¿Cuál es el tratamiento adecuado de la dermatitis atópica?
Aunque la dermatitis atópica no es una enfermedad curable y muchas veces incluso desaparece sola, siempre es necesario dar tratamiento para controlar los síntomas que son muy molestos.
Además, se ha visto que si se trata apropiadamente la dermatitis, se retrasa o detiene la llamada “marcha atópica” que es el progreso de los síntomas hacia otros más molestos como la rinitis alérgica, la blefaronconjuntivitis y el asma.
El tratamiento del eccema atópico abarca diferentes medidas:
- Exclusión de las causas de alergia.
- Tratamiento cosmético.
- Tratamiento del estrés.
- Tratamiento farmacológico tópico.
- Tratamiento farmacológico por vía oral: incluye manejo del picor, tratamientos antinflamatorios o de los brotes y antibióticos en casos de sobreinfecciones.
- Fototerapia.
Exclusión de las causas de alergia
En este caso están contempladas las dietas de exclusión de alimentos a los cuales el paciente está sensibilizado por mecanismos de alergia.
También las medidas de control ambiental para disminuir el contenido de ácaros en el polvo doméstico.
Tratamiento cosmético
El paciente con eccema atópico tiene la piel seca y la tendencia a sufrir un picor muy molesto debido a la xerosis. Un excelente medio de humedecer la piel son los baños diarios corporales.
Aunque el baño con agua templada ya alivia de por si el prurito, el beneficio es ostensiblemente mejor si al agua se le añaden, en solución o suspensión, polvos de avena o ciertas fórmulas con alquitranes suaves.
Es recomendable utilizar jabones hipoalergénicos o los nuevos geles limpiadores con hipoclorito de sodio diseñados para pieles atópicas.
La hora ideal del baño es el atardecer. Después del baño es adecuado aplicar cremas corporales emolientes. La mayoría contienen urea o ácido láctico a diferentes concentraciones.
Tratamiento del estrés
Los brotes de eccema atópico pueden provocarse o exacerbarse por tensiones emocionales, estados de angustia o de ansiedad y estrés. El medico con capacidad para captar las situaciones y valorarlas, puede ayudar mucho con una buena psicoterapia. Por este motivo está justificado el uso de tranquilizantes junto a los antialérgicos tradicionales.
Tratamiento farmacológico tópico
El tratamiento directo de la piel es el más recomendable como manejo inicial de la dermatitis atópica. En el caso de utilizar medicamentos como los corticoesteroides y los fármacos inmunomoduladores, lo ideal es hacerlo con receta médica.
a) Compresas húmedas: Se emplean en cura abierta, de dos a cuatro veces al día. Es recomendable el permanganato potásico en suero fisiológico.
b) Baños: Uno o dos baños al día, en bañera completa e inmersión total durante veinte minutos, son muy eficaces para la piel seca y como calmante del prurito. Se emplean coloides de avena o ciertos alquitranes para disolver en el agua.
c) Emolientes: Son el complemento ideal para después del baño, aunque pueden emplearse también sin él, varias veces al día. Contienen urea y láctico a concentraciones diferentes. Los niños no toleran bien las que llevan urea. Hay muchas en el mercado de fórmula galénica diversa. Las emulsiones y/o aplicadas después del baño, con la piel aun húmeda, son especialmente beneficiosas.
d) Alquitranes: Cremas o pomadas con coaltar del 2 al 5% pueden ser tan o más eficaces que los esteroides tópicos. Sobre todo aplicadas en zonas de eczema crónico o seco. Por lo demás, se complementan muy bien alternándolas con cremas o pomadas con esteroides.
