femenino.
- Hormonas
- Sistema nervioso
- Sistema vascular
- Sistema muscular (piso pélvico)
- A nivel socio/cultural u otros:
- También pudiera afectar la alta expectativa social que se ha creado entorno a que la mujer debe tener un orgasmo para disfrutar una relación sexual, lo que genera altos ansiedad y preocupación que no permiten la conexión con el cuerpo y por ende la aparición de orgasmo.
- Lo anterior también pudiera generar que la mujer esté hipervigilante a todas sus sensaciones corporales, pero generando tanto control que no se logre la aparición de orgasmo.
- Causas relativas a religiosidad y la imposibilidad de vivir el sexo de manera relajada o plena.
¿Cuántas personas la padecen?
Diversos estudios internacionales refieren que más de un tercio de las mujeres no tiene deseo sexual y que una de cada cuatro no podría conseguir sentir un orgasmo.
Se estiman porcentajes aproximados a nivel internacional de un 16-39% de la población general y hasta un 48% de los casos que consultan por disfunciones sexuales.
Sin embargo, se debe tener en consideración que la tasa pudiese ser mayor debido a que muchas mujeres no consultan ya sea por vergüenza o porque consideran que eso está dentro de lo normal.
Mostramos a continuación algunas estadísticas en estudios de algunos países a modo de ejemplo:
- EEUU, Australia, Canadá y Suecia: predominio de este trastorno estaría entre el 16-25% de mujeres entre 18 y 74 años.
- España: 40-50% de las mujeres, es la segunda causa más frecuente de las mujeres que acuden a consulta.
- Ecuador: la cifra ronda en el 51.4% de las mujeres.
¿Cómo se puede diagnosticar?
Para su correcto diagnóstico se debe asistir con especialistas en el área médica y psicológica, ya que se debe realizar una historia clínica completa desde ambas áreas y exámenes ginecológicos, entre otros.
En ningún caso debe auto diagnosticarse pues el tratamiento también dependerá de las posibles causas o de si existe algún otro tipo de disfunción.
¿Cómo se puede tratar?
El tratamiento en muchas ocasiones y dependiendo de las causas puede ser multidisciplinar, es decir, requerir apoyo de terapia psicológica, psiquiátrica, kinesiológica y/o ginecológica.
- A nivel psicológico: Asegurarse que especialista tenga experiencia trabajando en el área de sexualidad y/o en traumas sexuales si fuese el caso.
- Se trabaja sobre las ideas erróneas que existen en estos casos y que muchas veces general sentimientos de culpa en la mujer.
- Se trabaja sobre psicoeducación a nivel de sexualidad, anatomía, explicación de procesos físicos y psicológicos que influyen en el orgasmo.
- Se puede trabajar a nivel individual y/o a nivel de pareja. Es importante muchas veces también incluir a las parejas y también psico educarlas respecto a la anatomía femenina y a cómo se desarrolla el proceso del orgasmo, así también se pueden trabajar las dificultades y/o tensiones que esto pudiera generar dentro de la relación de pareja.
- Dependiendo de las causas, la psicoterapia puede ir abordando las diversas temáticas.
- De otras especialidades:
- Ejercicios Kegel: ejercicios que permiten controlar la musculatura de suelo pélvico, para ello, dependerá del especialista ir evaluando qué ejercicios son mejores.
- Focalización Sensorial: se trabaja acercando a las personas al contacto físico como una forma de comunicación, a conectarse con el placer no sólo desde lo sexual y luego orientarlo al placer sexual. De esta manera, se busca eliminar el que las personas sólo se enfoquen en el rendimiento (logar el orgasmo) y puedan disfrutar del goce del acariciarse o sentirse cómodas en sus propias vestimentas.
- Masturbación: a nivel individual o en pareja, se utiliza para poder conocer mejor el cuerpo y las sensaciones que se generan frente a diversos tipos de estimulación, el foco no es obtener el orgasmo sino familiarizarse con el placer.
- A nivel farmacológico:
- No se ha verificado la utilización de fármacos específicamente eficaces para esta disfunción, por lo que en general se evalúa si alguno podría apoyar otras consecuencias emocionales o físicas que genera este trastorno y con ello indirectamente apoyar la mejora de la disfunción.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalKarla Andrea Donoso Bascur
Licenciada en Psicología, Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades, Universidad de Santiago de Chile.
Revisor clínico