¿Qué es la varicela?
La varicela es una enfermedad contagiosa causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ), el mismo virus responsable en los adultos del herpes zóster.
La varicela es, en la actualidad, la infección exantemática más frecuente.
La infección inicial es más frecuente en los primeros diez años de la vida y la reactivación, en forma de herpes zoster, habitualmente aparece en los mayores de 65 años.
Sólo el 10 % de las personas mayores de 15 años son susceptibles al virus varicela-zoster.
¿Qué incidencia tiene este trastorno?
El virus de la varicela zóster VVZ infecta a niños pequeños, con máxima incidencia entre los 2 y los 8 años de edad y casi siempre antes de los 14 años.
Se ven epidemias en ciclos de 3-4 años, sobre todo de enero a mayo. Los adultos sólo pueden infectarse si no han tenido antes la varicela.
¿Cuáles son los síntomas de la varicela?
El período de incubación (sin síntomas) del virus de la varicela es de unas dos semanas. Los síntomas iniciales incluyen fiebre súbita y astenia (sensación de sentirse cansado y débil).
Después se continúa con una erupción de vesículas (exantema) que comienza en el cuerpo y en la cara, y que continúan brotando durante tres o cuatro días, extendiéndose por todo el cuerpo, y evolucionando a la desecación con formación de una costra antes de caerse.
¿Cómo se transmite la varicela?
La varicela es transmitida por el contacto directo con la erupción de la varicela antes de formarse la costra, ya que el líquido de las vesículas contiene altas concentraciones del virus. También se transmite a través del aire por secreciones respiratorias de una persona infectada.
El período más contagioso es un día o dos antes de que la erupción aparezca, y cinco días después de la aparición de las vesículas.
¿Cuántas veces en la vida se puede tener varicela?
Una. La varicela da lugar generalmente a inmunidad de por vida.
Sin embargo, el virus puede seguir oculto en el organismo en los ganglios nerviosos, y repetirse años más adelante como herpes zóster, un tipo de erupción vesicular dolorosa que se da en adultos, y a veces incluso en niños cuando, por alguna razón, las defensas naturales del cuerpo se ven disminuidas.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
En niños sanos, la varicela es una enfermedad leve y el tratamiento se dirige a reducir el picor y el malestar. Los niños con varicela no deben recibir aspirina debido a la posibilidad de causar una complicación muy rara llamada síndrome de Reye.
Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario el tratamiento con aciclovir, un medicamento antiviral, dentro de las primeras 24 horas de iniciado el rash (erupción cutánea), pues disminuye el tiempo de aparición de nuevas lesiones, el número total de las mismas, la duración de la fiebre y el número de lesiones hipopigmentadas.
Si bien todos los niños con varicela pueden ser tratados con aciclovir, la Academia Americana de Pediatría sugiere tratar preferentemente a los que presentan un riesgo mayor de adquirir varicela severa o desarrollar una complicación, (y no recomienda tratarlos a todos, ya que no hay que olvidar que todo tratamiento puede presentar efectos indeseados). Está recomendado para:
- Adolescentes mayores de 12 años.
- Niños con afecciones cutáneas o pulmonares crónicas.
- Niños que reciben ácido acetilsalicílico en forma crónica.
- Niños que reciben corticosteroides por vía oral o inhalatoria.
Los recién nacidos cuya madre ha tenido varicela durante los cinco días preparto y dos días postparto deben recibir aciclovir endovenoso si adquieren varicela, debido a la alta tasa de morbilidad y mortalidad registrada.
Para pacientes inmunocomprometidos (con disminución de las defensas naturales del cuerpo) y casos con complicaciones viscerales (neumonía, nefritis, encefalitis, etc.), se prefiere la vía intravenosa.
Toda persona mayor de 12 años con varicela debe recibir aciclovir, debido a la mayor tasa de complicaciones, diseminación visceral e incidencia de mortalidad. Las mujeres embarazadas también deben ser tratadas, ya que tienen mayor riesgo de diseminación visceral durante todo el tiempo de su embarazo.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Las complicaciones infecciosas son las más frecuentes. La más usual es la sobreinfección bacteriana de las lesiones, causadas por el S. aureus y S. pyogenes. Otras complicaciones infecciosas son menos comunes.
Las complicaciones neurológicas son la segunda causa más frecuente de internación cuando se trata de niños sanos, sobre todo menores de 5 años y mayores de 20 años.
La neumonitis producida por varicela se presenta con mayor frecuencia en adultos y huéspedes inmunocomprometidos.
Las personas inmunodeprimidas, es decir, con los sistemas inmunes débiles o que están tomando medicamentos que suprimen su sistema inmune (quimioterapia del cáncer, corticoides a dosis elevada de manera crónica, etc.) están en riesgo alto de desarrollar formas severas de varicela, con neumonía y otras complicaciones.
Si una mujer adquiere varicela durante el embarazo, además del riesgo aumentado de infección del pulmón para ella, presenta el de transmisión del virus al feto. Si esto ocurre en las primeras veinte semanas, puede generar muerte fetal o malformaciones como cicatrices y alteraciones del tamaño de la cabeza y las extremidades.
La varicela perinatal del bebé tiene una mortalidad de hasta el 30% cuando se presenta la infección entre los cinco días previos al parto y los dos postparto porque no recibe los anticuerpos de la madre.
También aparece con frecuencia la hepatitis causada por el propio virus de la varicela, aunque rara vez da síntomas, y sólo se detecta por analítica.
Otras posibles complicaciones de la varicela son: miocarditis, nefritis, artritis, lesiones de la córnea y glomerulonefritis.
De cualquier modo, los niños, en general, no suelen presentar complicaciones graves.
¿Cómo puedo prevenirme?
Los niños con varicela deben permanecer en casa durante cinco días después del principio de la erupción de la varicela o hasta que las lesiones se conviertan en costras (en ocasiones el aislamiento se puede prolongar hasta 10 días). Se deben extremar las precauciones de evitar el contacto con varicela en personas inmunodeprimidas.
El aislamiento de la persona enferma, el uso de mascarilla y el lavado de manos son imprescindibles.
Además, se dispone de la vacuna antivaricela que se coloca en dos dosis en los niños y personas de riesgo.
¿Y si ya ha habido exposición?
Se puede aplicar inmunoglobulina antivaricela postexposición, dentro de las 96 horas del contacto, aunque el efecto máximo se obtiene si es administrada dentro de las primeras 48 horas de la exposición.
Corresponde su indicación, después de una exposición significativa a varicela, en las situaciones siguientes:
- Huésped inmunocomprometido.
- Mujer embarazada susceptible con menos de 20 semanas de gestación.
- Recién nacido cuya madre ha padecido varicela dentro de los 5 días previos al parto y 2 días postparto.
- Recién nacido prematuro de más de 28 semanas de gestación que se encuentra hospitalizado, cuya madre no ha tenido varicela o es seronegativa.
- Recién nacido prematuro de menos de 28 semanas de gestación, hospitalizado, independientemente de la historia materna de varicela.
También se puede vacunar después de que haya habido un contacto de riesgo; la vacuna contra la varicela es entre un 79 y un 100% eficaz para prevenir la varicela grave si es administrada dentro de las 72 horas del contacto con varicela o zoster.
Basada en estos estudios, la Academia Americana de Pediatría recomienda la aplicación de la vacuna a niños susceptibles, dentro de las 72 horas postexposición.
Los médicos deben advertir a los padres y pacientes que la administración de la vacuna puede no ofrecer protección total, y que los niños pueden llegar a desarrollar la enfermedad.
Por último, también se ha demostrado que el aciclovir es eficaz en la profilaxis de la varicela cuando es administrado a pacientes susceptibles durante la segunda mitad del período de incubación (desde el día 7 a 14 luego de la exposición).
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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