e) Corticosteroides tópicos: En principio son los mejores medicamentos tópicos para tratar el eczema. Su empleo debe tener siempre en cuenta los principios básicos para no producir efectos indeseables. Deberán ser escogidos en relación a la actividad del eczema. Un esteroide tópico muy potente debe emplearse durante un limitado número de días. Después puede seguirse con otro de actividad mediana o menor. En la cara siempre deben utilizarse los débiles y por poco tiempo. En ciertas zonas, como los pliegues, las áreas de piel muy fina o las regiones corporales en donde clásicamente aparece la red "striae distensae", nunca deben emplearse los de gran potencia.
f) Inhibidores de la calcineurina: Son fármacos inmunomoduladores de uso y aprobación reciente. En este grupo tenemos el Tacrolimus (Protopic®) en pomada al 0.1% (adultos) y 0.03% (niños), que actúa modulando la reacción mediada por células (Linfocitos T), siendo por tanto clasificado como un inmunomodulador (inmunosupresor).
El tracolimus es adecuado para el tratamiento a corto plazo y largo plazo de forma intermitente en los casos moderados y severos de dermatitis en adultos y niños mayores de 2 años que no respondan a tratamientos convencionales.Como efectos colaterales se ha observado una incidencia aumentada de infecciones superficiales de herpes virus, foliculitis y acné.No se recomienda tomar el sol o rayos UVA en los tratamientos activos con tacrolimus. Suele producir en la piel quemazón, picor y eritema en el lugar de aplicación, que suele desaparecer con el mantenimiento del tratamiento.La eficacia del tacrolimus es similar a la de los corticoides pero tiene la ventaja sobre estos de no producir atrofia de la piel y por tanto se puede administrar sobre las lesiones durante periodos más prolongados.Otro inmunomodulador tópico es el pimecrolimus (Elidel®) que tiene una eficacia similar al anterior. Presenta la ventaja de poderse administrar a partir de los 3 meses de edad, no producir quemazón local y su formulación en crema (1%) que la hace más tolerable y cómoda que la pomada.
Tratamiento farmacológico por vía oral
Este tipo de tratamiento siempre debe ser suministrado bajo supervisión médica, no solo para evitar déficits o excesos sino para evaluar que sí funcionen.
- a) Corticoides por vía sistémica: Son útiles en los casos muy agudos, a dosis adecuadas, para romper el ciclo: prurito, rascado, eczema, picor. Deben emplearse en cortas temporadas, atendiéndose siempre a los condicionamientos básicos que van ligados al empleo de los mismos. No deben utilizarse como tratamiento de mantenimiento.
- b) Antihistamínicos por vía sistémica: Estos fármacos no deben utilizarse nunca por vía tópica. Pueden emplearse solos o combinados. Son útiles las combinaciones de un antihistamínico de nueva generación (levocetirizina, desloratadina, rupatadina, etc.) de día con un antihistamínico clásico (hidroxizina, clorfeniramina) de noche.
- c) Antibioticoterapia: El empleo de antibióticos por vía general y tópica es necesario en los eczemas sobreinfectados. El eczema atópico se sobreinfecta pocas veces. Si lo hace sobre todo es por estreptococo betahemolítico. En cambio, frecuentemente, el estafilococo áureo coloniza las placas de eccema.
- d) Inmunomoduladores: La ciclosporina A por vía oral es activa en el tratamiento del eczema atópico del adulto y en la infancia. En general se emplea a dosis de 2,5-5 mg/kg/día en periodos cortos de tiempo.
- e) Suplementos lipídicos: El empleo por vía oral o transepidérmico de ácidos grasos esenciales insaturados Omega-6, provenientes del aceite vegetal como el de onagra (evening primerose oil) o de otros vegetales ricos en ac. linoleico y gammalineleico ayudan a mejorar la sequedad cutánea, alivian el prurito y reducen la inflamación eccematosa.
Fototerapia
El empleo de ultravioletas si bien no es útil en todos los pacientes, en algunos casos graves se han mostrado eficaces. Tanto los UVA como los UVB. La dosis de PUVA (oxsoralen + UVA) se utiliza a razón de dos o más sesiones semanales.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico